Pantallazo
No.40
El Transporte de Lima ¡Vade Retro
Satanás!
Por: Marcial Guillermo Pérez
Herrera
Hola!, para
comenzar Vade retro Satanás es una expresión latina que
significa «Apártate, Satanás», una
oración medieval católica usada en el exorcismo y vaya que el transporte
Limeño, en sentido figurado, pero , en
la realidad dura y pura, con mucho trabajo técnico, administrativo, educativo y
hasta mental, desde la perspectiva de la salud, requiere, cada vez con más
urgencia.
Pareciera que en este escenario, de todos
los días, horas, minutos y segundos, de millones de ciudadanos, adultos, niños
y veteranos de mil combates, el sentido del transcurrir, del cambiar, son
inmutables, no tienen sentido y me parece, van amaestrando a quienes son más débiles,
al punto de callar ante lo indeseable y aceptar, al son de un audífono en los
oidos, escuchando, sabe Dios qué, los improperios, atropellos, salvajismos y
todo tipo de cinismos habidos y por haber.
Para comenzar, es clásico, como en otras
advertencias gráficas peruanas, total ¡LIMA
es el PERÚ no…! burlarse con sabor maldiciente de, por ejemplo, “PROHIBIDO ESTACIONAR”, consecuencia , decenas de autos de todos los colores, marcas, consistencias y antigüedades,
hasta mal ubicados, haciendo caso omiso de este ukase.
Ni que decir, de “Velocidad máxima 40 Km. por hora”, en zonas de necesaria e
innegable serenidad en el ritmo de la velocidad, pues, si acertaron, nadie lo
cumple y aquel que osa hacerlo, es desbordado, a punta de insultos, bocinazos criminales
y toda suerte de improperios, para que…si, para que “Avance”, por supuesto, que
no a 40 Km, sino “alguito más”, mientras más rápido, más satisfechos los
infractores. Decenas, no, cientos de personas, uniformados con atuendos de
distintos colores, que dicen Municipalidad, se cansan de poner rostros adustos,
elevar la temperatura de sus palabras, sudar con unos chalecos, que en tiempos
de calor agobiantes y de aires contaminados, se convierten en camisas de
tortura, para evitar estos desbordes, pero, el solo verlos, casi cabizbajos,
impotentes, nos dicen que nada pueden hacer, tal vez, con su libretita anotando
y anotando, para un presunto reporte, los consuela, bajo el beneplácito de los “Dueños”
de pistas y hasta de veredas, pues, hasta por ellas, transitan autos , combis y
hasta motos, hechas para transporte Cross.
No voy a reseñar, el mundo del transporte
público, más que por lo que muestran en impericias, atropellos, faltas a
granel, e, impunidad cercana a lo intocable, más bien, insisto, en el interior,
en ese espacio, que comparten cientos de personas, en los diferentes vehículos,
que los llevan a sus hogares y centros de trabajo, en un aletargante, tenso y
largo recorrido. Pues allí, no pasa nada, siguen los ululantes gritos de
quienes fungen de auxiliares del vehículo, los descarados movimientos de una
ruta “autorizada” donde los que mandan son “Los marcadores” , de tránsito ,
ubicados estratégicamente en casi todas las esquinas de “Las Limas”, que luego
de dar su “papelito” al cobrador o la cobradora, (Si hay equidad), de turno,
por lo general inapelable y generalmente irrespetuoso, le “Datea” al piloto,
que cuando no , debe avanzar, o se está embebiendo, en una música ensordecedora de su onda preferida,
se está tomando una bebida o peor, aún, está coqueteando vía su “Celu”, con su “Costillita”,
“Cosito” o su “Fan enamorada” u “Titán templado”.
Ni hablar del mundo de los taxis, son los
campeones, en su gran mayoría, de
atropellar el avisito de “PROHIBIDO ESTACIONAR”, se cuadran dónde quieren,
crean paraderos donde les agarre las ganas, arman logias, no declaradas, para “Defender el territorio”, duermen donde
les agarra el stress, del salvaje tránsito limeño, excesos laborales y de otros, de diversa naturaleza, y aguantan el
tránsito, cuando quieren y donde quieren, amen, de los anonimatos de muchos ,
que bien sabemos, esconden toda suerte de “Reglajes”, “Ampays”, “Campaneos” “Marcas”
y por supuesto los imprevistos y traumatizantes asaltos, secuestros y
violaciones. En el “Servicio” de Moto taxis” miles de miles, el asunto va por allí,
agravado, por la falta el control, de quienes conducen y de los estándares mínimos
de seguridad, de esos vehículos, que parecían temporales, pero que vinieron
para quedarse, crecer y reproducirse.
Si pues, son muchos seres humanos, que
viven del transporte y sus servicios, pero, no se puede aplicar cambios, con
una doble percepción de sus efectos, o se hacen o no se hacen, NO HAY MÁS,
teniendo en cuenta, a manera de autocrítica real, que los usuarios, los que
tenemos categoría de ciudadanos y ciudadanas, no hacemos nada o muy poco, hasta
extremos que preferimos ignorar este caos, criticar a quien intenta frenar este
“DESPELOTE” o sólo animarnos a proferir algunas elevadas denuncias, cuando, un
temporal periodista de algún medio, por alguna razón de interés particular de
ese medio, nos entrevista.
Nuestra vida corre peligro todos los
días, o porque la luz roja, es un saludo a la bandera, que se arrasa,
incluyendo a la persona, que al cruzar la pista, creía que estaba en una
sociedad normal, sin alteraciones mentales ,y, termino bien atropellada y muerta,
o cuando la grosería ilimitada de personas,
que dicen conducir un vehículo, nos maltratan, nos enajenan, nos excluyen y
discriminan, con comentarios de todo calibre y cuando el famoso aviso de “NO
HACER RUIDOS”, es algo inferior a un desecho sólido, por no decir algo de mayor
contundencia, y, se cree, que “Bocinazo” mata “Orden”, que “Bocinazo me hace
fuerte, poderoso y audaz”, Que “Bocinazo”
me permite hacerle la revancha a lo que yo no poseo, que “Bocinazo”, me dopa,
para olvidar, que aún no completo el ingreso diario, para el alquiler, o que no
alcanza para comida, casa colegio y hasta para la “Chelita” del fin de semana o
porque “Bocinazo” simplemente es mi justificación para aliviar frustración o
reclamar , porque hay que reclamar.
Así estamos, con todo el perdón de los
justos y bien intencionados, desde los que se compraron la chambita de ser
funcionarios del Estado, hasta el más normal de los habitantes de esta comuna, lo
irregular, endémico y lacerante, es lo que campea, al extremo, que no hay, día,
que con la más absoluta normalidad y por supuesto, con el rostro teatral del
presentador de noticias, o, el tono grave del locutor de radio, o el lenguaje
grandilocuente del adicto de redes sociales, que no se anuncie muertes,
desolación y excesos de toda naturaleza, con el transporte limeño.
Hace rato, que el “Vade Retro Satanás” se
quiere aplicar, lo que sucede, que hasta el mejor exorcista se queda sin empleo
, magullado y arrepentido, con lo que está pasando en Lima, ¡¡¡OJO CANDIDATOS A
ALCALDE!!! ni se sientan supermanes o superchicas, ni piensen que exorcizaran
solitos, porque esta cruel realidad, debe ser tarea de todos y con convocatoria
a todos. ¡DEPENDE DE NOSOTROS! los casi 10 millones de vidas, que respiramos
smog, comemos contaminantes, y vivimos a crédito, tanto físico como espiritual-valorativo,
y especialmente, quienes desde un puesto
laboral, ligado al transporte, han ido
perdiendo su naturaleza, de ejercer el servicio social y acorde a la dignidad
que todos nos merecemos.
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