Pantallazo No. 44
La ventana abierta…por la mañana
Por : Marcial Guillermo Pérez Herrera
Y si pues, tuve una buena
noche, dormí sin los escaparates de la somnolencia, despejado de pesadillas
crueles y sueños sin sentido, sin seguir viendo entre onirismos, las sinrazones
inexplicables, que persiguen, durante muchos años mi existencia subconsciente y
, luego de un breve sorbo de café obsequiado y la receta del alba,
indispensable, para seguir viviendo, sin sobresaltos, pues, me dije, me levanto
y zas, a abrir la ventana, aquella que sirve de contacto, con la urbanidad y
los ruidos, que hoy son muy tempraneros.
Y que veo? Un cerro gris,
penetrado por decenas de casitas, anónimas, añejas y acaso de muchas historias,
que podrían llenar fácilmente las páginas de un circuito poético o novelesco,
de esos, que ya no se ven en nuestra Lima megalómana y mega céntrica, al frente
un mega mercado, de acentos transnacionales, victorioso paladín de la derrota
progresiva a las paraditas, los vendedores ambulantes y todo tipo de micro
negocios, porque lo que vale, es la economía de escala, y esas monsergas, pero,
la verdad del asunto, que todo el barrio, tiene su “tarjetón” de crédito, hasta
para comprar un kilo de arroz, por ende, barriga llena, corazón contento, pero
más deudas, más apretón de sueldo y gran mercado, regordete y fanfarrón de lo
bien, que le va en Perú.
Ah...si pues…hay unos
arbolitos, allí guerreros batallando por sobrevivir, contra camiones, autos,
camionetas, motocicletas y todo aquello que expele olor y sabor a combustible,
lubricante, gas y todo eso, que sumado a los “humos” de las fábricas legales e
ilegales, perturban a diario sus posibilidades de seguir siendo, un pálido refugio
de protección al ambiente, cada vez, más siniestrado en nuestra ciudad, como si
estuviéramos esperando, una apocalíptica muestra masiva de deterioro de la vida
y la salud de miles, tal cual, se estila en nuestro modus vivendi, primero
tragedia, después previsión, terrible ecuación.
Pero, no todo es tan física
y emocionalmente deplorable, pues al abrir la ventana, le doy muchas gracias a
la vida, por tener aún, pulmones de sensibilidad y mente amplia, para poder
entender, las complejidades de nuestras terrenales vivencias, en sus
diferencias, semejanzas, debilidades y fortalezas, trajines y pasividades,
alertas y depresiones, esperanzas y decepciones, cariños y sinrazones, todas,
toditas, juntas, ¡De verdad! Me digo, pues, se fueron y no volvieron, pero volverán,
o quizás, tienen amor y no lo manifiestan, o tal vez, lees es difícil expresar
sus sentimientos, pero, ya lo harán, cuestión de tiempo, espacio y…paciencia,
claro que si…!.
Y me acuerdo, al inhalar un
poquitín de oxígeno, que todavía queda, no tendré por este lado del panorama,
flores de las cuales disfrute, pero si tengo, hermosos recuerdos, remembranzas
y visiones de futo extraordinarias, porque lo que vale, es la libertad y me precio
de ello, al ver, caerse uno a uno, quienes ostentosamente, la desprecian a
diario, con sus actos lesivos, pasiones desdibujadas y patrañas lastimosas. Me
siento revolucionario burgués, caramba, libertad, igualdad, fraternidad, ¿Y por
qué no?, si para eso vivimos , para eso vamos dejando los tamices de la piel,
su verdor y lozanía, para eso, no para otras cosas, que nos desamparan sin
cesar, que nos atormentan, por no tenerlas o nos hacen, justamente, traicionar
los dones de la felicidad, a pesar de los cementos, de los smog de toda calaña,
porque , en el fondo del horizonte, todavía hay un sol que amanece, un
pajarillo que trina y una vida nueva, que naciendo, haciéndose realidad, nos
hace reconocer, que somos humanos, hoy y por siempre, a pesar de todo, lo que
tirios y troyanos, gonfalonieros del Hades puedan apostar.
Y allí sigo amigos, todavía
sigo allí, y, vaya que con muchas ganas…!
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