En la primera reacción oficial de la insurgencia a las denuncias y sin dar más detalles, Márquez afirmó que "no solamente se está espiando desde Colombia a la delegación de paz del Gobierno Nacional, sino especialmente a la delegación de paz de las FARC".
"Esto que está sucediendo, que es realmente grave, debe responderlo el Gobierno de Colombia", precisó.
Uribe negó el martes cualquier participación en las supuestas interceptaciones ilegales que denunció la revista Semana sobre negociadores del Gobierno como el ex vicepresidente Humberto de la Calle; el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo; y el alto consejero presidencial para la reintegración, Alejandro Eder.
El supuesto espionaje denunciado incluye principalmente interceptaciones de correos electrónicos y otros mensajes transmitidos por equipos de telefonía móvil.
El ex presidente, quien inició en su primer gobierno la mayor ofensiva militar contra la insurgencia con el apoyo de Estados Unidos, calificó como "una infamia" y una "cortina de humo" involucrarlo en el supuesto caso de espionaje.
El caso provocó el relevo en sus cargos de dos generales responsables del manejo de la inteligencia en el Ejército de Colombia.
De confirmarse, sería el primer escándalo de espionaje después del descubierto en el Gobierno de Uribe, que incluyó intercepciones ilegales y seguimientos a magistrados, líderes de la oposición y periodistas, lo que provocó el cierre de la antigua policía secreta local.
El Gobierno de Santos y las FARC comenzaron desde noviembre del 2012 una negociación de paz en Cuba con la que se busca poner fin a un conflicto armado interno de casi medio siglo que ha dejado más de 200.000 muertos en la nación sudamericana.
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