Líneas de esperanza en la unidad
del SUTSA
Por: Marcial Guillermo Pérez
Herrera
Estimados compañeros y amigos
Los saludo con afecto a todos y
cada uno de ustedes, con los cuales me ha tocado recorrer muchos años de lucha
e historia sindical, que nunca olvido.
Paso a poner a vuestra
consideración algunos puntos de vista, en relación a lograr el reencuentro
unitario del Sindicato.
Tuve el alto honor de conducir el
CEN de nuestro glorioso SUTSA entre el 88 y el 90, donde por mandato soberano
de las Bases, hecho que siempre fue disciplinadamente acatado, se me encomendó
esta noble tarea, compartiendo responsabilidades con un equipo de estimados
compañeras y compañeros, que formaban parte de todas las tendencias políticas ,
que felizmente existían en nuestra organización, en la lógica que las diferencias
bien procesadas hacen la unidad.
Así,
modestamente lo tratamos de hacer y nos fue bien, en verdad, discrepábamos en
todos los tonos y modulaciones, pero siempre llegamos a acuerdos, que nos
dieron hermosos frutos colectivos, entre otros, como nuestro PACTO del 88, que
sobrevivió en el tiempo, a pesar de las trampas ladinas de los dictadores de
los 90, constituimos 25 BASES REGIONALES, 17 mil de los 22 mil militantes
cotizaban, le dimos todo tipo de éxito a MUTUALES y Cooperativas, pero sobre
todo ganamos en democracia, fortaleza, honestidad y transparencia, ¡ESA FUE
nuestra fuerza y la razón de nuestro avance! hecho fundamentalmente con el
sacrifico , tenacidad y compromiso de nuestros esforzados afiliados y afiliadas
en todo el país.
La
noche nefasta de los 90, nos golpeó con dureza, en lo personal, institucional y
en la fibra misma de nuestra existencia. Fue duro sobrevivir, para todos
nosotros, cada uno de ustedes, en cada realidad, debió salir adelante a pesar
de la adversidad. A mi no me fue fácil, mi padre languideció, luchando hasta el
final, de sus días, desaparecieron a mi único hermano, medico de profesión,
tal vez, por revancha política o simplemente, porque era honesto y moral,
muchos de ustedes, compartieron con el, sus vicisitudes de salud y el los
acogió con su reconocida capacidad profesional, emoción y ética, mi madre
resistió a la pena muchos años, hasta que finalmente su cuerpo no pudo más y me
dejó en el 2010. Sin embargo, allí hemos permanecido, como ustedes, luchando
con las manos y la energía vital, y eso es loable y reconocido.
Cuando
salió la ley para reposiciones, años después de los brutales y masivos
despidos, que acabaron con integridades y familias enteras, hubo esperanza, alegría,
sin dejar de lado el gran sacrificio hecho por todos y cada uno de ustedes y nuestros
aguerridos compañeros y compañeras.
Muchos de nosotros, luchando en otros frentes de nuestro heroico pueblo, nos reconfortamos de sobremanera y nos dio una inmensa visión de un nuevo futuro de reconstrucción y unidad.
Hubo
y siguen habiendo reposiciones, pero no se cumplió lo principal, la ansiada
recomposición unitaria de nuestro SUTSA, cuna de verdaderos héroes que lo
dejaron todo, hasta su vida, por el ideal y la apuesta de cambio en el país.
Vemos hoy, hasta siete sindicatos
o quizás mas , disculpen mi desconocimiento, con apreciados amigos dirigentes ,
encontrados, casi infranqueablemente, unos contra otros, en medio de un circulo
de fuego, que es por un lado, estar dispersos , divididos y por otro el
acogotamiento de una legislación, hasta ahora no revertida, que nos atrofia y
maniata, en nuestros derechos fundamentales, y, más aún, en el ejercicio libre
y autónomo de la libertad sindical y la negociación colectiva, razones de ser
del ejercicio gremial en el sector público.
Llegamos,
en algunos casos, a 200 o trescientos trabajadores, a veces, menos, como fuerza
básica por gremio, por ende los gonfaloneros de turno de los gobiernos y
nuestros enemigos jurados que mantienen a tabla rasa el STATUS QUO neoliberal,
gozan con nuestras debilidades y mutuas autoexclusiones.
Compañeros
y amigos, debe llegar la hora, lo más inmediatamente posible, de tender los
puentes que sean necesarios, si hasta después de una guerra, los otrora
enemigos, deben sentarse para ponerse de acuerdo, en un rumbo común, por ser
vital e imprescindible para seguir adelante, por ende, ¿Porque no nosotros?
Podemos tener diferencias de todo tipo, añejas, increíbles, hasta las que han
violentado un pedazo de nuestro corazón, razonables muchas de ellas, pero los
años pasaron, y, las generaciones nuevas que se acercan y las que nos siguen
que suman miles de personas, merecen recibir una herramienta de ensamble y un
arma de defensa eficaz, sólida, unitaria, democrática, participativa, e
instrumentalmente programática.
Comencemos
por lo elemental en este proceso, que humildemente propongo, dejar de usar esta
magia tecnológica del internet, que tenemos la suerte de haber conocido en esta
histórica reinvención del conocimiento, para denostarnos, maltratarnos,
humillarnos, sin fatiga, hasta con resentimiento, recuperemos en esta vía, el
debate alturado de ideas, de posiciones, de programas, en fin, todo aquello que
aprendimos en su oportunidad de nuestros lideres precursores y queridos
mártires. Si avanzamos en ello, pues, busquemos un espacio inicial de
encuentro, sin vetos, ni frenos, total, el mismo devenir del tiempo y las
actitudes a tomar, se encargarán de darle el orden, el equilibrio, que rigen
las leyes de la naturaleza y la sociedad civilizada.
Creo
que es posible, por lo menos, así nos lo demuestran otras experiencias, vayamos
hacia ese rumbo y nos veremos plenamente realizados, podremos sentir el aire
fresco y puro de la labor cumplida y la misión encomendada por nuestros
antecesores. Seamos la razón de ser de un nuevo futuro, la síntesis magnífica
de lo mejor que tenemos como seres humanos. De nuestra parte, allí estaremos,
en la labor, más pequeña que sea necesaria, pero todos a una sola voz.
Añoro y aliento con total seguridad que así será.
Añoro y aliento con total seguridad que así será.
Los saluda fraternalmente, con el afecto
y amistad de siempre
Guillermo Pérez Herrera
Ex
Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del SUTSA
Período 88-90
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