Obama propone una reforma de la enseñanza


La Opinión (AP)
El presidente Barack Obama prometió hoy reformar la polémica ley de la enseñanza llamada popularmente Ningún Niño Rezagado, y aseguró que con la reforma los estudiantes de secundaria estarán más preparados para enfrentar la vida y pondrá además en las aulas maestros más calificados.
Obama indicó que enviará al Congreso su propuesta para reformar la ley del 2001 centrada en la responsabilidad en las aulas pero que no alcanzó sus objetivos originales.
El momento del anuncio sugiere que Obama tiene puestos sus ojos más allá de la reforma de la atención médica, todavía pendiente en el Congreso y que le ha obligado a retrasar su viaje internacional de la próxima semana y ha puesto en peligro las posibilidades electorales de su partido en los comicios de noviembre.
La enseñanza "al contrario que la reforma de las regulaciones financieras y las leyes defensoras del medio ambiente, igualmente pendientes en el Congreso", es un tema popular que podría beneficiar a los los republicanos, que intentan recuperar la mayoría de ambas cámaras en los comicios de noviembre. Pocos votantes se oponen a la mejora de la enseñanza.
"Bajo estas directrices, las escuelas que obtienen la excelencia o muestras un auténtico avance serán recompensadas, y los distritos locales serán animados a que se comprometan con el cambio en las escuelas que están fallando a sus alumnos", dijo Obama en su alocución radial semanal.
"Para la mayoría de las escuelas que quedan en el medio " las escuelas que lo hacen bien podrían hacerlo mejor " fomentaremos la continuidad de la mejoría para ayudar a los jóvenes a mantenerse en el sendero hacia un futuro mejor, a prepararse para los puestos de trabajo del siglo XXI".
Aunque la alocución de Obama fue muy parca en detalles específicos, el mandatario no ha ocultado su pasión por el cambio. Con ese fin ha utilizado ya fondos federales para hacer que las escuelas eleven las normas de rendimiento y preparen a más estudiantes para la universidad.
Con ese fin incluyó 3,500 millones de dólares en el plan de gastos extraordinarios del año pasado para ayudar a las escuelas con calamitosos resultados y ha propuesto 900 millones de dólares más para los estados y distritos escolares que acepten cambiar de forma drástica o incluso cierren sus peores escuelas.
El gobierno propuso además 50 millones de dólares para financiar programas de prevención de abandono de los estudios secundarios
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