Cerca del bicentenario

 Cerca del bicentenario

Por : Moises Rojas Ramos
Articulo publicado en Diario Exitosa del  26 de Julio 2017
No seamos tan negativos. También existen varios aciertos de los últimos años, aunque ocultos tras los escándalos de corrupción.
Estamos a muy poco tiempo de cumplir doscientos años como república. ¿Con qué ánimo llegamos? Quizá para responder habría que separar a los peruanos, al menos, en dos realidades notoriamente distintas: los que forman parte de las élites y de la comunidad informada, de los peruanos desinteresados. Ellos no necesariamente siguen la coyun­tura política.
Me da la impresión que las élites políticas siguen espe­rando los resultados de las investigaciones por los casos de corrupción de los últimos gobiernos. Como siempre, esperan para acomodarse. Nunca denuncian. Luego de ese trance, los miembros de las élites políticas, según se defina quienes son los muertos y los heridos, irán reconfigurando sus posiciones y haciendo nuevas alianzas. La consigna es alejarse de los cadáveres y acercarse a los que brinden ilu­siones de renovación ¿El objetivo? Sobrevivir.
En general, aunque con diferentes matices entre la co­munidad informada y la indiferente, se percibe un clima de desencanto. Cansancio e indignación. ¿Cómo nos ha ido con la promesa de la democracia y del Estado moderno? Muchas frustraciones. Maso menos así va el resumen: una reforma agraria incompleta e ineficiente que precarizó el campo en los 70, la hiperinflación y el terrorismo de los 80, la impunidad y el autoritarismo de los 90 y la mega corrup­ción de los 2000.
No seamos tan negativos. También existen varios aciertos de los últimos años, aunque ocultos tras los escándalos de corrupción. Por ejemplo, el avance de las mujeres en la conquista de la equidad es una realidad objetiva. Que debe seguir y calar hondo. La marcha del orgullo gay probable es la manifestación pública más institucional y que cada año atrae a más personas. Existe mucho más acceso a la educa­ción y la salud a nivel nacional, precario aún, pero no pode­mos negar que su cobertura se ha ampliado notablemente. Las regiones han alcanzado un mayor desarrollo. Ni qué decir de las comunicaciones y la tecnología.
Pero si hay un reto para impulsar en el bicentenario es in­tegrar a todos los habitantes y territorios. Es decir, que el bienestar que algunos disfrutan alcance a la gran mayoría de los peruanos. Equidad. Que los escándalos de la mega co­rrupción se conviertan rápido en cárcel para los corruptos. Y pasemos inmediatamente a lo fundamental: un país que trabaja sin floro por una sociedad con más beneficios para las mayorías.

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