Krugman en Lima: "Sin manufactura, el Perú ya tiene recursos para ser exitoso"





LA HISTORIA RECIENTE

Krugman recordó que estamos viviendo una crisis económica mundial que ha sido infligida por los países desarrollados. “Durante 40 años existió la idea de que las crisis sólo ocurrían en los países pobres”, dijo, y resumió los problemas de los países del G7 (que han debido acoplarse a la austeridad fiscal), Estados Unidos (que se encuentra en una trampa de liquidez, solucionada parcialmente con el quantitative easing) y la eurozona (con problemas fiscales y monetarios).
Frente a América Latina, en cambio, fue optimista. La región ha sabido capear los efectos negativos de la recesión global  –destacó– y lo ha logrado con mejores términos de intercambio (precios de exportaciones vs. importaciones) y con políticas macroeconómicas que le han permitido reducir su vulnerabilidad: menor deuda y desigualdad. Para Krugman, si bien hay países más industrializados (como Brasil y México) que otros (Perú y Chile), ello solo refleja una ventaja comparativa.

LOS PARADIGMAS

Tal como mencionó en su conferencia de prensa ayer por la mañana, dijo que tres paradigmas se han vivido desde la Segunda Guerra Mundial. El primero trató de industralizar a las economías a toda costa para que dejen de comprar productos manufacturados (industralización por sustitución de importaciones) y tuvo pocos resultados. El segundo se orientaba a la exportación y dio buenos resultados. Sin embargo, según el economista, no se trata de una regla perfecta.
¿A qué se refiere? Krugman comparó a Chile y México. El primero tiene mayor PBI per cápita que el segundo sin ser tan industrializado, señaló. ¿Por qué? Para Krugman hay un nuevo paradigma, el de la competitividad: el policy, que involucra políticas económicas prudentes y una inversión en educación notable. El Nobel concluyó que, en el largo plazo, para cualquier país, lo importante es la educación y la buena administración antes que la industrialización.

LAS PREGUNTAS DEL PÚBLICO

Alrededor de una docena de preguntas fueron respondidas por Krugman. En sus respuestas, el economista fue entusiasta sobre el gas de esquisto (shale gas), cuyo beneficio, más que económico, es político –dijo–, ya que balancea las fuerzas energéticas entre el Medio Oriente y el resto del mundo. De otro lado, en su opinión, América Latina no enfrentará una salida severa de capitales producto del tapering y debe tomar con pinzas la integración y los TLC, como dijo en su conferencia previa.
Un punto importante fue el papel del Estado en la economía. Para Krugman, es un asunto pragmático: el Estado debe asumir funciones sólo si las hace mejor que el privado. En este sentido, fue enfático en sugerir regulaciones en fusiones y adquisiciones.
La charla acabó con los comentarios de Julio Velarde y Luis Castilla. Velarde recordó cuánto nos costó lograr la estabilidad macroeconómica, al punto de que recién en el 2006 se logró el mismo PBI per cápita que el de 1975. Castilla, por su parte, destacó de la importancia y los logros de la educación en el Perú y la agenda pendiente en este sector.

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