¡ OTRA VEZ LOS BIOPIRATAS. YA HAY PATENTES SOBRE MACA !


Colaboración : Ernesto González Roberto, Asesor de la Fundación Friedich Ebert en Perú (tomado de la Revista Agraria No. 38)
Otra vez los biopiratas. Ya hay patentes sobre maca
Hace cientos de años los pobladores andinos aprendieron a valorar la maca como alimento de propiedades nutritivas, reconstituyentes y medicinales. Es recién desde hace unos diez años que tales propiedades son difundidas en el mundo y comienza a exportarse maca hacia Japón, Estados Unidos y Europa. Su demanda es creciente por lo que tiene un potencial para generar divisas en beneficio del país y el campesinado altoandino que la cultiva. Sin embargo, dos empresas norteamericanas ya registraron patentes que impedirían a los productores peruanos comercializar extractos de maca en todos los países que reconozcan esas patentes.
Las empresas Pure World Botanical y Biotics Research Corp registraron en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos derechos sobre extractos de lepidium meyenii (maca) para aplicaciones farmacéuticas y composición y métodos de preparación de lepidium, en el primer caso, y maca y cornamenta para el aumento de los niveles de testoterona, en el segundo. Por ahora estas patentes son legalmente reconocidas sólo en Estados Unidos, pero la Pure World Botanicals, el mayor laboratorio de extractos botánicos de ese país, ya solicitó el reconocimiento de derechos en Australia, la Oficina de Patentes de la Unión Europea y la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). Con ese reconocimiento la empresa adquiere derechos monopólicos para procesar y comercializar extractos de maca y puede impedir que otros lo hagan, a no ser que le paguen regalías.
El hecho fue denunciado en Lima como un acto de piratería por organizaciones campesinas e instituciones privadas y desde norteamérica por el Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (ETC, ex-RAFI), organización internacional que investiga y promueve políticas de apoyo a la conservación de la biodiversidad y el desarrollo de sociedades rurales
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¿Invento o robo?
Según los Acuerdos adoptados por la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre Derechos de Propiedad Intelectual relacionados al Comercio (ADPIC), la patente es un derecho de propiedad que se concede a los inventores de productos o procedimientos, incluida la obtención de variedades vegetales, con el requisito de que el invento sea "nuevo", "útil" y susceptible de ser industrializado.
Pues bien, la Pure World Botanicals, sostiene haber descubierto, aplicando "sofisticada ciencia", que los componentes aislados de la raíz andina elevan la energía y la potencia sexual. Su producto "MacaPure" es promovido como "el secreto de la vitalidad de los Incas", señalando además que la raíz de la cual saca los extractos es cultivada en las alturas de la sierra central del Perú. ¿Dónde está entonces el invento?
En declaraciones al grupo ETC, el profesor Carlos Quirós de la Universidad de California indica que una de las patentes de la empresa Pure World describe la preparación de un extracto alcohólico de raíces de maca cuyo producto final "no es tan diferente del que se obtiene en el Perú por el método tradicional de extracción". En efecto, Alejandro Argumedo, de la Asociación Andes, señala que la fórmula patentada como invento no es otra cosa que la mezcla de jugo de maca y alcohol tradicionalmente utilizada en Huancayo, Cerro de Pasco y otras localidades de la sierra central.
Las implicancias
Hasta el 2001 no hay cifras exactas sobre exportaciones de maca debido a que el producto se clasificó en forma genérica y con códigos diferentes. Sin embargo, en base a un estudio de Subcomité de Exportadores de Productos Naturales de ADEX y PROMPEX se calcula que en el 2001 se exportó alrededor de US$ 2 millones en las diferentes presentaciones de maca: extractos, cápsulas, shampú, harina o fresca.
Recién este año Aduanas abrió subpartidas específicas para las exportaciones de la raíz en forma entera, fresca o seca, y en harina. En ambas presentaciones las exportaciones entre mayo y junio totalizaron US$399,566 equivalente a poco más de 25 toneladas. De este total, las principales ventas se dirigieron a Japón y Estados Unidos, siendo éste ultimo el principal comprador de maca fresca refrigerada en este período. (¿la Pure World?) Este registro no incluye la venta al exterior de otras presentaciones o productos a base de maca, como la harina pregelatinizada, combinada con otros productos, en forma de bebida, o extractos en cápsula.
De prosperar las pretensiones de Pure World Botanicals, el Perú perdería este último mercado, que tiende a ampliarse, y se vería obligado a exportar maca sólo como materia prima. Con ello se van al agua y desalientan las inversiones hechas o por realizar en estudios sobre la maca, como el efectuado por el Centro Internacional de la Papa (CIP) con financiamiento de Química Suiza, y en la instalación de plantas procesadoras por parte de varios laboratorios nacionales, y se cierra una oportunidad para los campesinos productores de maca en las alturas de Junín, Cerro de Pasco, Huancavelica y Ayacucho, donde la superficie dedicada al cultivo creció de menos de 100 Has en 1994 a cerca del 2000 Has a fines de la década
¿Qué hacer?
A nivel de INDECOPI se ha formado un comité de trabajo integrado por
representantes del Instituto Peruano de Plantas Medicinales, INDECOPI, la Cancillería, y ADEX, entre otros, quienes evalúan las implicancias técnicas y económicas de interponer una acción legal. "Si demostramos que comercializamos la maca (en extracto) antes de la fecha en que se presentaron las solicitudes de patentes tenemos posibilidad de anularlas", señala Alejandra Velasco, presidenta del subcomité de exportadores de ADEX. Esta acción legal puede ser costosa y durar meses, aunque no por ello deja de ser válida.
Pero las organizaciones campesinas e instituciones denunciantes de la piratería van más allá. Además de exigir que el Estado objete legalmente los derechos concedidos por las autoridades norteamericanas, plantean que se denuncie el hecho ante la Organización Internacional de Propiedad Intelectual (OMPI) como "un robo de los conocimientos tradicionales de las comunidades andinas". Estas organizaciones se han propuesto formar una Coalición Andina contra la Biopiratería con el objetivo de "realizar una campaña orientada a que se establezcan mecanismos para garantizar que lo que se exporta no termine en una oficina de patentes", dice Alejandro Argumedo de la Asociación Andes.
Es un hecho que muchas semillas de variedades vegetales, medicinas, cosméticos o tintes comercializados por empresas transnacionales, se obtuvieron recogiendo genes de los países de donde son oriundas esas especies y el conocimiento ancestral de las comunidades locales sobre sus usos, propiedades y características. El Perú y los países andinos ya han sufrido varios casos de biopiratería. Una variedad de quinua peruano-boliviana fue patentada hace unos años en los Estados Unidos. En Japón se hizo lo mismo con una variedad adaptada de yacón en base al germoplasma que se llevó del CIP el cuñado de Fujimori, Víctor Aritomi. Otra patente estadounidense sobre la ayahuasca logró ser anulada luego de la fuerte batalla que desplegaron comunidades nativas de la amazonía ecuatoriana, pero este caso está nuevamente abierto porque los investigadores norteamericanos insisten en haber descubierto los atributos de la planta amazónica. También de variedades nativas de algodón de color y tomate silvestre hay derechos de propiedad registrados en los Estados Unidos. ¿Cómo evitar que la biopiratería continúe?
Recientemente, se promulgó la ley que crea el Régimen de Protección de Conocimientos Colectivos de Pueblos Indígenas que establece mecanismos para registrar estos conocimientos ante el INDECOPI y defenderlos. (ver recuadro). Pero, ¿basta que el Perú y los países de la Comunidad Andina prohiba la biopiratería cuando a nivel internacional está prácticamente legalizada?
A nivel internacional el debate está abierto e, incluso, en las negociaciones que se desarrollan en la OMC se logró incorporar en la agenda la revisión del Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual (ADPIC) en los aspectos relacionados a las patentes de recursos genéticos. Lo que está en cuestión es si la normativa internacional sobre derechos de propiedad intelectual sirven para asegurar la disponibilidad de recursos genéticos estratégicos para la alimentación y la salud, y protegen el conocimiento colectivo de pueblos campesinos.

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