EN PERÚ CONSIDERAN GRAVE PRESUNTOS NEXOS ENTRE EL MRTA Y LA FARC


Perú considera grave presuntos nexos entre FARC y MRTA
Perú considera un hecho grave los informes periodísticos sobre presuntos contactos entre el desaparecido Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y la guerrilla colombiana de las FARC, dijo este lunes el primer ministro peruano, Javier Velásquez.
"Resulta (un hecho) muy serio y grave; el gobierno tomará las previsiones necesarias", dijo el premier en diálogo con periodistas, subrayando que se conocían desde meses atrás informes sobre la vinculación de ambos grupos armados.
Velásquez aseveró que era "casi notoria esta relación de las FARC con algunos rezagos del terrorismo (en Perú) que todavía actúan impunemente en el país" al remarcar que se tomarán los informes en ese sentido con "absoluta responsabilidad".
El primer ministro se refirió así a versiones difundidos por el diario limeño El Comercio que señalan que personas allegadas al extinguido MRTA visitaron campamentos de las FARC entre 2001 y 2007.
El rotativo asegura que tuvo acceso a una pequeña parte de 107 correos electrónicos con información sobre Perú de la computadora de Raúl Reyes, abatido líder de la guerrilla colombiana.
Sostiene además que unos 30 peruanos que militaron en el MRTA y que vivieron o viven en Chile, Bolivia y Venezuela llegaron a tejer "sólidos vínculos con las FARC" y visitaron sus campamentos.
El objetivo era recibir "padrinazgo político y adoctrinamiento, patrocinio económico y acceso clandestino a campamentos de las FARC en la selva en Colombia y Ecuador", señala la publicación.
Los primeros contactos se remontan al año 2000 con la llegada a Lima de una emisaria de las FARC, según el informe.
Un correo que difunde El Comercio atribuye a Raúl Reyes una frase en la que dice: "el compañero de Perú llegó a más no poder; se equivocó de ruta porque vino a pedir 100.000 dólares americanos... se le dijo que aquí no hay".
El MRTA, organización de corte guevarista derrotada en la década pasada, y con sus líderes en prisión, cobró notoriedad con el secuestro de la residencia del embajador de Japón en Lima en diciembre de 1996, que terminó cuatro meses después con el rescate de 71 rehenes, la muerte de uno de ellos y de los 14 emerretistas que asaltaron la casona.

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