Mirando y Preguntando No.16:UN APORTE AL DEBATE POLÍTICO EN EL PERÚ DE HOY


UN APORTE AL DEBATE POLÍTICO EN EL PERÚ DE HOY
Por : Marco Linares Pastor

Los seres humanos siempre hemos vivido en comunidad, formando sociedades desde las cuales hemos desarrollado a partir de establecer diversas formas de organización, expresión, economía y creencias; estos procesos han dado diversos resultados cada uno más evolucionado que otro, lo que hoy conocemos como los diversos grados de desarrollo. Pero esta relación de vida entre cada ser humano como individuo y su colectivo como sociedad no ha sido simple, muy por el contrario, nos muestra una muy variada y compleja relación llena de conflictos, los cuales en muchos casos no se han logrado resolver hasta hoy, y quienes han podido lograr condiciones básicas para vivir en conjunto, han tenido como su mayor instrumento el consenso, el cual les ha y les permite llegar a objetivos claros, los mismos que se expresan en esos grados o niveles de desarrollo.

Estos procesos de vida en común o mejor dicho de vida en sociedad, son el resultado, nada fácil por tanto, de haber logrado consensos basados en haber armonizado intereses entre cada uno de los individuos y con su sociedad; esto significa el haber asumido funciones y roles, así como el promover liderazgos dentro de ella, creando para ello normas, reglas, procesos y mecanismos que les permita solucionar sus diferencias; mejor dicho el haber institucionalizado la política y el quehacer de gobernar, no solo para garantizar su supervivencia sino fundamentalmente garantizar el bienestar común en su presente y futuro.    

En nuestro continente el proceso evolutivo que se venía dando a partir del imperio Incaico, se vio traumáticamente destruido o paralizado, a partir de la imposición de una forma de vida completamente distinta a la que se venía dando y que la población no entendía. Toda esta etapa colonial caracterizada por la fragmentación del imperio Incaico, la esclavitud, la imposición de creencias y de saqueo durante tres siglos, en el Perú produjo una nueva sociedad, la cual también se impuso a partir de la llamada vida republicana, entre los siglos XIX y XX, la cual también ha producido una importante fragmentación territorial, racial y cultural, que también, salvo algunos episodios aislados entorno a algunos temas, mantiene las características del saqueo e imposición de creencias y pensamientos, los cuales vienen generando enormes barreras para constituirnos como una nación integrada, generadas ya no por los conquistadores, sino por los propios peruanos; produciendo grandes desigualdades económicas, sociales, culturales y políticas, a partir del diferenciado acceso a los derechos entre ciudadanos.        

Como respuesta a esta situación y a la necesidad de supervivencia de la población, se dan grandes procesos migratorios de las zonas rurales hacia las ciudades, y es justamente producto de estos procesos que las nuevas generaciones, tras la búsqueda de mejores condiciones de vida, para ellos y sus futuras generaciones, en educación, salud, empleo digno, lucha contra las distintas formas de violencia, así como de identidad y compromiso con nuestro país, que se han convertido en actores indiscutibles del surgimiento del emprendimiento popular y del auto empleo, nutrido por los efectos de la globalización mundial, y su vida en ciudades urbanas, desarrollando esta capacidad desde diversos escenarios socioeconómicos, tanto informales, en todos sus aspectos y expresiones, como formales.

Es así que nuestro Perú actual, pese a los grandes problemas que enfrenta y a las aparentes mejoras de económicas, que las quieren disfrazar como crecimiento, representa el esfuerzo de miles de mujeres y hombres que continuamente van creando fuentes de riqueza, ampliando las oportunidades laborales, y desarrollando expresiones culturales diversas, a partir de iniciativas privadas que, además de generar valor mejoran el posicionamiento social de las personas incorporándolas al reconocimiento como ciudadanos.

Situación que hoy se ve amenazada por la falta de ética e interés por el país de quienes nos gobiernan, provocando un mayor aislamiento de esta gran mayoría de peruanos entorno al ejercicio de la política y al manejo del Estado, ya que hoy estos escenarios necesarios para ordenar la vida social del país, son utilizados por individuos que utilizando el quehacer político, basado en un populismo clientelista, asumen la administración del Estado para beneficiarse a título personal sin importares las grandes mayorías del pueblo peruano.

Es justamente frente a lo antes expuesto que se hace necesario reconstruir el país desde algunas perspectivas básicas, las cuales tienen que responder al consenso reclamado, sin asumir extremos ideológicos de derecha o de izquierda, la idea es responder a esa gran mayoría de peruanos que conjugan el actual escenario sociopolítico y que ningún partido político lo representa.

Por ello es necesario el reconocer a la democracia como el único sistema capaz de organizar a cada una de las personas para ejercer el poder y que por tanto este le corresponde a todos los ciudadanos y que las decisiones se toman por mayoría, para lo cual se hace necesario el respeto y mejora de las normas y reglas que permiten una convivencia política y social ordenada, y que para su buen ejercicio esta tiene que convertirse en una forma cotidiana de vida desde la célula más básica de la sociedad que es la familia. Lo que exige en si mismo el respeto a los derechos y obligaciones individuales y colectivos de todas las personas, sin distingo alguno, así como que el ejercicio de este se basa en la representación directa o indirecta del pueblo, el cual define sus representantes cuyo objeto fundamental es el de promover el consenso basado en una Justicia Social, con equidad, a partir de reconocer el derecho de todas las personas de beneficiarse con el reparto equitativo de los bienes sociales, respetando por tanto su acceso al goce de los derechos humanos y a las oportunidades de desarrollo. 

Debemos asumir un modelo estatal, que más allá de una meritocracia administrativa funcional a intereses de los gobernantes de turno, responda a los objetivos y aspiraciones sociales, económicas y culturales de todo el pueblo peruano, asumiendo nuestra independencia de hecho y derecho, convirtiéndonos en una nación o comunidad que conjuga nuestra diversidad sociocultural y reconoce el Perú de hoy como resultado del impulso creativo de todo el pueblo, y que debemos de defender por encima de todo, procurando una identidad basada en el sentimiento de pertenencia colectivo de todo lo que significa histórico, social, económico, cultural y en otros diversos ámbitos el Perú, e incorporando en este sentir nuestra creatividad y capacidad de emprendimiento como de auto empleo, generando con ello la cohesión y unidad de todo nuestro pueblo en favor de nuestro desarrollo.  

Recuperando la esencia de una Economía Social de Mercado en donde se busque recuperar el rol del Estado como el principal agente promotor del crecimiento económico, promoviendo el pleno empleo, el desarrollo del emprendimiento, teniendo la obligación de crear las condiciones para que cada individuo, mediante su esfuerzo, encuentre la posibilidad de obtener el ingreso que necesita para sí, y por sí mismo atender sus necesidades, velando por el bien común y corrigiendo las desigualdades sociales, con el fin de que todos, y no unos pocos, sean partícipes de los resultados del progreso. Esto significa el no imitar modelos o ceder ante presiones internacionales, sino dando soluciones a nuestros problemas con algo de sentido común. “Ludwig Erhard, segundo Canciller Alemán de la post guerra, dijo: el milagro alemán, no es fruto de un milagro, esto es fruto del trabajo de todo un pueblo”.

Esto significa que el Estado debe garantizar un mercado eficiente a partir de conseguir que exista libertad de mercado estableciendo normas y reglas económicas, políticas y sociales para que este funcione en forma adecuada; se desarrolle la competencia a partir de comprometerse a actuar cada vez que existan situaciones que afecten la sana competencia en los agentes económicos buscando su eficiencia por tanto se alcance un mayor bienestar social; que su presencia la cual es múltiple y variada (subsidios, compras, regulaciones, impuestos, protección, incentivos, etc.) se den en forma consistente y sobre todo permanente a través del tiempo para no hacer difícil el planeamiento de las inversiones de los agentes económicos.

Así mismo la economía social de mercado busca superar algunos inconvenientes o fallas  que se  generen en el libre mercado; pudiendo ser estas: la existencia de monopolios naturales (servicios de agua o energía), por tanto debe garantizar eficientes mecanismos de control de estos si no existiese otros ofertantes para generar competencia; el hecho de que ciertos productos o servicios no generan una demanda individual, como es el caso de la producción de información, la investigación básica, la infraestructura pública, la formación de recursos humanos o la seguridad pública, debiendo para ello no solo promover competencia, sino el garantizar procesos de control y autocontrol para la implementación de estas inversiones, provocando la participación ciudadana en estos mecanismos de control; la falta de capacidad empresarial para responder a los deseos de los consumidores o a las oportunidades del mercado, tanto interno como externo, debiendo para ello no solo incentivar la formación y capacitación empresarial, sino fundamentalmente establecer mecanismos de protección, normas y reglamentos de protección del consumidor.

Desde esta perspectiva de modelo económico debe buscar principalmente el bienestar de las mayorías, siendo necesario por tanto que el mercado funcione eficientemente y que todos los agentes económicos participen de manera activa. Por lo que asumimos que dentro de este modelo el conjunto de instituciones u organizaciones, públicas y privadas, se desarrollan para atender las necesidades de toda la sociedad, desde una perspectiva solidaria, es decir que se llegue a la equidad o mejor aún a la inclusión de toda la población en el disfrute de los beneficios de las actividades económicas del país, en términos de bienes y servicios, tangibles e intangibles, buscando ante todo la “paz social”.

Por tanto el construir desde una actuación activa de los actores reales del desarrollo nacional, a partir conceptualizar la política como el arte o ciencia de ejercer el poder, desde una perspectiva ideológica y en sus distintos ámbitos de la vida humana, buscando los necesarios consensos orientados a mejorar las condiciones de vida de la población y su derecho al desarrollo asumiendo este como la satisfacción de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

Bajo este concepto asumimos la necesidad de reestructurar un quehacer de las organizaciones políticas, en forma organizada, disciplinada y comprometida con la mayoría de la población a partir de tres elementos fundamentales; la capacidad de recoger los sentimientos y demandas de la población a fin de proponer alternativas de solución basadas en la justicia social; la actuación docente de educar, promover, defender y exigir el ejercicio de la democracia como parte del ejercicio cotidiano de la vida en común, la defensa del ambiente, la justicia social y el respeto a los derechos humanos de las personas sin distingo alguno; así como el buscar meritocráticamente la representación de la población, a partir de mantener una relación cotidiana y saludable con la población.

Marco A. Linares P.


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