Pisando Fuerte No. 58 : ¿Porqué MOVADEF?, ¿La Democracia peligra?, ¿ La Democracia ha fracasado?

Pisando Fuerte No.58
¿Porqué  MOVADEF? ¿La Democracia peligra?, ¿La Democracia ha fracasado?
Por : Marcial Guillermo Pérez Herrera
 
Estaba leyendo portadas de algunos diarios, en la práctica generalizada,  de verlos colgados en los puestos de ventas, desde la República, Perú 21, Correo, Diario 16 y los que siguen, menos el Comercio, que por su tamaño y su precio, no lo exhiben, es el “pituquito” de la serie, embolsadito y todo eso, incluyendo reservas del cliente. En este efímero recorrido visual, veía, MOVADEF acredita 370 mil firmas para acreditarse como partido político y participar en las elecciones y en la vida oficial de la política nacional. Bueno, lo primero que traduje son las siglas “Movimiento Pro amnistía y Derechos Fundamentales”, luego a los “dueños” del negocio, lo más conspicuo de los egresados de las cárceles, por terrorismo senderista, los abogados de Abimael y su “mesnada” (a la usanza de su particular y agresivo lenguaje), y otros seguidores, pero, entonces ¿De donde las miles de voluntades que acreditan con su rúbrica esta estrategia de guerra prolongada, que tienen estas fracciones del maoísmo polpotiano? , que, por añadidura, aun sobreviven en algunas latitudes, como por ejemplo,   la nuestra,  “Marca Perú”; ¿Qué lleva a exhibir su identidad a rostros y manos jóvenes, repitiendo consignas, no sólo en público, sino en sitios web, como si no hubieran vivido nunca el pasado? Y claro, a partir de esta disquisición, me atrevo a esbozar, de manera, tal vez dispersa, algunas hipótesis de este efecto político, en la actual coyuntura.

Aclarar,cual pie de página vital,  que como miles de peruanos, no sólo me afectó el estado general de terror, impotencia y  violencia, que nos asoló durante 20 años, como promedio, sino, que además, mi familia fue tocada por la ferocidad de estos escenarios, quitándome a familiares entrañables y hasta ahora extrañados en lo  más profundo de mi existencia. Es más, muchas de mis noches se ven afectadas, por esta injusta ausencia, pero, es necesario, ver en lo aparente la raíz de estos fenómenos que nos afectan y rebelan, por lo insospechadamente pendular y repetitivo.

En primer lugar, apelamos a la presunción del “olvido”, miles de nuevos ciudadanos, no vivieron las etapas traumáticas de la brutalidad de una guerra sinuosa , encubierta y asesina, tal vez, estaban, angustiados en los vientres de sus progenitoras, que se espantaban, por las bombas, las incertidumbres de los “toques de queda”, la militarización sin nombre, los asesinatos selectivos, las tumbas clandestinas y todas esas atrocidades, de las cuales, muchos sobrevivimos, aunque no podemos afirmar, que somos los mismos después de esta luctuosidad. Estas mentalidades juveniles, acosados por la frustración y la falta de oportunidades, se ven compensadas por un discursos, entre comillas,  reivindicador y lector de sus ansiedades, donde los ahora presos, en el Callao y otros penales, son poco menos que los mártires del cristianismo románico.

En segundo lugar e íntimamente asociada a la primera premisa, está la incapacidad que hemos tenido desde la izquierda “actuante y viviente”, en cubrir los espacios de la injusticia evidente, la postergación,  los maltratos de un sistema económico y político imperante desde la distorsionada globalidad, que jadea sin cesar por acumulación y lucro, arrasando ambiente, tierra, aire, agua, estructuras sociales y hasta lo más fino de las sensibilidades y comportamientos humanos. Con el miedo de ser siempre señalizados de manera cromática (entre rojo a rosado, pasando por la gama), hemos asumido posturas, caretas y lo peor discursos, para hacer sentir que somos de carne y hueso, que somos lindos, que no  somos el apocalipsis personificada, que predicen los gonfaloneros del capital y el poder feudal que hoy domina el mundo y el país, con el disfraz de la competitividad, la productividad, la inversión, el progreso y la democracia (también entre comillas). Par ser considerados izquierda moderada, izquierda moderna, centro izquierda, progresismo, hemos terminado en ambivalencias de todo tipo, en la falacia de la sin razón del discurso y de la obra, siempre divididos, extrapolados, individualizados, excomulgados entre el pasado el presente y la jubilación política del futuro. Hoy, entre risotadas que van desde las sedes del monopolio, hasta los aviones de los magnates ocultos, cuevas de operadores mediáticos,  y hasta en palacio de gobierno, nos califican como “caviares”, “veteranos de la izquierda”, “cachorros de tecnócratas”, “los chicos de Susana”, “la zurda” y por supuestos para terminar “los rojos”, como si el color no sirviera hasta para el mal de ojo, que usan ancestralmente nuestros pueblos. Resultado: Territorio libre para el acceso de todo tipo de aventura siniestra,  de la politicidad sin sentido, cual computadora sin un buen antivirus, que deja entrar hasta lo no deseado por los sentimientos.

En tercer lugar, poco demostrable, en estos momentos, de escribir, estas líneas, ¿No es el escenario de los autoritarismos, de los sin sentido de la propuesta, de la aparente contradicción perfecta entre los que usan al estado para someter  por la fuerza a las sociedades ciudadanas, para ponerlas al servicio de los intereses de la acumulación sin medida  y los que en nombre de los sometidos levantan las armas para enfrentarlos?¿no es acaso cierto que el modelo neoliberal, fue salvaje, en el caso del Perú, cuando la supuesta confrontación era entre los buitres, los halcones o los esbirros de Fujimori versus los “revolucionarios” de Guzmán y CIA?, ¿No fue allí donde se descargó sobre las espaldas de la gente la frivolidad de los barones financieros, de los hotentotes de la corrupción y la farra inveterada de las divisas del país,  produciendo miles de despidos, la ruina de las familias y la liquidación de todo esfuerzo de emprendimiento desde las raíces de la ciudad o del campo? . ¿No fue en este parámetro sociopolítico, donde se delinquió sin medida, se privatizó empresas públicas rentables, engordando cuentas en bancos expertos en lavar dinero, mientras familias campesinas eran barridas sin piedad, sin descanso, por buitres o por supuestos cernícalos? ¿no es acaso que el tan mentado” boom del crecimiento”, labrado sobre el dolor y las lágrimas, no llegó nunca  las mayorías, que los pobres son más pobres que antes, que ante la amenaza de otra patraña de crisis financiera, se vienen alistando nuevos y ya conocidos golpes impíos, contra las raíces más débiles de nuestra descompuesta sociedad?.

Me atrevería a una cuarta hipótesis, con cargo a seguir desarrollándola, la marcada insuficiencia para entender una democracia, que vaya más allá de consultas esporádicas, por lo general, inducidas por los mass media, con mucho dinero, no explicado, oliendo a lavado ilegal y subalterno,   con avezamiento y aventurerismo, con calificativos a operadores, que van desde tránsfugas hasta lobbystas, pasando por  “gente con calle”; una democracia participativa, habilitada, especializada y honesta, que se nutra de auscultar , sin miedo y sin soberbias, los conflictos latentes y detonantes. Somos los ciudadanos que protestamos cuando nos tocan la puerta o las interioridades de nuestros intereses, pero luego ¡ni fu, ni fa!, “al final la vida sigue igual” (como diría un coplero de la pasada nueva ola), renegamos, pero no actuamos, endiosamos y derribamos, cual estatuas de papel maché, a los que hoy son nuestros ídolos, nuestros Mesías sin licencia. Los que pueden decir verdad, opinar  con racionalidad, callan, o porque se atemorizan o porque mejor es, estar bien con todo el mundo, y los que no deben hablar, sin sentido, vociferan, rentados, por complacientes medios de comunicación, que desechan lo que vale e importan hambrientos lo más vulgar y   desquiciante de la naturaleza mortal . No justifico el arrepentimiento tardío de Simón Bolívar, pero si conmueve que en el ocaso de su vida, llegará a la dolorosa conclusión, que la democracia no era precisamente la vitamina salvadora de nuestras naciones y menos aún, la panacea de la integración, la unión y el pensamiento de cambio en común.

Pues, sobre los supuestos antes mencionados, ¿Se puede explicar esta monserga de MOVADEF? o de los sucedáneos que surjan, ¿Hay posibilidades de repensar con rapidez y urgencia otra lógica democrática?, ¿Dejamos a libre albedrío lo que pueda suceder?,¿Vivimos para adentro o nos compramos esta titánica labor, de esclarecer, predicar y fortalecer los espacios reales de la democracia, antes que avancen los feroces aventurerismos de lo más bajos instintos de autodestrucción de nuestra especie humana?. Ojalá, puedan leer este pequeño raciocinio, y, podamos compartir líneas, sobre este complejo panorama que nos aqueja y que merece mayores tiempos de reflexión y acción, menos horas de relax superfluo, menos redes sociales para holgazanear y más tiempo para entrar a dirimir las posibilidades de lo que se viene en el país.
Hasta pronto amigos y amigas.
MGPH.

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