Un buen físico, ¿Más importante que parecer listo para un líder?

Según un estudio de la Universidad de Amsterdam, así es

10/11/2014 ¿Qué buscamos en un líder? ¿su capacidad de comunicar y movilizar? ¿el aspecto físico? ¿su carisma? Puede que la suma de todas estas cosas nos influyan a la hora de elegir a nuestro candidato político favorito o al responsable de una empresa. Pero de todas estas cualidades una de las que más peso tiene es la apariencia, aunque sea la menos buscada. Un estudio de la Universidad de Amsterdam confirma que a la hora de elegir un líder nos fijamos más en los candidatos con aspecto saludable frente a los que parecen más inteligentes. La investigación se publica en la revista «Frontiers in Human Neuroscience».

Para llegar a esta conclusión el equipo de Brian Spisak se centró en los rasgos faciales que la mayoría de las personas reconocen en un líder. Características como la salud, la inteligencia o el atractivo físico que también dicen mucho del carácter y el comportamiento de una persona. Por ejemplo, tanto en hombres como en mujeres, la personalidad más colaboradora se asocia a rasgos femeninos y los rostros más masculinos, debido a los niveles de testosterona, se relacionan con personas agresivas que suelen asumir más riesgos, explican también desde ABC.es.

La misma foto pero retocada
Los investigadores pidieron a 148 voluntarios, hombres y mujeres, que se pusieran en el lugar del dueño de una empresa que debe elegir a su nuevo consejero delegado. Les especificaron los retos que tendría el nuevo CEO de la empresa: impulsar una competencia más agresiva, renegociar una asociación clave con otra compañía, introducir a su compañía en nuevos mercados o supervisar la explotación de energías no renovables, entre otros. Para cada reto empresarial, a los participantes se les daba a elegir elegir entre dos fotos de rostros masculinos. 

Las fotos siempre eran del mismo hombre, aunque parecían diferentes porque el rostro se había retocado digitalmente de manera que parecían distintos. La manipulación se había hecho para que los rostros parecieran más o menos inteligentes o más o menos saludables, cambiando su estructura facial.

Curiosamente, en el 69 por ciento de los casos se optó por los rostros que parecían más saludables en detrimento de los que tenían una mirada más inteligente. Y esta elección se repitió para la mayoría de los retos que se planteaban, salvo para cuando se buscaban hombres que hicieran frente a labores en las que fuera necesaria más diplomacia y tener nuevas ideas, como es la renegociación entre compañías o la explotación de nuevos mercados. Solo en estos dos casos, los participantes en el estudio eligieron caras con aspecto «más inteligente».

Invertir en imagen
El autor principal del estudio sugiere que este estudio demuestra que la imagen saludable es uno de los aspectos más a tener en cuenta para alquien que quiera ejercer una posición de liderazgo. «La inteligencia importa en situaciones específicas, mientras que el buen aspecto físico importa un contexto más general», apunta Brian Spisak, profesor de la Universidad de Amsterdam
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