“La región tiene el riesgo de entrar en una etapa de estancamiento”

 01 de junio de 2014 | 

economista. Augusto de la Torre participó recientemente en el foro internacional sobre AFPs realizado en el Cusco.
economista. Augusto de la Torre participó recientemente en el foro internacional sobre AFPs realizado en el Cusco.
Augusto de la Torre. Economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial (BM). Previamente fue presidente del Banco Central del Ecuador y se desempeñó también como economista del Fondo Monetario Internacional.
Rumi Cevallos Flórez.

El economista jefe del Banco Mundial cree que los países de la región, entre ellos el Perú, no aprovecharon los años de bonanza para generar sus propios motores que lo lleven a un crecimiento sostenido. La baja inversión en educación, en ciencia y tecnología, continúan siendo los problemas de siempre en todos los países.
¿Cómo van los vientos de la economía mundial y latinoamericana?
Los vientos que nos empujaban han disminuido. La región está terminando una década magnífica que fue propulsada por un ambiente bondadoso internacional que favoreció a los países de la región, principalmente a los exportadores de productos primarios, porque sus precios subieron al cielo, y además por el ingreso de China que se volvió un gran comprador. Eso generó en la región una década casi dorada, donde hubo mucho progreso social, reducción de la pobreza e incluso de la desigualdad. 
¿Pero eso ha cambiado?
Sí, porque ahora la región está en una encrucijada y tiene que encontrar el camino para crecer sin mucha ayuda del mundo. Y va tener que encontrar sus propios mecanismos, sus motores propios de crecimiento, y la región no se caracteriza por haber hecho eso bien en el pasado, porque tenemos 100 años de crecimiento bajo en la región.
¿Se desaprovechó los años de bonanza, de vientos buenos para hallar esos motores propios que posibiliten un crecimiento sostenido en el futuro?
La respuesta a su pregunta depende de si uno es pesimista u optimista.
Pero usted es optimista…
Bueno, en general puedo decir que se ha aprovechado en dos medidas en particular, en dos dimensiones se aprovechó mucho, y en dos se desaprovechó la década, porque se postergaron reformas que si se hubieran hecho ahora nos estarían ayudando a crecer.
¿Qué aspectos fueron aprovechados en esa década?
En consolidar la macroeconomía. Se aprovechó en consolidar la política fiscal, la política monetaria, en consolidar la política de regulación financiera. Hubo grandes avances para la región y se aprovechó en ese tiempo la política para generar una mejora de la distribución del ingreso y elevar la calidad de vida de los pobres. Entonces hubo una agenda social más vigorosa, en donde también fue aprovechada. También se despertaron unas expectativas positivas respecto al futuro de la región y como resultado de eso, la inversión privada creció en la mayor parte de países de la región y ahora las tasas de inversión en países como el Perú son tan altas como las asiáticas, con excepción de China, que es un caso excepcional.
¿Y dónde la desaprovechamos?
Hemos desaprovechado ese momentoen generar una mejor infraestructura física que se requiere para el desarrollo. Se necesita buenos sistemas de carreteras, de transporte, de telecomunicaciones, de energía que apoyan el proceso productivo. Allí nos atrasamos, nos rezagamos. En la calidad de educación también hay rezago. Hemos conseguido que los niños vayan a la escuela, pero la calidad de la educación sigue muy débil y como resultado de ello nuestra fuerza laboral no es tan productiva como quisiéramos que sea. 
Estamos con los mismos problemas de siempre...
Y tenemos la agenda difícil, importante y tiene que ser muy ambiciosa en el mejoramiento de la educación. Creo que también hemos desaprovechado la oportunidad de hacer mejoras en el ámbito de la innovación, en la capacidad de innovar, en la capacidad de adaptar tecnologías.
Y en invertir en ciencia y tecnología, fundamentalmente.
Exacto. Y de producir talento científico y tecnológico. Las universidades todavía tienen un déficit en la producción de ingenieros y de tecnólogos o de científicos. Creo que es una mezcla donde la región recibe buenas notas en algunos aspectos y notas relativamente bajas en otros aspectos.
A nivel internacional vemos que China está con problemas y Estados Unidos recupera su economía, y en este contexto el Perú crecerá mucho menos este año y el Banco Mundial ya estimó que el país crecerá 5,5% este año. ¿Qué hacer?
Todos los países emergentes están experimentando una desaceleración con muy pocas excepciones. Esto es un fenómeno generalizado. La revista británica The Economist la llamó la gran desaceleración. En Europa del Este, en Asia, y en América Latina se nota una desaceleración. En promedio en la región está creciendo tres puntos menos de lo que estaba creciendo antes. Traíamos un crecimiento de 6% en promedio, y ahora estamos en 2,5%, Perú también está desacelerándose. Todo esto refleja ese cambio en el panorama internacional, y la desaceleración china a nosotros nos importa mucho, porque estamos conectados de manera vigorosa con China. Dudo mucho que lo que pase con Estados Unidos y Europa compense completamente la desaceleración en China, porque no solo afecta la demanda agregada global y el comercio global, también afecta los precios de las materias primas. Este es el nuevo entorno en el que nos encontramos. China no va volver a crecer a los ritmos que venía creciendo antes, China entrará a una fase de crecimiento que en promedio de 7 a 7,5%.
Que no es el 10% al que estábamos acostumbrados.
Claro, entonces, esta vez a los países de la región el mundo no nos va jalar. Vamos a tener que jalar nuestras propias capacidades endógenas de crecimiento y eso depende del grado en el que podamos acumular capital humano y físico a través de la inversión, y también depende del grado en el que podamos mejorar la manera como producimos bienes y servicios. Eso se llama productividad, y en ese sentido llevamos un retraso importante. Creo que la región tiene el riesgo de entrar en una etapa de estancamiento en el progreso. El progreso estaba avanzando rápidamente, el progreso social en particular, y creo que vamos a estancarnos. 
¿Y qué efectos ve usten con este probable estancamiento?
Va producir tensiones importantes, desafíos de política importantes, y las poblaciones se van a preguntar por qué.
¿Se estancarán las condiciones para salir de la pobreza?
No es que vamos a volver a aumentar la pobreza, pero el ritmo de reducción de la pobreza y el ritmo de movilidad social ascendente va reducirse, y eso ya es suficiente para crear un grado de frustación social que creo que se nos viene y que hay que responder adecuadamente explicando a la población el cambio en el que estamos viviendo y generando los consensos políticos para las reformas ambiciosas sin las cuales nos quedaremos creciendo al 2,5% o 3% en promedio en los siguientes años.
¿En qué momento cree usted que podríamos salir de esta situación complicada?
Las reformas estructurales que mejoran la productividad normalmente no rinden beneficios inmediatamente, entonces habrá que hacer algunas cosas que permitan sortear la coyuntura y estimular la economía dentro de los parámetros que una sana macroeconomía permite. Y por otro lado, gestionar las reformas de manera que alguna de ellas puedan tener beneficios tempranos a sabiendas de que la mayor parte de estas reformas tienen beneficios en el mediano plazo. 

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