PANTALLAZO No. 12 : ¡UN SUEÑO DEL CUAL NO QUISIERA DESPERTAR!


PANTALLAZO No. 12: ¡UN SUEÑO…DEL CUAL NO QUISIERA DESPERTAR!
Por: Guillermo Pérez Herrera
Ayer, mientras cerraba con placidez y mucho charm, una buena dormitada, luego de las trémulas pasadas por la Lima dura y cimarrona, me endilgue un sueño, que como lo digo en el epígrafe, no quisiera despertar del mismo. Pasaban por mi ecran cerebral, somnoliente y pacificado, dignos parlamentarios de nuestro noqueado Congreso Nacional, cambiando radicalmente sus posturas, payasadas y bellacas figuras, por seres que legislaban, en nombre de las mayorías, se autocriticaban, manejaban al máximo las realidades de sus electores, que los eligieron en suerte e intención y sobre todo, mostraban la transparencia, la ética y el compromiso, en un alto standart de aplicación, sincera y racional.
Pasaban igualmente, programas televisivos que le rendían culto a la ciencia, la cultura y al sano entretenimiento, sin imágenes de ofensa, al buen sentir y la condición humana, con comerciales plenos de enseñanza colectiva, inductores de buenas prácticas, apaciguadores de las concupiscencias humanas, redactores con sintonía, sincronía y buen lenguaje, árbitros innegables del raciocinio, la equidad y la justa decisión. Pero más aún, periodistas en todo el confín de la palabra. Ilusiones vertidas, para generar mentes y raciocinios saludables, abiertos a la imaginación, el sentimiento humanitario y la creatividad sin límites. No habían magalis, lauras, baylis, y otros especímenes de faunas rayanas en la ilegitimidad del pensamiento y el lodo polvoriento de la barbarie.
No contento con ello, desfilaban funcionarios públicos del alto nivel gubernamental austeros, honrados, plenos de responsabilidad militante para con los usuarios, respetuosos de las leyes, pero sobre todo con una inquebrantable vocación de servicio y honradez a prueba de balas.Veia a un presidente de la república con muchísimo kilitos de menos, sincero, asertivo, moderado en su lenguaje, leal, valiente en defensa de sus representados, coherente en sus ofertas políticas y consecuente en el reconocimiento de sus errores, un pleno de plenos.
Más aún, una Lima, llena de orden en el tránsito, con gente alegre de viajar en cómodas máquinas, disfrutando del sentimiento ciudadano, sin cobradores avezados y faruqueros, con seguridades desde el subir hasta al bajar, con paraderos bien identificados, y, con cuerpos policiales de tránsito eficientes, empáticos e imbuidos de sana colaboración con el público que hacía de la ciudad un monumento viviente de plenitud y esperanza en el futuro.
Y no quedaba allí, empresarios convincentes, buenos pagadores, preservadores del medio ambiente, proactivos y asequibles a las buenas prácticas laborales, en el sentido material, económico y actitudinal. Seguridad a raudales, que permitía darse su vueltecita en las noches de insomnio, o cuando, en un altercado doméstico o laboral, quedabas fuera, en la calle fría y húmeda, pero lista, para caminar sin descanso, relajado y acompañado de aire sofisticado y perfumante.
Nada, ni nadie que pudiera violentar ese escenario de soliloquio compartido, con el aire de la noche y el susurrar de las flores y las hojas de los árboles.
Mucho podía narrar, pero se me fue esfumando la memoria, cual computadora desbordada por archivos enormes y dimensionados de obligación y ¡zas a despertar se ha dicho!
No puedo negar que disfruté de ese momento y espero que muy pronto me venga a visitar. Por ahora ¡avancen, avancen…al fondo hay sitio!, ¡Me han contado…! O el ya conocido boom de los noticieros nocturnos, matutinos, vespertinos y a todo hora ¡padre desnaturalizado viola a sus hijos, a su suegra y a su perro!, ¡destrozados y esparciendo sus carnes, entre los fierros humeantes y retorcidos, sacan los cadáveres de juanita, Pedrito, perejo y perendejo…!
De nuevo, esta cancha tremebunda, me anuncia que stops despierto y caminando…tal vez sin rumbo ni sentido…..!

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