Congresista Jorge del Castillo: Yo no abandono a mis amigos y ayudé a Augusto Álvarez Rodrich y Rosa María Palacios
(Peru.com)
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El congresista aprista Jorge del Castillo confesó que “no abandona a sus amigos en situaciones críticas”, luego que el presidente Alan García dijera a la prensa que “él no se casa con nadie”.
“Yo he aprendido gracias a la política que uno hace las cosas sin esperar que te digan gracias. Yo jamás abandono a mis amigos en situaciones críticas”, sostuvo al ser entrevistado por el semanario ‘Hildebrandt en sus trece’.
También descartó que exista división en el Partido Aprista luego que saliera un audio que lo compromete en negocios a favor de la Petrolera Monterrico.
“No hay división en el APRA. Lo que hay son ambiciones aisladas. Al fin de cuentas de lo que se trata es de mantener al APRA lejos de la mafia, lejos del fujimorismo, lejos de quienes se aliaron con la prensa basura”, afirmó.
También dejó que en claro que no piensa en las elecciones del 2011 y aseguró que nadie lo sacará de la Secretaría General del APRA.
“No pienso en eso ahora. Prefiero quedarme en la frase que ya he dicho: estoy evaluando mi precandidatura. Pero de mi puesto de secretario general del APRA no me van a sacar los que perdieron en el congreso que me eligió”, sentenció.
Sobre Álvarez Rodrich y Palacios
En otro momento, Del Castillo contó que el periodista Augusto Álvarez Rodrich lo llamó una vez desesperado y le pidió conversar con él. “Yo fui a su casa. Me dijo que estaba a punto de ser sentenciado en una un juico que, por difamación, le había entablado Judith de la Matta. Yo hablé con Judith y la convencí de retirar la denuncia. ¿Eso es tráfico de influencias?”, expresó.
Acto seguido, dijo: “Lo que cuento es para que sepan que yo puedo hacer favores sin espera nada a cambio. Y el otro caso es el de Rosa María Palacios, que en dos oportunidades, en su casa, siendo yo primer ministro, me llamó para decirme que tenía problemas con el gobierno, que sentía presiones, que la querían sacar del canal. Yo le dije que iba a indagar. Indagué y le dije que le daba mi garantía que no nada iba a pasar”.
Finalmente, el ex premier se preguntó: “¿cómo llamarían a esas dos conversaciones los que me están haciendo cargamontón?”.
“Yo he aprendido gracias a la política que uno hace las cosas sin esperar que te digan gracias. Yo jamás abandono a mis amigos en situaciones críticas”, sostuvo al ser entrevistado por el semanario ‘Hildebrandt en sus trece’.
También descartó que exista división en el Partido Aprista luego que saliera un audio que lo compromete en negocios a favor de la Petrolera Monterrico.
“No hay división en el APRA. Lo que hay son ambiciones aisladas. Al fin de cuentas de lo que se trata es de mantener al APRA lejos de la mafia, lejos del fujimorismo, lejos de quienes se aliaron con la prensa basura”, afirmó.
También dejó que en claro que no piensa en las elecciones del 2011 y aseguró que nadie lo sacará de la Secretaría General del APRA.
“No pienso en eso ahora. Prefiero quedarme en la frase que ya he dicho: estoy evaluando mi precandidatura. Pero de mi puesto de secretario general del APRA no me van a sacar los que perdieron en el congreso que me eligió”, sentenció.
Sobre Álvarez Rodrich y Palacios
En otro momento, Del Castillo contó que el periodista Augusto Álvarez Rodrich lo llamó una vez desesperado y le pidió conversar con él. “Yo fui a su casa. Me dijo que estaba a punto de ser sentenciado en una un juico que, por difamación, le había entablado Judith de la Matta. Yo hablé con Judith y la convencí de retirar la denuncia. ¿Eso es tráfico de influencias?”, expresó.
Acto seguido, dijo: “Lo que cuento es para que sepan que yo puedo hacer favores sin espera nada a cambio. Y el otro caso es el de Rosa María Palacios, que en dos oportunidades, en su casa, siendo yo primer ministro, me llamó para decirme que tenía problemas con el gobierno, que sentía presiones, que la querían sacar del canal. Yo le dije que iba a indagar. Indagué y le dije que le daba mi garantía que no nada iba a pasar”.
Finalmente, el ex premier se preguntó: “¿cómo llamarían a esas dos conversaciones los que me están haciendo cargamontón?”.
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