“Neofeudalismo” interesado en borrar la historia


El poeta, cantante, director de cine y pintor filipino-español Luis Eduardo Aute opinó hoy (lunes) en Quito que a los “grandes poderes” del sistema de “neofeudalismo”, en que cree está envuelto el mundo, les interesa borrar la historia y la cultura.
“Creo que es una estrategia muy planificada: a los poderes fácticos actuales, a los grandes poderes actuales, les interesa borrar la historia y la cultura” porque es algo “que molesta a las necesidades del poder de los señores de este neofeudalismo que estamos viviendo”, dijo Aute en entrevista con la agencia Efe.
Opinó que el sistema neoliberal, “o el capitalismo este exacerbado, ha dado un paso tan hacia adelante que está descubriendo el feudalismo”.
“Ya son señores feudales quienes gobiernan, quienes deciden lo que tiene que pasar, a qué país hay que hundir, a cuál hay que apoyar”, agregó al apuntar que son personas con nombres y apellidos, “ya ni siquiera son poderes del mercado”.
En su opinión, se está volviendo “a las cruzadas, otra vez, en estas luchas contra los yihadistas; a la inquisición, otra vez, con las redes sociales y con las agencias de inteligencia, que ya saben todo lo que hacemos, graban todo lo que hablamos por los teléfonos, tienen toda la información, le dan a un botoncito y sale la ficha de cada uno de nosotros con toda la información, eso es inquisición”.
“Vuelven los alquimistas otra vez, esta obsesión por convertirlo todo en oro. Estamos tan avanzados en este sistema que estamos descubriendo el Medioevo, y a ese neomedioevo, no le interesa la cultura, la historia”, comentó.
Consideró que hay “una manifiesta necesidad de que el mundo se olvide de su historia, de que el hombre sea un animal cultural”.
Para Aute, el mundo avanzado, “supuestamente civilizado, es quien dicta cómo tiene que ser el mundo del presente y el futuro, provocando unas desigualdades cada vez mayores: un 1 % de la humanidad tiene mucho más dinero que el 99 % restante”.
Con medio siglo vinculado al arte, cree que el mundo vive el fin de una etapa histórica, a la que siguen atropellada la era digital, y “paradojas sociales absolutamente enloquecidas” como la salida de migrantes que huyen de la guerra en busca de refugio.
“Son conflictos muy fuertes, muy antitéticos y muy paradójicos”, este fin de la etapa, es un “derrumbamiento de multitud de elementos bajo los que estamos estructurados”, opinó Aute quien, pese a ello, no se declara pesimista, pues cree que “otro mundo es posible”.
Si ha de enmarcarse en algo, se declara escéptico pues ve viable una solución. El escéptico desconfía, pero sigue activo, añadió.
“Historia y cultura son patrimonios que hay que anular porque pueden ser peligrosos para este mundo del futuro de ciudadanos súbditos de los señores feudales”, a quienes interesa “que seamos domesticados, obedientes y que paguemos nuestros diezmos y cada vez más”, dijo.
Sostuvo que la llamada era contemporánea, la que arrancó en la Revolución Francesa hasta hoy, “ya está tocando fondo y ese otro ‘mundo posible’, habrá que crearlo entre todos con cultura pues una sociedad sin cultura sería “de zombies”, y “la cultura hoy en día esta en sus horas más bajas”.
Dentro de esa cultura, menciona a la poesía, que tiene que ver, dijo, con “disparar la imaginación a ámbitos inesperados, a cruzar el otro lado del espejo, ver qué es lo que sucede a ese otro lado”.
La poesía, puede ser la manera de “recuperar un poco el sentido de la vida, la razón de ser de las cosas”, indicó Aute, que participa en el VIII Encuentro Internacional de Poesía Paralelo Cero, que se desarrolla desde hoy en diez ciudades de Ecuador, y en que el recibirá el Premio “Poeta de Dos Hemisferios”.
Aute cree que se vive ahora en un mundo cada vez más ajeno a la sensibilidad que “reconcilia con el sentido de la vida”, a la curiosidad que se debe tener para hacerse preguntas de vida.
Esas preguntas, conjeturó, “seguramente pueden ser peligrosas en cuanto a que pueden despertar conciencias y producir rupturas que al poder no le interesan”.
La poesía, es una de las maneras de intentar reconciliarse con el sentido de la vida. “Hasta en la relación amorosa, o hay un poco de poesía o es puro aeróbic de genitales”, anotó. (EFE)

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