El ex diputado es
claro: si la derecha no levanta la bandera de la difusión de la propiedad, se
quedará sin agenda y se convertirá en simple protectora de empresarios.
La izquierda es una especie de idolatría al estado, asegura Enrique
Ghersi.
El abogado Enrique Ghersi afirma que estaría
encantado si lo gobernara una izquierda como la del Partido Laborista
neozelandés: democrática, eficiente. “Esa izquierda es impecable”, apunta. En
el Perú, sin embargo, la situación es distinta.

En tiempos modernos, la izquierda es una especie de idolatría al estado. Es
curioso que toda esta gente se haya reunido en un solo frente porque facilita
el trabajo de sus adversarios. De manera más política y simple puedes polarizar
y hacer responsable a toda la izquierda, por ejemplo, por los desastres de la
municipalidad de Lima. Yo hasta ahora no entiendo por qué han hecho eso. Mi
única explicación es que sea una necesidad financiera o de alguna lealtad
internacional que los haya llevado, por ejemplo Venezuela o Cuba, a la
necesidad de agruparse en la forma que lo han hecho. Creo que tienen una mala
lectura de la situación política. Me da la impresión que piensan que “la
derecha está saturada” y que si organizan un frente autodenominado de
izquierda, les va a hacer electoralmente más sencillo. Es una lectura bastante
ingenua de la política peruana. En primer lugar porque es muy difícil calificar
al fujimorismo de derecha y aún más difícil a Alan García de derecha. La
respuesta de García al frente de izquierda ha sido la entrevista que dio la
semana pasada a La República en la que declaró que él no cree en el mercado y
es un hombre de izquierda. Mucho mejor hombre de izquierda –retóricamente- va a
resultar Alan García que todo ese frente.
Alan 1 por lo menos.
Alan 1, Alan 2 o Alan 50 porque Alan García es simultáneamente de derecha e
izquierda. Él es un retórico perfecto. Esta discusión por la etiqueta que ha
destapado equívocamente el frente izquierdista puede terminar convirtiéndose en
un búmeran en contra de ellos.
Valgan verdades, no hay una sola
izquierda. Está el frente de Marco Arana y el de Sergio Tejada que reivindica
la Gran Transformación.

SIN CHANCE. La izquierda tiene pocas posibilidades
de éxito en las próximas elecciones. (Andina)
En un estudio que hicimos el año
pasado de ideologías cerca del 60% de los peruanos se podía clasificar de
centro –no era autodeterminación sino a partir de respuestas sobre dónde
estarían ubicados- y 30% eran de una izquierda radical (pienso en Ollanta Humala
2006, Antauro Humala, Gregorio Santos 2015). ¿Le ves posibilidades electorales
a una izquierda de ese tipo en el Perú?
Yo le veo poca posibilidad electoral, lo que no significa que no tengan
influencia política. Uno puede perder una elección y fijar la agenda política
de un país. Le pasó a Vargas Llosa en los noventa. Sería perfectamente posible
que una izquierda muy radical anti-sistémica fijara la agenda política aun
teniendo una derrota electoral. Para eso se requiere talento político y tener
un buen candidato y no creo que lo tengan. Los asesores políticos discuten cuál
es la naturaleza política del sistema peruano. Mark Malloch Brown, asesor de
Vargas Llosa en el noventa, me explicó que en el Perú la política democrática
siempre refleja la estructura de los medios de comunicación que es centrífuga.
Es decir, va de la capital a provincias. La tesis de Malloch era que nunca en
el Perú iba a ganar un movimiento que viniera de provincias a Lima. Solo es
posible hacer política en el Perú del centro a la periferia.
Si eso fuera así, ¿cómo explicas a
Ollanta Humala, un fenómeno que entre el 2010 trabajó la periferia, perdía en
Lima y entró a ganar a Lima?
Es que Humala es un fenómeno mediático de los medios de Lima. Por eso hizo el
gesto del levantamiento insurreccional en Tacna para que replicara a los medios
de comunicación. No es un hombre que viene de provincias, sale de Lima. El
belaundismo fue igual y después convierte la Selva en su bastión. Traigo este
ejemplo porque el fujimorismo fue así. Recuerdo cuando estábamos en el último
tramo de elección del año noventa y la candidatura de Fujimori pasó de ser algo
insignificante a tener más de cinco puntos en una encuesta. Esto llamó la
atención de Malloch y ahí explicó esta teoría. Dijo que debíamos volver a Lima
–estábamos en Cusco- porque si no íbamos a perder la elección. No volvimos a
Lima porque le hicimos caso a Fernando Belaúnde que dijo que nunca un político
peruano había dejado de estar en las provincias del Cusco y de Puno, y perdimos
la elección. Si hubiéramos regresado a Lima en ese momento, tal vez hubiera
sido posible aminorar el avance del fujimorismo en ese momento. ¿Por qué lo
digo? Porque el Padre Arana tiene una capacidad anti-sistémica de movilizar
políticamente, con financiamiento venezolano, cosas en Cajamarca o en Arequipa.
Pero, sus posibilidades de convertir eso en un movimiento electoral nacional
son limitadas.
Pero Goyo y Antauro sí son fenómenos
mediáticos en Lima.
No creo que Goyo lo sea, Antauro sí. Lo que pasa es que Antauro está preso y
sería una grave irresponsabilidad que le disminuyeran la pena, como se
especula.
Muchas personas hablan de la
necesidad de que la izquierda se modernice. ¿Qué piensas al respecto?
Hay dos ideas fuerzas en la izquierda y la derecha. En la izquierda es el
estado y en la derecha, la propiedad privada. El problema con la izquierda –por
lo menos la agrupada en ese frente- es que no ha evaluado debidamente las
limitaciones y características que debe tener un estado moderno. Hay una
idolatría por el estado. Todos sabemos que eso es un error y la incubadora de
todos los vicios que conocemos: corrupción, abusos, prepotencia, ineficiencia e
injusticia.
Además, el Perú ha sido un
laboratorio de esa idea en los años 60, 70 y 80.
Por otro lado, la derecha puede tener en la propiedad privada el gran motor
para abandonar el espíritu elitista y convertirse en una derecha liberal
moderna con un raigambre popular democrático que es la difusión universal de la
propiedad. En el Perú, hay temas que no se le pueden dejar a la izquierda. La
derecha tiene que levantar claramente la bandera de que la propiedad de los
recursos naturales tiene que ser de los peruanos y que la propiedad del
subsuelo debe corresponder a los propietarios del suelo. Si hay una comunidad
indígena o una familia encima de la mina, ellos deben ser los dueños de esos
recursos. Si la derecha no levanta la bandera de la difusión universal de la
propiedad, se queda sin agenda y se convierte simplemente en la protectora de
empresarios, grupos de interés y pierde toda la posibilidad de conectarse con
la población.
Si la izquierda es complicada, la
derecha lo es aún más porque ni siquiera se etiquetan como derecha.
Y el tema de la derecha en el Perú es que no tiene principios, solo intereses.
Quería terminar de preguntarte por un
aspecto fundamental de la izquierda y es que cuando uno escucha el discurso de
cualquiera de estas coaliciones prima el anti-modelo, una lucha contra el
neoliberalismo. ¿Qué partes crees tú que son imprescindibles y qué otras
negociables?
Yo no creo que haya un modelo. Fujimori llevó a cabo intuitivamente –y en
algunos casos ingenuamente- un programa en el que no creía. El modelo es esta
versión fujimorista de lo que fue el plan de gobierno del FREDEMO que hoy
es cualquier cosa porque lo hicieron puré hace tiempo. Si tú lo que tenías era
un modelo que se basaba en la privatización de las empresas públicas, el
equilibrio de las cuentas fiscales, libertad de precios de mercados,
esencialmente eso está vigente.
O sea sí hay una parte del modelo que
está consolidada.
Esa parte está consolidada y es esencial. Pero, hay otras cosas que forman
parte intrínseca del “modelo” que no han sido nunca asumidas ni por sus
propulsores ni por sus enemigos: las reformas institucionales, del Poder
Judicial, del Estado. No se hicieron nunca las reformas institucionales que
eran absolutamente esenciales. Esa parte de la agenda se privatizó con
monopolios, una cosa monstruosa. Y los monopolios se han mantenido. Por
ejemplo, lo de las empresas de telecomunicaciones, habría que discutir si el
sistema regulatorio es efectivamente el mejor. La tarifa telefónica en el Perú
es carísima. Así podríamos encontrar en distintas áreas y actividades nudos
mercantilistas que están pendientes de solución. Yo diría que esos puntos son
críticos. Inclusive, un defensor de la economía del mercado sabe que en el Perú
en algunos temas difícilmente exista una economía de mercado.
Si tuvieras que disponer de un modelo
de izquierda que sea viable para el futuro político del Perú, ¿cuál sería?
Yo estaría encantado si me gobernara una izquierda como el partido laboralista
neozelandés de Roger Douglas y Ruth Richardson. Porque es más liberal que
cualquier partido liberal del mundo. Es una izquierda democrática,
parlamentaria, eficiente. Esa izquierda me parece impecable. Otro ejemplo es la
izquierda chilena de Ricardo Lagos. Ya no puedo decir lo mismo del segundo
gobierno de la señora Bachelet.
MINERÍA. Las comunidades deben ser dueñas de los recursos
naturales para acabar con las protestas en las zonas de explotación. (Perú21)
Cuando alguien ataca a la izquierda
sabe quién va a responder. Pero cuando la izquierda ataca a la derecha, nadie
responde. ¿Qué es la derecha en el Perú?
Es una cosa sumamente amorfa. El gran partido de la derecha peruana, el PPC,
difícilmente es un partido de derecha. En primer lugar tienen un complejo bien
grande y dicen que no lo son. En segundo, es el ala derecha de la democracia
cristiana, y no han querido aceptar nunca su origen. Además, son una coalición
de abogados que defienden a sus clientes. Eso es el PPC hasta hoy.
¿Pero y PPK, Alan, Keiko no son
de derecha?
PPK es un caso sumamente curioso. Es mi amigo, he sido su abogado, he
votado por él, pero tiene un gran problema: en el fondo no cree en el mercado. PPK es
ultra criollo, muy experimentado políticamente –está en política desde el
primer gobierno de Belaúnde-.PPK cree en la intervención estatal cuando él
es el responsable. Es un grado superior del intervencionismo. Los defectos del
mercado los puede corregir él.
Es un gran banquero de inversión, no
necesariamente un gran economista.
No me cabe duda, yo le tengo un gran respeto intelectual. Poca gente sabe que
estudió con Isaiah Berlin y que tiene una formación filosófica y académica como
probablemente no ha tenido ningún otro político peruano. Lourdes no cree en el
mercado, nunca creyó. Y Alan no cree en nada, sino en él mismo. Puede ser de
derecha, izquierda, ecologista. El peor error de Chávez fue pelearse con Alan.
Si Chávez en lugar de pelearse, lo seducía hubiera sido el mejor representante
de la izquierda en el Perú. Pero había una disputa por egos, entonces el
problema fue personal, no ideológico. Yo dudo que García tenga muchas
objeciones de fondo a la política chavista. Si tú lees sus trabajos te queda
claro que García nunca ha creído en la política económica que ha llevado a
cabo. Ahora, hay que tener madurez política para gobernar sin creer en lo que
haces. Si Alan selecciona un candidato vicepresidencial como Diego García Sayán
–lo que se dice por los corrillos de Lima- el Alan García de esta candidatura
va a ser uno un pelo corrido a la izquierda y se va a quedar con todos los
votos de la izquierda. Si la segunda vuelta es entre Alan y Keiko, la va a
tener muy fácil.
¿Y Keiko Fujimori?
Keiko me parece una magnífica persona. No la conozco en lo personal, pero me
traduce una imagen fiable, fresca e inteligente. El fujimorismo tiene ahí un
electorado leal, pero va a tener el problema de convencer en segunda vuelta a
los no fujimoristas de sus convicciones democráticas y sobretodo, de su
independencia en el caso de ser presidente frente
a la influencia de su padre. No sé si tenga éxito. Para ella va a ser muy
importante, como para García, la selección del vicepresidente. En el caso de PPK,
es menos importante. Para él importa su edad. Debe poner a un joven no importa
el signo de dónde venga. Una mujer joven como Beatriz Merino.
Si a la izquierda se le puede
criticar de retrógrada, a la derecha se le critica de mercantilista.
Yo la calificaría de insensible. El problema de la derecha peruana es que no
quiere entender que el Perú es más grande que las playas de Asia y que hay que
ver un poco más allá de sus narices. El Perú ha cambiado mucho. Si viajas por
provincias, verás que hay una clase media ascendente. Hay ahí una burguesía
provinciana que en los últimos veinte años ha mejorado su ingreso real. Hay
jóvenes universitarios en todo el Perú mucho mejor informados porque Internet
te da un acceso a la bibliografía, literatura, ya que es gratis.
¿Por qué crees que le es tan difícil
a la derecha abrirse un paso en el escenario político? Porque no hay un
candidato o representante de la derecha liberal.
Yo creo que es un problema de liderazgo. La política es antropomórfica. Si no
hay una cara ahí que le ponga un rostro, una sonrisa, voz a eso, es más
difícil. Tú no organizas una aventura política entorno a una idea metafísica,
eso es demasiado abstracto. Sí me atrevería a decirte que en cualquier minuto
va a aparecer un líder. Hay jóvenes universitarios muy listos y brillantes.
Vamos a ver qué sucede. Le pasa a la izquierda. Si la izquierda regresa alguna
vez a la presidencia va a ser nucleándose en torno a Ollanta Humala. No creo
que haya otro político de izquierda que pueda soñar con gobernar el Perú que no
sea uno de los Humala. Y ya los Humala no creen en la izquierda, por lo menos
en la vocinglera del pasado. La derecha peruana, la democrática y liberal –no
el fujimorismo- tiene la tarea pendiente de construir una candidatura que sea
verosímil. Pedro Pablo ha hecho el canto del cisne. Es el candidato más viejo y
más simpático para los jóvenes. Estoy seguro que si PPK tuviera diez
años menos, ganaba la elección. Lo que pasa es que su edad va a ser un gran
problema.
Juan Carlos Tafur en un artículo
reciente sostiene que esta campaña va a ser sangrienta porque a diferencia de
las elecciones del 2006 o 2011, el incumbente va a ser un actor político. O
sea, Toledo no se presentó o no presentaron candidato importante en el 2006.
García tampoco lo hizo en el 2011. Este gobierno sí va a actuar y eso va a
generar una crispación. Yo añadiría a eso que la naturaleza de este gobierno es
conflictiva.
Ha pasado antes. Alan García no postuló en el noventa, pero él hizo presidente
a Fujimori. Yo no creo que un gobierno de salida determine quién gana en una
elección en el Perú, pero sí puede impedir que lo hagas. Como lo hizo Alan
García.
Eso es lo que ofreció en el 2011 y no
ocurrió. Su “yo puedo impedirlo” significó que muchas personas le preguntaran
si salía Ollanta o no, y él se ufanó de decir varias veces que se preocuparía
de que no ocurriera.
El esfuerzo de Vargas Llosa por conseguir la moderación de la izquierda impidió
que eso sucediera. No me extrañaría que lo intentaran. Ellos tienen al General
Urresti que a mí me parece un buen candidato –aunque no votaría por él-. Es un
hombre que puede obtener un 15% y meter un grupo parlamentario que si además,
tiene una lista encabezada por la primera dama –quien no tiene ningún obstáculo
legal para ser candidata al parlamento- terminaría teniendo una representación
parlamentaria respetable. Urresti puede resultar mucho más interesante
electoralmente que la coalición de la izquierda. Yo creo que la mejor
descripción que hace Juan Carlos (Tafur) es de cómo se vota en el Perú. Él dice
que “en el Perú se vota por joder”, que es efectivamente cierto. Yo le
recordaría a Juan Carlos que, como él ha dicho, la gente vota por joder y eso
siempre modera la política peruana. En el fondo, como el voto es encima
obligatorio todo el mundo va molesto a votar. Entones, el día de la votación,
el ciudadano se toma una revancha con los políticos y dice: “A ver, ¿quién es
el peor? ¿Quién es el más loco? Voto por él para joderlos a todos.”
¿Qué posibilidades le ves a un
outsider? Está Julio Guzmán o Mauricio Diez Canseco.
En el caso de Mauricio Diez Canseco, me parece muy duro para ser el outsider.
En el de Julio Guzmán, es demasiado academicista. Un outsider podría ser un
personaje de la televisión o un deportista. Podría aparecer de ahí. No asoma
ninguno, pero, si tú quisieras un candidato, de afuera no va a venir, tiene que
ser conocido pero antes de ser candidato. No creo que sea posible repetir la
experiencia de Fujimori.
O sea, que el sector C, D y E los
conozca previamente por cualquier otra faceta.
Yo creo que el anti sistema ha logrado transmitir un descrédito a la clase
política equivalente al de los años noventa (si no más). Esta idea de que el
Parlamento es inútil lleno del robacable, el robaluz, lleva a que aparezca un
candidato que diga: “yo soy todo lo contrario, voten por mí”. Yo no soy amigo
de Alan García, pero sus amigos dicen que dice que cualquier tipo que se lo
proponga en el Perú puede ser presidente. Esa es la mejor definición de
outsider: un tipo que tenga la voluntad de poder. Puede ocurrir. Mujer u
hombre. Yo diría que el perfil de cuarentón ya conocido que venga de un mundo
con una gran exposición a la opinión pública periodística, farandulera, del
espectáculo o del deporte.
¿Cuáles son los temas primordiales
que deberían debatirse en la próxima campaña política?
Soy un liberal de manera que no puedo estar ajeno a mi punto de vista. El gran
tema es la propiedad privada del subsuelo. Que los campesinos sean los dueños
de la riqueza mineral, petrolera y gasífera del Perú y se acabará para siempre
la retórica anti minera. Que el Estado cobre sus impuestos, pero que las
empresas hagan contratos con ellos para explotar la riqueza mineral. Si se
resolviera este conflicto y la empresa fuera aliada de la población en lugar de
enemiga, la prosperidad del Perú estaría asegurada y los lugares más pobres de
este país se convertirían en los más ricos.
¿Y tú crees que eso arreglaría la
informalidad?
La informalidad minera es la otra cara de este mismo problema. La gente explota
de facto ilegalmente porque no puede tener la propiedad de las mismas. No creo
que las cosas se arreglen automáticamente, pero este es el gran conflicto que
le impide al Perú desarrollar los grandes proyectos de inversión indispensables
en la próxima década. El segundo punto es la justicia peruana que no funciona.
El ministerio público ha fracasado y el monopolio de la acción penal lo único
que ha hecho es incrementar el delito. No funciona. Hay que eliminar el Ministerio
Público. En otro tema es el Poder Judicial. Yo respeto la probidad e integridad
de los magistrados correctos, pero tampoco funciona. Yo soy un creyente de la
participación popular de la administración de justicia porque además, es una
escuela de civismo. Vamos a darle jurados al sistema, ¿por qué no? Tienes dos
jueces profesionales y dos jueces ciudadanos y la sentencia sale por
unanimidad. ¿Qué has logrado? Primero, haces más complicada la corrupción.
Segundo, educas a la población. La administración de justicia ya no te es ajena
porque eres parte. Tercero, la competencia a través de un procedimiento
descentralizado de la administración de justicia es necesariamente mejor que
cualquiera centralizado. Hay muchos otros temas como la regionalización que ha
fracasado, la estructura tributaria absolutamente irreal, absurda e
ineficiente. Soy un partidario de bajar los impuestos para recaudar más y
dinamizar la economía, la competencia en los temas laborales, la regulación
profundamente deficiente, se necesita más controles ex post que ex ante.
Aldo Mariátegui tiene esta teoría del
“electarado”. Dice que no es suya, pero por lo menos es el que la hace más
visible y popular. Sostiene que los peruanos votamos mal, elegimos
equivocadamente. ¿Estás de acuerdo?
No. Todo depende de cómo entiendes que vota la gente. Yo creo que la votación
es racional, pero en el Perú, votar es un acto de venganza. Esa es una decisión
profundamente racional, pero distinta a la lógica de la razón. Lo que la gente
dice es “que todos se jodan”. José Luis Sardón ha explicado muy bien los
incentivos electorales. No es que sean intrínsecamente incapaces de tomar una
decisión, sino que actúan por incentivos, pero si pones los incentivos como
están puestos en el sistema electoral peruano, el resultado es el peor. Tenemos
un sistema electoral que está hecho para elegir al peor. Lo irracional es el
sistema, no las personas. Yo soy un optimista, yo siempre creo en la capacidad
infinita del ser humano en conquistar su propio futuro.
Ghersi sostiene que el ex ministro obtendría 15% de votos
Podría llegar al Congreso. (USI)
“Daniel Urresti me parece un buen candidato, aunque
no votaría por él. Es un hombre que puede obtener un 15% y meter un grupo
parlamentario, que, si, además, tiene una lista encabezada por la primera dama
–quien no tiene ningún obstáculo legal para ser candidata al Parlamento–,
terminaría teniendo una representación parlamentaria respetable.
Urresti puede resultar mucho más interesante
electoralmente que la coalición de la izquierda. Yo creo que la mejor
descripción que hace el periodista Juan Carlos (Tafur) es de cómo se vota en el
Perú. Él dice que “en el Perú se vota por joder”, que es efectivamente cierto.
Yo le recordaría a Juan Carlos que, como él ha dicho, la gente vota por joder y
eso siempre modera la política peruana. En el fondo, como el voto es
obligatorio, todo el mundo va molesto a votar el día de las elecciones.
Entonces, el día de la votación, el ciudadano se toma una revancha con los
políticos y dice: “A ver, ¿quién es el peor? ¿Quién es el más loco? Voto por él
para joderlos a todos”.
AUTOFICHA
■ “Me titulé en Derecho en 1986, en la Pontificia Universidad Católica del
Perú, donde además obtuve una maestría en Derecho Civil.
■ “Profesor de la Universidad de Lima, profesor
visitante de la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala), profesor honorario
de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte (Guayaquil) y profesor visitante de
la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Buenos Aires)”.
■ “Miembro de Sociedad Mont Pelerin, de la que he
sido vicepresidente”.
SABÍA QUE
·
Ha sido diputado por Lima y miembro de la Comisión Bicameral de
Presupuesto. Es coautor de El otro sendero con Hernando de
Soto y Mario Ghibellini, y autor de numerosas publicaciones. Es académico
adjunto del Cato Institute (Washington D. C.).
·
Es dueño del Estudio Ghersi Abogados, uno de los más prestigiosos del
país, teniendo entre sus clientes a personalidades como Alfredo Bryce
Echenique, Francisco Tudela y la Universidad de Yale.
EL PERÚ CAMBIÓ
·
¿Si se puede criticar a la izquierda de retrógrada,
a la derecha se le critica de mercantilista?
“Yo la calificaría de insensible. El problema de la derecha peruana es que no
quiere entender que el Perú es más grande que las playas de Asia y que hay que
ver un poco más allá de sus narices. El Perú ha cambiado mucho. Si viajas por
provincias, verás que hay una clase media ascendente. Hay ahí una burguesía
provinciana que, en los últimos 20 años, ha mejorado su ingreso real”.
Por Juan José Garrido
(director@peru21.com)
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