Pisando Fuerte No. 79 ¡Quiero Ser Presidente!... ¿Quiero Ser Presidente?

Pisando Fuerte No. 79

¡Quiero Ser Presidente!... ¿Quiero Ser Presidente?

Por: Marcial Guillermo Pérez Herrera


Estamos entrando a la vorágine de las Elecciones Presidenciales en el Perú, en poco tiempo nomas, Abril 2016, presumiblemente y comenzaron, con tiempito, incluso desde el 2014, una confrontación sin cuartel de los “Grupos Políticos” por lograr, en principio, destruirse unos a otros, utilizando, todo tipo de “machetazos” mediáticos, injurias de todos los colores apátridas y por supuesto condenando desde hoy, o,  las nacionalidades alternas, mega corrupciones, actos de lesa humanidad, paternidades escondidas, amoríos entre sábanas doradas, donaciones generosas de “amigos” fieles, lavanderías sin marca, pero, muy activas y hasta el color de la bebida que los “potenciales” candidatos toman todos los días, dudándose hasta de su esencia, porque “pudiera ser”, se trata de pichicata camuflada (léase cocaína y “juiciosos derivados”).

Es la época, parece con más voracidad ,que otras veces, donde se presentan sin CV “operadores políticos de todas las marcas”, “Intermediarios expertos en conseguir billetito”, “periodistas reciclados” de anteriores “negocios”, para convertirse en verdaderos sabuesos del potencial objetivo a derrumbar por el adversario, a manera de siniestras camorras de la comunicación, cada vez , más devaluada, con periodismo incluido, por culpa de “profesionales” que hace tiempo, llevaron a la práctica ese dicho antiético tradicionalísimo, pero siempre presente, esto es, “Su vergüenza era verde pero el burro se la comió”   y así, toda suerte de “infiernillo”, para lograr “coronar” a su “Clientes de Turno”.

Toda esa síntesis parafernálica, en medio de una población, que ya no cree en nadie, en la mayoría de los casos, o, con silogismos verbales , tales como, (para todos los gustos)”Roba, pero por lo menos hace obra”, “Es ladronazo, pero, la reparte”, “Es un hijo e’puta el desgraciao, malo, pero eso hace falta pa’ poner orden”, “Es nuevo, le falta “calle”, pero es nuevo no”, ”Tiene plata , por eso no va a robar” (tan parecida esta última a aquella monserga del 90”Es chinito, japonesito, es trabajador, va a conseguir la platita de los japoneses”), hasta la archiconocida “Más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer”.

Claro, está ¡la gente, tiene razón no…! violencia anómica, tanática, cuasi psicótica, que devora las entrañas de la sociedad, que a las justas, iba saliendo del baño de sangre de los 80-90, aun con tremendas heridas.
La delincuencia hace rato, se ha impuesto al Estado y todas sus estructuras, y, va avanzando sin piedad, en el microcosmos de la vida individual, familiar y colectiva de los ciudadanos. A estos males, se suma, el gran fiasco del “maquillaje macroeconómico”, que sigue ufanándose, de sus cifras de crecimiento y desarrollo, que sólo son eso CIFRAS, distantes de la realidad que vemos y recorremos todos los días, muchas veces , contando con la “Cosmiatria”, de reputados estadísticos y economistas, cuando no, con prensas adeptas , que cual trueque, y con menos “roche” (Desparpajo), venden la pluma, por avisajes, franquicias, granjerías y gollorías, de los más increíbles, a lo cual, sumamos, que desde la gran crisis, nada ha cambiado , respecto a la “temperatura” de los organismos financieros globales, la banca golondrina y diletante y los “tecnócratas oficiales”, que marcan el rumbo de la mente del gran público peruano.

Las necesidades de las grandes mayorías, persisten y se “doran” grandes obras, en la mayoría de ellas, adornadas con escandalosas concesiones, a los políticos de turno, por la coima internacional o criollamente nacional.

Y así, sigue cual tiovivo infernal, la sinrazón de la falta de un futuro claro para el país y las futuras generaciones, cuando no, con la fauna inter etaria de “Defensores del Pueblo”, que son, a las claras, o pérfidamente, cerrados al cambio con transparencia o son, el negocio viviente, de hacer de las grandes necesidades mayoritarias, un permanente flujo de recursos económicos, que cual faltriqueras sin fondo, nutren su voraz supervivencia individualista de capilla sectaria.

En este escenario, y, disculpen no sea mensajero de “optimismos justificados”, al más reputado estilo “Made in Perú”, surgen salvadores de todas las crines y herrumbres, no importa la edad, no importa su historia, no importa su responsabilidad, no importa sin ultras en todo, y en todos los rumbos o son místicos “Envíos de Dios”, ¡Son los Salvadores”! y van surgiendo, por gramos y kilos, personajes , realmente propios de una escritura de humor caustico y “cachaciento”, por supuesto, con el beneplácito de los “Ranqueados”, “De los que ya saben” “De los que se sienten indispensables”, pues, al final, se malbaratea ideas, se arrinconan esperanzas, se trafican posibilidades de cohesión  se dispersan , cual “mosca a la llama”, las sentidas aspiraciones de millones de personas, cruzadas por el instinto primario del miedo a la nada, al vacío, a la no existencia en paz y con perfiles de ver el tiempo con mayor objetividad.

Lo más preocupante es ese ya famoso sofisma, “Debemos votar por nuevos rostros”, como si , bendita sea, no fueron “Nuevos Rostros” , el jovencísimo Alan García del 85 , que dejó en cataclismo inenarrable al Perú, para luego, algo mayor, engatusar en el 2005, a través de verbos refilados y grandilocuentes, para   reconvertirse en fiel repetidor de fracasos neoliberales, sin rumbo; fue “nuevo rostro” el vindicante Fujimori, el “hombrecillo del tractor” asustando con el “Monstruo Vargas Llosa” y vaya lo que nos dejó, o acaso no fue nuevo rostro Toledo y NADA de NADA, salvo que se hizo más rico y más taimado, y, por último, ya no ya, el gran “OLLANTA” el fiero, izquierdista a carta cabal, “El milico” que va a poner mano dura, el que va a defender a los pobres, el que va a limpiar la corrupción, el que cuidaría el agua y desterraría el oro, y , en fin una sarta de historietas ,  tanto así, que encandiló a la vieja guardia ochentera de la izquierda oficial del Perú y sus novísimos seguidores de las Universidades y Místicos Centros Académicos, para luego deshacerse de ellos, de un zapatazo. Y pues, ya saben en qué estamos hoy, como me dijo, un añejo chofer de taxi “Tamos jodidos maestro”.

Pero caramba, pero sí parece tan sencillo, pero todos  burlan y eluden la racionalidad de la selección, cual calendas y dejavu sin final,  elijamos programas, no promesas, exijamos “los cómo” con la misma relevancia de “los que”, informémonos, preguntemos, organicémonos para actuar y evitar nuevos despilfarros de vida e ilusiones frustradas por doquier, claro está, este cambio de actitud, juega si es que queremos un norte diferente en nuestras vidas y en la de nuestras queridas familias, cualquiera que sea el “piso social”, que hoy nos toca habitar.

Francamente, de no tomar esta vocación asertiva y nutrida de empatía, comprometemos seriamente la viabilidad humana y de realización, de quienes desde sus inocentes edades y justificadas razones, para ser felices, vivirán una y otra vez, la impiedad del sufrimiento sin razones suficientes, cuando tuvimos la oportunidad de evitarlas.
Si pues, no es un juego o un coqueto acertijo ¡QUIERO SER PRESIDENTE!... ¿QUIERO SER PRESIDENTE?, de nosotros depende la solución y el desenlace de este entremés, que ligeramente ingenuo es realmente trascendente.



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