La policía carga contra los simpatizantes de Zelaya ante la Casa Presidencial
Cortesía : El País Digital
Fuerzas policiales han cargado y lanzado gases lacrimógenos este lunes contra varios cientos de seguidores del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que permanecen frente a la Casa Presidencial en Tegucigalpa desde el domingo a pesar del toque de queda decretado por el nuevo mandatario, Roberto Micheltti. Los agentes, con el apoyo de dos helicópteros, trataban de disolver varios piquetes que interrumpían el acceso a la sede de Gobierno y han detenido a un número indeterminado de personas que organizaciones sociales cifran en alrededor de una treintena.
Los españoles en Honduras "están bien"
El nuevo presidente de Honduras decreta el toque de queda
El Ejército de Honduras detiene al presidente Zelaya y lo expulsa a Costa Rica
"Sigo siendo el presidente legítimo"
Obama exige "respeto a la democracia"
Zapatero: "La intervención militar en Honduras ha sido una muy mala noticia"
Chávez: "Este golpe lo vamos a quebrar desde dentro y desde fuera"
La tentación de la presidencia vitalicia
Un manifestante participa en protestas en los alrededores de la sede de Gobierno en Tegucigalpa. Los seguidores de Manuel Zelaya piden su regreso- AP
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Se trata de los primeros incidentes de importancia desde que Zelaya fuera sacado por la fuerza de la Presidencia y del país este domingo. Varias personas tuvieron que ser enviadas a centros de salud debido a los gases y por la carga policial, aunque hasta el momento en número reducido. Tras la acción policial, al menos ocho camiones del Ejército accedieron a las instalaciones de la Casa Presidencial para reforzar la vigilancia dentro y en los alrededores del lugar.
Poco antes se habían producido escaramuzas entre los seguidores de Zelaya y los agentes que habían ya dejado 27 detenidos, según ha denunciado el presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), Andrés Pavón.
Condena internacional
El nuevo Gobierno presidido por Roberto Micheletti ha comenzado con serios tropiezos al recibir un fuerte rechazo por parte de la comunidad internacional, que ha condenado enérgicamente el golpe de Estado del domingo y ha lanzado un único mensaje: la restauración inmediata del orden constitucional y la restitución de Manuel Zelaya como único mandatario reconocido de esa nación centroamericana.
Por ello Micheletti, que hasta el domingo era el presidente del Congreso hondureño, ha anunciado el lanzamiento de una campaña de reconocimiento exterior de su mandato. "No se ha roto el orden constitucional, hemos hecho lo que manda la ley", insistió este lunes Micheletti en declaraciones a los periodistas ante la condena mundial que ha suscitado el derrocamiento de Zelaya y su posterior expulsión a Costa Rica.
Desde que se conoció a nivel internacional el golpe propiciado por los militares que detuvieron en su residencia a Zelaya, las expresiones de rechazo no han cesado. Por el contrario, se han ido intensificando a medida que el nuevo Gobierno continúa dando pasos en un intento poco exitoso de lograr su consolidación y la aprobación del resto de las naciones. Los primeros países en expresar su repudio a lo ocurrido fueron Venezuela, Cuba y Nicaragua, considerados los principales aliados de Zelaya.
De hecho, los países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) decidieron retirar inmediatamente a sus embajadores acreditados en Tegucigalpa hasta que se le restituya en la presidencia, a lo que se han sumado todos los países centroamericanos.
Por su parte, la Unión Europea calificó de "inaceptable" el derrocamiento del Gobierno hondureño, mientras que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado que lo ocurrido este fin de semana es un golpe de Estado "ilegal" que le recuerda a los "tiempos oscuros" vividos en la región, tras lo cual subrayó que Manuel Zelaya sigue siendo el presidente legítimo del país centroamericano.
En declaraciones a los periodistas en una breve comparecencia conjunta con el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, después de un encuentro en la Casa Blanca, Obama afirmó que si no se da marcha atrás al golpe de Estado en Honduras se sentará un "terrible precedente" en la región, y se comprometió a trabajar con la Organización de Estados Americanos (OEA) para restaurar en el poder a Zelaya. Poco antes, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, había pedido ya la restauración del orden democrático, aunque aseguró que por ahora no suspenderá la ayuda económica al país.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha declarado que ese organismo está dispuesto a un diálogo con Honduras únicamente si es restituido Zelaya como presidente, reiterando que en el continente "los militares golpistas no tienen cabida".
Además, el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto, ha invitado a Zelaya a que se dirija a la Asamblea "tan pronto como sea posible", mientras que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido más contudente y ha dicho que su Gobierno no reconocerá otro gobierno que el del derrocado mandatario José Manuel Zelaya, "elegido directamente por el voto".
Protestas y llamamiento a huelga
La capital hondureña, Tegucigalpa, se despertó este lunes tranquila, pero el ambiente se enrareció a medida que pasaban las horas. Muchos simpatizantes del presidente depuesto Manuel Zelaya habían pasado la noche en los alrededores de la sede de Gobierno durante el toque de queda, que comenzó el domingo a las 21.00 (05.00 hora española del lunes) y terminó a las 06.00 horas (14.00 hora de España). Según denuncias de los organizadores, se produjeron disparos desde la Casa Presidencial, aunque al parecer no hirieron a ninguna persona pero sí produjeron daños materiales en un edificio cercano.
El presidente designado por el Congreso comenzó el día haciendo un llamamiento a los hondureños en la radio para que acudieran con normalidad a sus puestos de trabajo. "Hoy debemos garantizar que todos los niños estén en las escuelas y que todos los muchachos y muchachas vayan a la universidad", dijo en declaraciones a una emisora local.
Sin embargo, desde primeras horas de la mañana, los estudiantes comenzaron a llegar en autobuses desde las universidades y escuelas y miembros de los sindicatos de trabajadores se reunieron en los alrededores de la Casa Presidencial, ubicada en la avenida Juan Pablo II, informa el enviado especial Pablo Ordaz. Los alrededores de la Casa Presidencial quedaron cortados con barricadas improvisadas y algunos manifestantes quemaron neumáticos y lanzaron gritos contra los militares.
Sectores sociales y sindicales han convocado en todo el país una huelga general en rechazo al nombramiento de Micheletti como presidente interino y para exigir el regreso de Zelaya.
Fuerzas policiales han cargado y lanzado gases lacrimógenos este lunes contra varios cientos de seguidores del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que permanecen frente a la Casa Presidencial en Tegucigalpa desde el domingo a pesar del toque de queda decretado por el nuevo mandatario, Roberto Micheltti. Los agentes, con el apoyo de dos helicópteros, trataban de disolver varios piquetes que interrumpían el acceso a la sede de Gobierno y han detenido a un número indeterminado de personas que organizaciones sociales cifran en alrededor de una treintena.
Los españoles en Honduras "están bien"
El nuevo presidente de Honduras decreta el toque de queda
El Ejército de Honduras detiene al presidente Zelaya y lo expulsa a Costa Rica
"Sigo siendo el presidente legítimo"
Obama exige "respeto a la democracia"
Zapatero: "La intervención militar en Honduras ha sido una muy mala noticia"
Chávez: "Este golpe lo vamos a quebrar desde dentro y desde fuera"
La tentación de la presidencia vitalicia
Un manifestante participa en protestas en los alrededores de la sede de Gobierno en Tegucigalpa. Los seguidores de Manuel Zelaya piden su regreso- AP
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Se trata de los primeros incidentes de importancia desde que Zelaya fuera sacado por la fuerza de la Presidencia y del país este domingo. Varias personas tuvieron que ser enviadas a centros de salud debido a los gases y por la carga policial, aunque hasta el momento en número reducido. Tras la acción policial, al menos ocho camiones del Ejército accedieron a las instalaciones de la Casa Presidencial para reforzar la vigilancia dentro y en los alrededores del lugar.
Poco antes se habían producido escaramuzas entre los seguidores de Zelaya y los agentes que habían ya dejado 27 detenidos, según ha denunciado el presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), Andrés Pavón.
Condena internacional
El nuevo Gobierno presidido por Roberto Micheletti ha comenzado con serios tropiezos al recibir un fuerte rechazo por parte de la comunidad internacional, que ha condenado enérgicamente el golpe de Estado del domingo y ha lanzado un único mensaje: la restauración inmediata del orden constitucional y la restitución de Manuel Zelaya como único mandatario reconocido de esa nación centroamericana.
Por ello Micheletti, que hasta el domingo era el presidente del Congreso hondureño, ha anunciado el lanzamiento de una campaña de reconocimiento exterior de su mandato. "No se ha roto el orden constitucional, hemos hecho lo que manda la ley", insistió este lunes Micheletti en declaraciones a los periodistas ante la condena mundial que ha suscitado el derrocamiento de Zelaya y su posterior expulsión a Costa Rica.
Desde que se conoció a nivel internacional el golpe propiciado por los militares que detuvieron en su residencia a Zelaya, las expresiones de rechazo no han cesado. Por el contrario, se han ido intensificando a medida que el nuevo Gobierno continúa dando pasos en un intento poco exitoso de lograr su consolidación y la aprobación del resto de las naciones. Los primeros países en expresar su repudio a lo ocurrido fueron Venezuela, Cuba y Nicaragua, considerados los principales aliados de Zelaya.
De hecho, los países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) decidieron retirar inmediatamente a sus embajadores acreditados en Tegucigalpa hasta que se le restituya en la presidencia, a lo que se han sumado todos los países centroamericanos.
Por su parte, la Unión Europea calificó de "inaceptable" el derrocamiento del Gobierno hondureño, mientras que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado que lo ocurrido este fin de semana es un golpe de Estado "ilegal" que le recuerda a los "tiempos oscuros" vividos en la región, tras lo cual subrayó que Manuel Zelaya sigue siendo el presidente legítimo del país centroamericano.
En declaraciones a los periodistas en una breve comparecencia conjunta con el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, después de un encuentro en la Casa Blanca, Obama afirmó que si no se da marcha atrás al golpe de Estado en Honduras se sentará un "terrible precedente" en la región, y se comprometió a trabajar con la Organización de Estados Americanos (OEA) para restaurar en el poder a Zelaya. Poco antes, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, había pedido ya la restauración del orden democrático, aunque aseguró que por ahora no suspenderá la ayuda económica al país.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha declarado que ese organismo está dispuesto a un diálogo con Honduras únicamente si es restituido Zelaya como presidente, reiterando que en el continente "los militares golpistas no tienen cabida".
Además, el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto, ha invitado a Zelaya a que se dirija a la Asamblea "tan pronto como sea posible", mientras que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido más contudente y ha dicho que su Gobierno no reconocerá otro gobierno que el del derrocado mandatario José Manuel Zelaya, "elegido directamente por el voto".
Protestas y llamamiento a huelga
La capital hondureña, Tegucigalpa, se despertó este lunes tranquila, pero el ambiente se enrareció a medida que pasaban las horas. Muchos simpatizantes del presidente depuesto Manuel Zelaya habían pasado la noche en los alrededores de la sede de Gobierno durante el toque de queda, que comenzó el domingo a las 21.00 (05.00 hora española del lunes) y terminó a las 06.00 horas (14.00 hora de España). Según denuncias de los organizadores, se produjeron disparos desde la Casa Presidencial, aunque al parecer no hirieron a ninguna persona pero sí produjeron daños materiales en un edificio cercano.
El presidente designado por el Congreso comenzó el día haciendo un llamamiento a los hondureños en la radio para que acudieran con normalidad a sus puestos de trabajo. "Hoy debemos garantizar que todos los niños estén en las escuelas y que todos los muchachos y muchachas vayan a la universidad", dijo en declaraciones a una emisora local.
Sin embargo, desde primeras horas de la mañana, los estudiantes comenzaron a llegar en autobuses desde las universidades y escuelas y miembros de los sindicatos de trabajadores se reunieron en los alrededores de la Casa Presidencial, ubicada en la avenida Juan Pablo II, informa el enviado especial Pablo Ordaz. Los alrededores de la Casa Presidencial quedaron cortados con barricadas improvisadas y algunos manifestantes quemaron neumáticos y lanzaron gritos contra los militares.
Sectores sociales y sindicales han convocado en todo el país una huelga general en rechazo al nombramiento de Micheletti como presidente interino y para exigir el regreso de Zelaya.
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