Formalizando
la Informalidad : INICIANDO EL DEBATE
Por : Marco
Linares Pastor
Es completamente indiscutible que la composición de la población
económicamente activa en el país cuenta con un gran porcentaje de trabajadores
autoempleados o independientes; así mismo que la estructura económica en el
país gira entre lo que llamamos economía formal, economía informal y el delito;
pero también es cierto que existe el micro empresario el cual es confundido con
el auto empleado, más aún a este lo consideramos como emprendedor; pero es
indiscutible también que queremos formalizar a los informales sin
diferenciarlos entre microempresarios y autoempleados, y asumiendo como premisa
que este proceso tiene que ser bajo las mismas condiciones que los sectores
formales empresariales y laborales formales.
Es también cierto
que el escenario de la informalidad le es muy tolerable al sistema económico
actual, ya que con ello el Estado evade responsabilidades, las empresas y los
usuarios en general acceden a ingresos liberados y a costos muy bajos, así como
la delincuencia encuentra un mecanismo para esconder sus actividades y
acercarse a los mecanismos de convertir sus ganancias ilegales en ingresos
formales.
También es
importante reconocer que producto de esta muy acomodada realidad, entorno a la
economía del país, se hace necesario aclarar y concordar a nivel conceptual
como normativo, en el escenario de la economía, la diferencia que existe entre el
componente empresarial y el componente laboral en el Perú de hoy, lo que significa
formalidad e informalidad en ambos escenarios, así como el cuantificar el
aporte en la economía país de los escenarios formal e informal; y a partir de ello lo que significa la existencia
de una economía delictiva que vive insertada en todo el contexto socio económico
y político nacional.
Esto no significa
que nos tenemos que olvidar de algunos elementos objetivos y necesarios para
acelerar el crecimiento económico del país, así como el generar las condiciones
para un empleo digno del trabajador autoempleado o independiente, muy por el
contrario, estoy convencido que aclarando estos escenarios, podremos incorporar
a importantes sectores de empresarios y trabajadores autoempledos a la
formalidad, siempre y cuando asumamos el reconocer sus condiciones y
capacidades, para que su incorporación sea también un mecanismo de
fortalecimiento del tejido productivo del país.
Entonces el generar
un escenario de debate es importante y necesario, pero es también parte del
reto, el que este debate se convierta en parte de la agenda política nacional, en
todos los escenarios, y para lograr ello se demanda de pluralidad política, amplitud
de criterios y capacidad de concertación, y para ello sería importante la
creación de un movimiento promotor de este debate, que basado en una plataforma
de trabajo, se encargue de impulsar abiertamente la necesidad de incorporar en
los diversos escenarios públicos y privados, empresariales, políticos y
sociales, como académicos, culturales y populares, este tema de vital
importancia para la economía nacional como para el desarrollo individual y
colectivo de cada uno de los empresarios y trabajadores.
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