RIESGOS PARA E CRECIMIENTO DE AMÉRICA LATINA

EL ANÁLISIS DE INFOLATAM
Federico Steinberg
Riesgos para el crecimiento de América Latina
"...Sería importante que las autoridades se mantuvieran alerta ante los movimientos de la balanza de pagos, acumularan superávit públicos en estos momentos de crecimiento para hacer frente a eventuales adversidades y evaluaran cuidadosamente la utilidad de utilizar políticas para intentar enfriar la entrada de capitales, como los pequeños impuestos que Brasil ya ha establecido sobre las entradas de inversión en cartera".
La salida de la crisis global está siendo dulce para América Latina. El conjunto de la región, y muy significativamente algunos países como Brasil, Chile o Perú, lideran junto con Asia y otras economías emergentes la recuperación global. Esto está permitiendo dejar atrás viejas pesadillas en las que las recesiones, ya fueran causadas por motivos internos o externos, tenían largos y devastadores efectos sobre la estabilidad económica y social de los países. Desde algunos círculos incluso se mira a Europa con cierto aire de superioridad ahora que el FMI ha intervenido en Grecia.
Pero es precisamente en estos momentos de optimismo cuando se corre el riesgo de bajar la guardia y no mirar hacia los nuevos riesgos económicos que está acumulando la región.
Aunque las economías latinoamericanas son menos dependientes del exterior y han fortalecido considerablemente su demanda interna en los últimos años, los focos de vulnerabilidad siguen proviniendo de su relación con los mercados internacionales, tanto en términos comerciales como financieros. En el mundo post crisis se está imponiendo la idea de que las oportunidades de inversión ya no están en Europa, Japón o Estados Unidos, que en el futuro tendrán crecimientos lentos y poblaciones envejecidas, sino en las potencias emergentes, donde la rentabilidad esperada del capital es alta y los riesgos son mucho menores que en el pasado debido a la buena gestión macroeconómica y el crecimiento acumulado.
En este contexto, se están produciendo importantes entradas de capital en los países más dinámicos de la región. Esto puede suponer una apreciación de los tipos de cambio – con el consiguiente efecto negativo sobre las exportaciones -- e incluso la aparición de burbujas en los mercados de activos. Además, la apreciación de las monedas, que puede verse reforzada por la tendencia a la depreciación del euro mientras continúen los riesgos asociados a la acumulación de la deuda soberana en muchos de sus países, puede minar todavía más la competitividad-precio de las exportaciones latinoamericanas.En este contexto, la región podría comenzar a tener déficits por cuenta corriente que deberán ser financiados con ahorro externo, con el consiguiente aumento de la vulnerabilidad que ello implica. Y si en este contexto la economía mundial cayera en una nueva recesión y los precios de las commodities se derrumbaran, dicho déficit externo podría aumentar de forma súbita, lo que podría generar turbulencias macroeconómicas severas.
Pero nada impide hacer frente a estos posibles riesgos, que además no tienen por qué materializarse todos al mismo tiempo.
En todo caso, sería importante que las autoridades se mantuvieran alerta ante los movimientos de la balanza de pagos, acumularan superávit públicos en estos momentos de crecimiento para hacer frente a eventuales adversidades y evaluaran cuidadosamente la utilidad de utilizar políticas para intentar enfriar la entrada de capitales, como los pequeños impuestos que Brasil ya ha establecido sobre las entradas de inversión en cartera.
En definitiva, el dulce momento que vive la región no debe hacer que sus dirigentes olviden que la estabilidad y el crecimiento, que tan difícil ha sido conseguir, no están asegurados en el futuro, por lo que deben continuar llevando a cabo políticas que los hagan sostenibles.

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