Pisando Fuerte No. 72 ¡ Soy Autoempleado provinciano…me levanto muy temprano…!

Pisando Fuerte No. 72
¡ Soy Autoempleado provinciano…me levanto muy temprano…!
Por : Guillermo Pérez Herrera

Cuando hablamos, opinamos y asumimos posiciones,  respecto a los trabajadores , denominados “informales”, seguramente no sabemos, que su presencia en el país, implica la presencia de 12 millones de trabajadores y trabajadoras, en múltiples ocupaciones, y, con un signo en común, lo difícil que le resulta, desempeñarse en la precariedad y la tensión propia, de supervivir en los espacios públicos. Es importante nos informemos, de las características de este contingente laboral mayoritario en el país y labrado, a propósito de la histórica y contestataria canción de Lorenzo Palacios Quispe “Chacalón”, en la respuesta masiva, frente a las incapacidades de un Estado desarmado de opciones y en Gobernantes, que nunca han sabido encontrar políticas eficientes, eficaces, pertinentes y transparentes, para sacar adelante el empleo en el país, sobre la base de un valioso valor agregado, que es la creatividad y habilidades sociales de estos trabajadores y sus familias.
Según INEI en su Informe la Economía Informal en el Perú se puntualiza, los siguientes datos, que agradeceré, se tome nota:
El empleo informal es el conjunto de empleos que no cuentan con los beneficios estipulados por ley. Existe empleo informal en el sector informal y fuera de él. Dentro del sector informal, todo el empleo es informal. Fuera del sector informal, existe una parte de empleo informal y otra de empleo formal. Es importante distinguir lo informal de lo ilegal y lo subterráneo. Estos tres conceptos se consideran como parte de la Economía No Observada en tanto que actividades productivas, pero existen diferencias entre ellas.
La mayor parte de las actividades del sector informal involucra producción y distribución de bienes y servicios completamente legales. Las actividades del sector informal no se hacen necesariamente con el fin de delinquir, de evadir impuestos o infringir disposiciones legales.
Pese a ello, puede haber una intersección entre lo informal, lo ilegal y lo subterráneo.
Es importante medir la economía informal dentro del marco de las cuentas nacionales puesto que este es capaz de ofrecer un cuadro coherente a nivel agregado e identificar su aporte en la economía nacional.
Considerando actividades agropecuarias y no agropecuarias, en el año 2012 el 74,3% de la PEA ocupada se desempeñó en un empleo informal como actividad principal. Este porcentaje se descompone en 57% de empleo en el sector informal y 17,3% de empleo informal fuera del sector informal.
Considerando únicamente actividades no agropecuarias, en el año 2012 el 66,7% de la PEA ocupada se desempeñó en un empleo informal (actividad principal). En el sector informal se encontraba el 44,1% de la PEA ocupada, mientras que el 22,6% lo hacía en un empleo informal fuera del sector informal. Se observan casos de departamentos con alta incidencia de pobreza y también con altas tasas de empleo informal, que puede ser materia de otras investigaciones sobre la posible relación de causalidad entre ambas.
Desde el año 2007, el sector informal absorbe en promedio el 59% del total de la PEA ocupada y aporta el 19% del Producto Bruto Interno del país. Estos datos sugieren que el empleo en el sector informal es fundamentalmente precario y de baja productividad.
Del total de hogares peruanos, sólo el 13% tienen ingresos laborales provenientes íntegramente
de empleo formal. El 40% de hogares peruanos tienen ingresos laborales provenientes íntegramente de empleo en el sector informal.

Si en condiciones de dificultad, de falta total de oportunidades , el empleo informal, en la lógica del AUTOEMPLEO , hecho a pulso, junto a la familia,  aporta el 19% del PBI, imaginemos, con apoyo, con reflejos de real gobernanza, lo que este contingente ciudadano y trabajador, podría aportar al país, por ello, sorprende, que a pesar de existir tendencias mundiales, como la elaboración de una Recomendación en la 103 Conferencia OIT, de Junio 2014, denominada “Transito de la economía informal a la economía formal”, en nuestro país, exista un Ministerio inerte , en iniciativas, que se haya desmontado una Comisión Tripartita de Economía Informal, en el 2006, en el seno del Consejo Nacional del Trabajo, que decenas de organizaciones nucleadas en la Plataforma de Trabajadores y Trabajadoras Autoempleadas-PTTA hayan alcanzado soluciones, en las dimensiones de la institucionalidad, el diálogo social, protección social, capacitación, financiamiento, gestión empresarial, ante este sector y la Presidencia del Consejo de Ministros, hasta en 3 oportunidades, sin encontrar mayor atención, como si , como los tiempos de siempre, se viera a la mayoría laboral del Perú, como ciudadanos de segunda clase.

Si pues, tal cual, clama la canción, parafraseamos, “Soy autoempleado provinciano, me levanto muy temprano, para ir con mis hermanos ayayayay a trabajar…busco un nuevo camino en esta ciudad..ah, ah, donde todo es dinero y hay maldad, ah, ah, con la ayuda de Dios sé que triunfaré ah, ah…”, y de seguro, que en algún momento, la fuerza telúrica, que nutre a millones de personas, su creatividad, empeño y persistencia, su desafío al infortunio , la intolerancia e insensibilidad de un absurdo modelo económico y social, que hace de nuestras vidas un automatismo brutal, encontrará, perfilando esfuerzos de unidad, superación de su natural dispersión y la asunción de un programa concertado de acción colectiva, podrá doblegar, más de 60 años de abandono y postergación, de quienes detentan sin merecerlo, la sucesiva conducción de la patria que queremos y por la cual vivimos. ¡Claro que sí!, Así será!


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