Pantallazo No. 54
Por: Guillermo Pérez Herrera
Si tuviera unas palabras más…
Se hace tarde, las cosas comenzaron a cambiar, los tiempos
también, las circunstancias del vivir, te hacen voluble, tangiblemente débil, a
veces ignorado de las noches y los días de soledad, con permanencia aparente,
pero, por suerte , siempre te quedan algunas palabras, y no hay patrimonio, más
importante, de los seres humanos, que tenerlas, a veces escondidas, en refugios
sin esperanza, a veces aflorando portentosas del infiel corazón olvidado o tal
vez, susurrando a oídos, que no te escuchan o también, a voluntades destruidas,
por los estertores de la realidad lacerante, que hoy embargan nuestros
sentimientos, cruzados de las impertinencias
de la sobrevivencia, que hacen, muchas veces, que se olviden buenos
momentos del pasado, plenos de buenaventuras y alegrías, más constantemente
cruzados, como es nuestra esencia mortal, de golpes, tan fuertes, tan fuertes,
de los cuales, no logramos muchas veces, recuperarnos, por más, que hagamos
esfuerzos por hacerlo.
Y es que , cuando, cual mito de Prometeo, regurgitas, clamas,
exclamas dolores, vuelves después de una larga letanía a volver, a regenerarte
nuevamente, para después, volver a la misma terrífica tortura, te convences
hasta la saciedad, que eres uno, no eres muchos, que desde los inicios de tu
existencias, sabias, que este vaivén, era inapelable, y, en medio de eso, las
palabras, son como el remanso tibio de tu maternal regazo o la caricia nunca
negada, de quien amaste o amas en cada minuto o segundo, de los hechos que van
marcando a fuego, tu piel única en su especie, porque abriga y escondes, todo
lo que te toca, roza o espanta , en las mañanas de esperanza o en las noches
nunca acabadas del misterio.
Y sí, claro, que si quisiera usar palabras a diario, como
amor, espera, delirio, frustración, sosiego, sueño, ideal, certidumbre,
asombro, desprecio, calma, bondad, compasión, entender, perdonar, denostar,
renegar, cuidar, entender, liberar, olvidar, renunciar, entender, comulgar,
recibir, dar, cumplir, denegar, afirmar, negar, desesperar acelerar, renunciar,
piedad, verdad, mentira, libertad,
soledad, compañía, renovar, destruir, percibir, relevar, amar, adorar, odiar,
respirar, simular, y así, una y otra, en fila o en columna, mezclando los
sabores de la mente y la conciencia, del cuerpo y el espíritu, del alma
concebida y del corpus relativo, de la luz que te anima y del oscurantismo que te rodea, del fácil musculo
del sonreír y el otro, del entristecer, haciendo de los genes el misterio
inacabado, y del presente, de las llagas y los placeres, de esa forma, todos
juntos, danzando en el interminable, no negado, de la naturaleza cósmica y del Bing
bang de los instintos, de las preguntas inacabadas del ser, que jamás termina,
de hacerse patente, de la rara aleación de pensamiento y materia, orgánica y
desechable, como lo son ideas ufanas y los ostracismos , que no reconocen edad,
tiempo o fortunas de cualquier estructura.
Tengo una palabra cada día, y, luego desaparece, al hacerse
la voluntad, algo menos, que un cometa disparado , para siempre, cual gravedad
absoluta, caer en el duro suelo de lo no conocido o en la blanda y fértil
llanura de la suerte esperada.
Todo eso son las palabras, las necesito, creo, que son ya,
hace buen rato temporal, las que mejor me acompañan y comprenden, para no
entrar en el torbellino imparable, de las inconsecuencias de la época, de los
tramposos vericuetos de ofertas mercantiles o en las garras del conformismo, que cual melodiosas sirenas, llevan a la
tormenta de la mar, las ilusiones. Porque a veces al creer demasiado, te cuesta
un manojo de energías sin retorno, porque hay corsi y recorsi, sobre los
cuales, tu contextura acabable, no podrá revertir, pues al final, vas quedando
junto a ellas, veleidosas rutilantes, bienhechoras y solicitas, y cada momento,
buscando nuevas y mayores posibilidades de crearlas, quedarte con ellas,
sufrirlas y adorarlas ensimismado e impenitente, porque ellas, si están a tu
lado, y, bueno, si además, pueden beber contigo, de las fuentes de la creación
interminable, que mejor pasión para vivir, y, que mejor sensación para
compartir, sin descanso y sin fatiga, sin precio, ni ignominia, con grandes
cataratas de cariño frente a las gotas que recibes, así de simple es, así
seguiremos….palabra que Sí.
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