Pisando Fuerte No.67: La CUT Perú, la economía informal y el autoempleo: Bases para una Acción Sociopolítica

Pisando Fuerte No.67
La CUT Perú, la economía informal y el autoempleo: Bases para una acción  sociopolítica

Por: Marcial Guillermo Pérez Herrera


Haciendo Historia
Desde el inicio, y, bajo los parámetros ideológicos del sindicalismo sociopolítico, la CUT insirió, como un núcleo de organización de aquellos sectores laborales que habían nacido y crecido , en la lógica del excedente estructural de mano de obra, la exclusión y la reestructuración productiva capitalista de nuevo cuño y de aquellos estamentos que no se encontraban organizados, en este caso los contingentes ubicados en el sector informal y el sector rural, básicamente, acompañados de sectores de la economía estructurada de las telecomunicaciones, sector público, energía e hidrocarburos y servicios.
Luego de 1994, que se da por diferentes razones un freno a  iniciales apoyos, se retoma en 1997, con el apoyo del CADIPS y de cuadros profesionales provenientes del sector público agrario, fundamentalmente y se logra la aprobación de 2 proyectos de apoyo a la CUT, en el escenario de su prioridad, que era el sector informal. Dichos proyectos se inician en  1998 con la Casa del Trabajador Informal CATIC y la Formación de Promotores Legales. Entre 1999 y 2001, la ORIT acompaña este trabajo con el Proyecto Latinoamericano “Educación y Organización en la Economía Informal” EOASI, que con mucha fuerza incursiona en este campo en 12 países, con la financiación de la FNV de Holanda. En este periodo, ISCOD, de naciente estructura, y, con la intermediación de DECO (ONG socia ) aprueba una segunda fase de Promotores Legales, donde la CUT nombra un Comité de Gestión, integrado por líderes del SUTSA, Federación Química y Federación de Portuarios (que se había afiliado a la Central). Obviamente, el eje de este programa, fue prioritariamente el sector informal.
Entre el 2002 y el 2005, ISCOD financia el proyecto Centro de Servicios a los Trabajadores en el local asignado a la CUT en el Jirón Oroya 224 (Cercado de Lima), continuado después con una ampliación signada como Proyecto PROES, donde la FETTRAMAP, se vio ampliamente favorecida en los aspectos de Capacitación, Salud en el Trabajo e Incidencia.
Entre el 2005 y 2008, con apoyo de AECID, ISCOD en alianza con su contraparte la ORIT, luego, con la CSA, establece para 9 países, el Proyecto ASEI (Acción Sindical en la Economía Informal), donde el Perú y la CENTRAL, también fue incluida, asignándose recursos, básicamente, para Talleres Nacionales, Fortalecimiento Sindical (afiliación) y Acción de incidencia dirigida al Sector. Solo como una acotación, los proyectos regionales, fueron conducidos técnicamente por un cuadro de la CUT, formado entre 1995 y 1997 en la Escuela Temática Metodológica de la ORIT, lo cual, siempre facilitó, un mejor apoyo a la organización y un acompañamiento más cercano,, tal cual, lo demuestran evaluaciones y documentos de monitoreo existentes.
Este sistemático proceso, debiera haber redundado en una ampliación tanto sindical como política del sector informal en la CUT, hecho, que aparentemente no se ha logrado aún, pero, que puede retomar algunas pistas programáticas, como por ejemplo, la propuesta de ley del trabajador autoempleado, acuñada por un conjunto de dirigentes y técnicos, en el período 2009-2012 y que merecería su singular impulso estratégico.

Los Tiempos Recientes y el Futuro

Ciertamente, se ha avanzado, a nivel gremial, al haber acuñado el concepto de Economía Informal, en la Conferencia de la OIT del 2002, que redefine con mayor sentido social que representan estos millones de trabajadores para los aspectos económicos y el lado humano, que los caracteriza, como actores productivos y aportante al desarrollo del país, en las más duras condiciones. Otro bastión conquistado, es el haber logrado que se reconozca nacional e internacionalmente la categoría de trabajador y trabajadora autoempleado, con mayor énfasis, que otras denominaciones tipo no asalariado, no dependiente o simplemente, independiente. Asimismo, en el reconocimiento de los diversos actores que interactúan en la hoy “economía informal”, por ser un  fenómeno diverso, complejo y de una inmensa cobertura poblacional (Sólo en Perú el empleo informal es de 12 millones de personas y es tremendamente discriminatoria su inclusión, siendo sus rostros femeninos, juvenil y de la tercera edad , los más perjudicados ) que en el Perú es la CUT la principal abanderada de las reivindicaciones y asuntos programáticos, referidos a este ámbito laboral, mayoritario y transversal..
Donde no se ha podido, aun, ganar espacio, es en la “sindicalización” de los trabajadores del sector y en la afiliación de nuevas organizaciones, en igual forma, es débil, la sindicalización de los trabajadores asalariados “informalizados” en las relaciones de trabajo por la acción desestabilizadora y de afán lucrativo, de las empresas “formales”, siendo muy fuerte el nivel de explotación y abuso existentes, Por ejemplo en el sector manufacturero, minero y de servicios. Allí está un reto pendiente.

¿Qué podemos hacer?

Reafirmamos, que en medio de este difícil camino, hemos avanzado, y debemos ser , desde nuestra naturaleza amplia, flexible, de apertura y de raigambre sociopolítica , reconocida en todos los frentes nacionales e internacionales, por los agentes sociales, políticos , estatales y económicos.
Esto implica adaptarnos a los nuevos momentos que estamos viviendo en relación a la economía informal (Son 20 años de trayectoria de la CUT y no se puede negar que hay otras condiciones, que en muchos casos no las hemos percibido en su real dimensión como oportunidades y no como amenazas, concertando, dialogando y entendiéndonos con vocación y visión democrática y pluralidad). Esta acción implica ordenamiento de nuestras filas, asignación clara de responsabilidades, rediseño frontal de nuestro plan estratégico en el sector, acoplamiento de proyectos sostenibles en el tiempo y una articulación eficaz, efectiva y eficiente de las áreas de organización, defensa y relaciones internacionales, fundamentalmente.

Debemos aprovechar al máximo , tanto la Conferencia Internacional de la OIT en Ginebra y la de Lima en el 2014, que emitirá opinión para una Recomendación  (ALGO INEDITO) dirigida a “Formalizar la Informalidad”, nombre algo rimbombante, pegado a la fibra liberal, pero, no , por ello, “aprovechable” en términos políticos. En ese rumbo, la CIT del 2015, que deberá darle seguimiento, léase, “SUMISION”, a lo actuad respecto a la Recomendación.

En la misma óptica lejos de permanecer alejados o discrepantes por desentendimientos o equivocadas interpretaciones individuales, dadas en su oportunidad, enhebrar alianzas de largo aliento con Streetnet International, WIEGO, CEPAL, HELPAGE, ONG receptoras de fondos, y otras afines, incluyendo organismos de desarrollo y cooperación, como AECID, Cooperación Alemana, USAID, PNUD, entre otros, que son ,ya reconocidos, global y nacionalmente, como fuerzas creadoras de conocimiento y propuesta para darle solución a la problemática de millones de trabajadores en el continente y en todo el mundo, en porcentajes, que como el Africano , superan el 70 % de la población total; en las Américas , incluyendo ahora EE,UU y Canadá, más del 50%, cifras realmente escabrosas, para un supuesto desarrollo económico del planeta. Hasta la quebrada Europa, observa con desencanto, como el modelo de bienestar construido con fragilidad, a partir de la post guerra, se descalabra por la crisis, la segmentación del conocimiento y la irrefrenable voracidad de las EMN, teniendo que darle paso, sin mayor trámite a una creciente informalidad, más aun en el alicaído sector del este , donde la revolución socialista en retirada, por la desviación estatista, alcanza niveles de informalidad que largamente superan los 50 puntos porcentuales. Ni hablar del “milagro” asiático y de la CHINA, que se posicionan de mercados internacionales y de las bolsas mundiales, sobre la base de la sobreexplotación de los trabajadores y la inhumana informalidad.

Programáticamente, la CUT debe convertir el tema de Trabajo Decente, Economía Informal y Autoempleo, en un tema central, de la discusión político gubernamental, mas ahora, que estamos ad portas de renovar autoridades regionales y locales, que son los espacios, donde este tema es vital e impostergable. Organizar reuniones de concertación son partidos políticos y agrupamientos de influencia socio económica en el Perú, son indispensables y más que recursos, requieren de dedicación y compromiso dirigencial.

No olvidemos que Empleo, Derechos Fundamentales, protección Social y Dialogo Social, pilares centrales de la Teoría y Practica del Trabajo Decente en todo la órbita planetaria, implican inclusión de las mayorías, y, en nuestro país , de 15 millones de trabajadores,  que constituyen la PEA, 12 millones que están en empleo informal, con el agravante, que 3 millones, están abandonados, por la legislación laboral, la vigilancia inspectiva y la aparente inercia del Sindicalismo, a, ello hay los otros 9 millones de población, independiente  con negocios pequeños, trabajadores familiares casi heroicos y otros componentes, incluyendo profesionales y técnicos, que se encuentran al libre tránsito de la libre oferta y demanda, en condiciones de desigualdad, exclusión y falta de organización, ingredientes aplaudidos por los operadores económico financieros,  que controlan  la economía del país e imponen políticas absurdas , represivas  e insensibles a quienes son en la realidad la razón de existir de nuestra nación.
 


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