Diálogo Vecinal niega ruptura de negociaciones con Villarán

¿Diálogo Vecinal rompe con Susana Villarán?

Reuniones entre Gustavo Guerra García y Jaime Salinas provocan distanciamiento.

Traición. Así fueron catalogadas, para la alta dirigencia de Diálogo Vecinal, las constantes reuniones que se vienen realizando entre Gustavo Guerra García y el antiguo líder de esta agrupación Jaime Salinas.

 Según fuentes de ese partido, el propósito de dichas juntas es para desestabilizar el poder que tienen Raúl Guerrero Bazán y el alcalde de Comas Nicolás Kusunoki, cabezas de dicha agrupación.

 En una fotografía, a la que diario Exitosa  tuvo acceso, se puede ver a los funcionarios Salinas y Guerra platicar en un restaurante de San Isidro. La imagen habría sido tomada a inicios de semana y fue propalada por la dirigencia de DV, provocando el rechazo inmediato y el distanciamiento momentáneo de las conversaciones con Susana Villarán. “La alianza no va más”, habría sentenciado Guerrero Bazán dejando en suspenso la inscripción de la alcaldesa.

 Exitosa conversó con Guerrero, personero legal de Diálogo Vecinal y este respondió: “Lo que ha sucedido es que se han venido inaugurando varios locales partidarios sin el consentimiento de nuestra agrupación, y eso no se puede hacer sin nuestro permiso.

 Esto ha provocado que paremos las conversaciones con Fuerza Social. Todo se ha detenido. No te puedo dar más información porque recién vamos a convocar una reunión para establecer cuáles son los puntos de discusión”, aseveró y nos citó a una entrevista telefónica a la que nunca respondió.

Como se sabe, Jaime Salinas ha denunciado al partido Diálogo Vecinal de ser manipulado por gente indecorosa. “Guerrero Bazán habría obtenido el dinero y la logística necesarias para recolectar las 500.000 firmas necesarias para inscribir la agrupación provincial para Lima (168.500 válidas) después de varios intentos fallidos. ¿Quién lo habría financiado? Por otro lado Agustín Román, el hermano del prófugo exvicepresidente regional de Áncash, habría negociado y cobrado un cupo de US$150,000.00 con el empresario Guillermo Sendón para ser el candidato a Lima del usurpado nuevo Diálogo Vecinal”, escribió en su blogspot.

 Al ser consultado por Exitosa, el regidor opositor confirmó su reunión con Guerra García y aseguró que se trataron temas referidos a la reforma del transporte, sin negar que le expresara su preocupación por lo que viene sucediendo con Diálogo Vecinal. “Es increíble que a pocos días de cerrarse formalmente la inscripción de candidatos, la alcaldesa siga en estos temas que demuestran la informalidad hasta para candidatear”, disparó Salinas.

 A diez días de vencer el plazo para solicitar la inscripción de candidaturas a las elecciones del 5 de octubre, la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y Diálogo Vecinal siguen conversando para decidir si la autoridad municipal postulará a la reelección con esta agrupación.

"Es muy probable que sea así", había sido lo último que dijo Villarán sobre su eventual candidatura por Diálogo Vecinal, en entrevista concedida a El Comercio en la quincena de junio.

El jueves circularon en redes sociales rumores de que el diálogo se había roto, pero ayer el vocero de la agrupación, Francisco Lastres, lo negó. “Nosotros estamos en negociaciones. No tengo por qué dar más detalles. Las conversaciones no se han roto. Tenemos diferencias que se tienen que limar, pero eso no quiere decir que se hayan roto las relaciones. Eso lo niego rotundamente”, respondió a este Diario.

El Comercio se comunicó esta tarde con Salomón Lerner, líder de Ciudadanos por el Cambio, colectivo que apoya la candidatura de Villarán, pero indicó que se mantiene al margen de las negociaciones. Señaló que una de las personas que participan en estas es Augusto Rey, asesor de la Gerencia de Promoción de Inversión Privada de la Municipalidad de Lima, pero no fue posible recoger su versión, ni la de otros representantes de Fuerza Social.

Como se recuerda, Fuerza Social es el partido con el cual Villarán ganó la alcaldía en el 2010, pero perdió su inscripción al no haber alcanzado el 5% de los votos en las elecciones generales del año siguiente.