Gabriel Rolón: "El psicoanálisis no busca que estés bien, sino que seas tú mismo"

El escritor y psicoanalista argentino presentó su libro en la última edición de la Feria Internacional del Libro (FIL).

(Fotos: cantarelomismo.com y La Vanguardia)
(Fotos: cantarelomismo.com y La Vanguardia).
Luis Condori
Si uno pone en Google el nombre de Gabriel Rolón (Buenos Aires, 1961), inmediatamente te salen 398,000 resultados. Entrevistas, frases, libros, fotos, novedades, etc. Un compendio de su vida, que quizás a partir de ahí  podamos conocerlo un poco más. En cambio él no necesita de esta herramienta para conocer a sus pacientes y contar sus historias. Vidas que se recopilan en un libro llamado "Historias inconscientes" (Planeta). Según él, "las vidas de las personas comunes son también interesantes". Y agrega que "el material para la literatura siempre se saca de la vida". 
 
Cuando uno le dice a alguien que vaya al psicoanalista, puede que te mire extraño. Y hasta capaz te aclare que no está loco. José Donoso le dijo una vez a su hija Pilar que antes de casarse se vaya a psicoanalizarse...
 
...Está muy bien.
 
¿Crees que debemos hacerlo?
 
Yo no creo que todo el mundo deba analizarse. El análisis está ahí para quien está sufriendo y solo no puede con su dolor. O para quien se hace una pregunta que no puede responder. Si uno se la arregla muy bien con sus dolores, no hace falta. Lo que sí es cierto es que una de mis intenciones cuando escribí mi primer libro, fue justamente ir contra ese estigma. Demostrar que hay personas totalmente normales.
 
¿En qué difieren los conceptos de dolor y sufrimiento?
 
Mientras que el dolor es sano, el sufrimiento es enfermo. El sufrimiento es la perversión del dolor. Cuando el dolor se pervierte, se vuelve casi eterno, inmanejable...
 
...Una tortura.
 
No te deja vivir en paz. ¿Quién no va a sufrir si se le muere un hijo? Eso es un dolor sano. No sufrir en esa situación sería enfermo. Ahora, si ese dolor está hace quince años y todos los días lloras, ya dejó de ser dolor: es padecimiento. La diferencia está ahí: el dolor es una respuesta psicológica ante una tragedia emocional que no podemos manejar.
 
Quizás uno de los componentes que alarga el sufrimiento sea la depresión.
 
La depresión tiene que ver con eso. Somos concientes de nuestra propia finitud, decía don Miguel de Unamuno. Y se preguntaba cómo hacemos para no vivir angustiados, sabiendo que tarde o temprano nos vamos a morir. La manera en que logramos vivir, sin tanta angustia, es poniendo cosas ante nosotros. Esas cosas son los proyectos, los sueños. El depresivo es aquel que ha perdido esos velos que oculta la muerte. 
 
En el libro dices que te gustaría salvarles la vida a tus pacientes, pero no puedes. ¿Cómo los ayudas?
 
Lo más importante es tener una libertad de escucha, como para descubrir qué es lo que este paciente quiere de verdad. El psicoanálisis no busca que estés bien. Busca que seas tú mismo. En ese sentido, uno no se va de un análisis diciendo "qué bien que me siento". Se van de un análisis diciendo "yo soy otro".
 
Se cuestiona.
 
Claro, y cambia.
 
 
¿El amor es finito?
 
Seguramente es finito porque tiene los límites de la vida. Es muy probable que ni siquiera llegue hasta ahí. Está la ilusión del amor para toda la vida, del amor eterno, y yo creo que está bien que el enamorado tenga esa ilusión. El enamorado que no cree que el amor va a ser para toda la vida, es un canalla.
 
Tú dices que los enamorados son unos mentirosos. 
 
Claro. No es que mientan adrede. Lo sienten en ese momento. El amor es un pacto de dos personas que deciden engañarse para sentirse bien. 
 
 Somos concientes de nuestra propia finitud, decía don Miguel de Unamuno.
 
¿Estupidiza el amor?
 
Más que estupidizar, el amor es una locura momentánea. Porque te da la ilusión de que por un rato estás completo y no te falta nada. El enamorado, lo único que quiere para ser feliz es que su enamorada lo llame por teléfono y le diga que está todo bien. Es verla, hacer el amor con ella. Se siente completo... Pero nadie está completo. Entonces, el amor genera esa ilusión un poco psicótica...
 
Y dolor.
 
El dolor aparece cuando demuestra que no es así. 
 
Ahora, pasando a un tema preocupante, ¿cómo extirpamos el machismo?
 
Es difícil. Las sociedades tienen tiempos de cambio. Son mucho más grandes de los que tiene un ser humano. Piensa en la homosexualidad. La homosexualidad, durante muchos siglos, fue un pecado. Dejó de ser un pecado para ser un delito. Oscar Wilde estuvo preso. Dejó de ser un delito para ser una enfermedad. Y recién en el año 1990, ayer nomás, la Organización Mundial de la Salud la quitó de sus manuales como una enfermedad. Mira todo lo que tuvo que pasar para que no sea considerado una enfermedad. Bien, ya no es considerado una enfermedad, ¿por qué no se les da el derecho a vivir, a casarse? En Argentina lo hemos logrado. 
 
¿Estás de acuerdo con la premisa de vernos más como personas que como géneros?
 
Estoy contigo. Hay que tomar el concepto de que cada sujeto es único. 
 
¿Cómo tapamos los vacíos? 
 
El amor no es una mala elección, cuando es sano. Hay muchas cosas que tenemos para ocupar un poquito ese hueco que jamás podrá ser tapado del todo.
 
 
 

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