Pantallazo No.31
“Pensamientos Rezagados”
Por: Marcial Guillermo Pérez Herrera
Da la casualidad que estando en las postrimerías del año 2011, y, disfrutando de los placeres de la soledad, cual reposo de guerrero, antes de reiniciar nuevas batallas, me fueron acosando un conjunto de pensamientos , en verdad, expulsados de algún lugar de las entrañas del subconsciente o de repente sintetizados en feliz fusión de vivencias experimentadas, en todas y cada una de las estaciones de este ciclo de vida, y, bueno, así fueron desfilando, y, aquí van de uno en uno, ordenaditos, como reclutas de última generación.
“Estamos juntos, porque así lo ordena la existencia, pero, a veces estamos tan lejos, que te pierdes somnolienta en el desierto abismal de mis olvidos y en la laguna profunda de mis pesares”
“ Se que estás junto a mi, de reojo, sin pestañear, siento tu aliento, tu inquieto latir, pero a la vuelta de tu piel , algún centinela de tus temores, te ordena prepotente, ¡Detente!, no hagas que el tiempo después te diga, que equivocaste el camino. Sin embargo, te afirmo en compás de ritmo frenético, y, de ambiente melifluo, no temas, allí estoy, allí estaré, te seguiré esperando, aunque con ello, ya no me acompañen las rutas que me hicieron tan altivo y fuerte, en brumas y densas neblinas de pavor, y, tan suave y aligerado, en las noches sin término, sin firma, sin trabas, ni frenos misteriosos”.
“ Quizás si tuvieras que decir la verdad de lo que pasa, de lo que hay detrás de las mímicas y gestos de la formalidad, pudieras ser duro, ofensivo, hasta cruel, pero, ciertamente, habrías dicho lo que es la realidad del vivir, del sentir y de la corteza humana”
“Que ciertas, son las lágrimas, cuando te recorren sin permiso, las tristezas, los recuerdos de lo bueno, hoy ausentes, las escenas de la tierna brisa , de los amores y de las esperanzas , de las manos aterciopeladas que recorren tus cabellos, y son las mismas a través del tiempo, aunque tus energías y tus andares, ya no son los mismos, pero, ¡Ay!, como me hacen falta tus caricias , tus quietas palabras, y, las pañoletas límpidas, de tu inmenso espíritu para mitigar lo que hoy me duele, me arrasa, y, me lacera sin sentido”
“Te confieso, tengo miedo, que me olvides, que te escondas misteriosa, furtiva y en escape, dentro de las penumbras de un pasado sin regreso, más temor siento, al saber, que no te quedo ni una pizca de las caricias, que te supe dar, de los arrebatos que te supe arrancar y de las suaves melancolías de tus estertores de amor y entrega”
“ Las aguas del mar, me llevan hacia ti, cual Argos empecinado y Odiseo reprimido, pero, al verte en la oscuridad, con la luz trémula de mis ojos cansados, te escapas, cual visión sin horizonte escogido, te me vas de las manos, temblorosas aun, por el desdén del momento, te siento reír y no puedo encontrarte , veo el blanco de tu piel, tan parecida a la aurora fulgurante, de cada uno de mis días, pero no estás, apareces y desapareces, como una visión prometeica, tan placentera como dolorosa, tan eufórica y cósmica, como tan deprimente y esquiva , tan entregada a las delicias del amor sin fin, como tan efímera como último minuto de existencia”
“Llegaré, al fin, a invadir tus fronteras, alzado en broncíneo peto de fragor por ti, en espasmos de intensa gala, adornado el llano, de tu íntimo ser, con los pétalos extraordinarios de la flor serena, de los aromas de mágica creación y adornados tus más puros sentimientos, de las orlas preferidas de los dioses del universo añorado, que sólo saben hacerse humanos cuando nuestros corazones se convierten en una invulnerable panacea de lo inmortal y trascendente”
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