Las Izquierdas Paralizadas

Por : Santiago Pedraglio
Si la situación sigue como está, los resultados electorales del 2016 serán catastróficos para las tendencias de izquierda. El triunfo de cualquiera de los hoy punteros en las encuestas –Fujimori, Kuczynski y García, cada uno con su historia y con un mayor o menor énfasis autoritario– equivale a la consolidación del modelo económico y del régimen político conservador. El triunfo de la derecha sería total, como en ningún otro país de América del Sur. Aunque parezca broma, muchos izquierdistas recordarán con melancolía algunos gestos del gobierno de Ollanta Humala, a ciertos ministros y una que otra iniciativa política del régimen actual.
En términos pragmáticos, y ante una fragmentación que no tiene cómo resolverse, los grupos y colectivos de izquierda y centroizquierda se enfrentan a tres posibles líneas de estrategia. Una primera es que logren reconocer qué potenciales candidaturas tienen posibilidades de pasar la valla del 5%, porque ninguna de las sondeadas (Simon, Arana y Santos; GFK, junio 2015) pasa del 1%. Las encuestas –como sugiere Sinesio López– serían una buena herramienta para no especular más acerca de a quién le podrá ir mejor.
La segunda posibilidad es que, unidos o cada bloque, definan su candidatura vía primarias, algo que exige claros acuerdos políticos previos; de otro modo, equivaldrá al caos. Hasta en el Apra, el partido mejor organizado del país, las elecciones internas concluyen en bronca, en varias circunscripciones, y al final los ganadores se definen en Lima.
La tercera posibilidad es la dispersión total: división de los actuales colectivos, dos o tres candidaturas “de izquierda” y otras yéndose con AP, PPK e incluso con el Apra.
Por ahora, los grupos de izquierda no reaccionan a las urgencias. No toman conciencia de que, aunque Humala abandonó el camino “de izquierda” que lo llevó al poder, les ha permitido ganar cierto espacio político y, en algunos casos, experiencia de gestión pública, lo que se irá al tacho si continúa la parálisis.

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