PANTALLAZO 6: MAL RATO
p. Marcial Guillermo Pérez Herrera
Aunque quisiera evitarlo, escapar, recurrir a todo tipo de artificios exquisitos, sencillos o teóricos, no puedo, evitar la sensación del vacío profundo que domina, mis entrañas, celosos pensamientos y letanías del nuevo día. Han vuelto silenciosas y retrecheras las pesadillas de sueño reciente, lo cual las hace más notorias y prevalentes. Dejan golpeado el cuerpo, dañando fibras valiosas, que probablemente, arredrarán a los deseos vitales, harán quejumbrosas las mañanas y ceñidas a las penurias, todas y cada una de las noches.
La nostalgia del ayer, las carencias del presente, los devaneos del futuro hacen, por momentos, interminables las ansias somnolientas, los momentos de razonar, abismales los objetivos de vida, que pudieran ser realizables y hechos realidad.
Por momentos, estoy cediendo a todo aquello que prometí evitar, incertidumbre, agotamientos inexplicables, desaliento galopante. Se van dando condiciones para comenzar a dudar sin razón, alentar anomias desconcertantes, reverberar diletante y vehemente, las causalidades de presumibles males y olvidos, de individuos, de colectivos, de ideas, de seres que amas y te ignoran sin sentido.
4 paredes, no es encierro, aunque comienzan a parecerse, silencios incoherentes, palabras recortadas, tramos de lenta espera, aun cuando, soy consciente, que tienen alas para recordarme, que pudieran convertirse en gárgolas siniestras, cual globales esbirros de fiebres inventadas y guerras de poder incontrolables.
p. Marcial Guillermo Pérez Herrera
Aunque quisiera evitarlo, escapar, recurrir a todo tipo de artificios exquisitos, sencillos o teóricos, no puedo, evitar la sensación del vacío profundo que domina, mis entrañas, celosos pensamientos y letanías del nuevo día. Han vuelto silenciosas y retrecheras las pesadillas de sueño reciente, lo cual las hace más notorias y prevalentes. Dejan golpeado el cuerpo, dañando fibras valiosas, que probablemente, arredrarán a los deseos vitales, harán quejumbrosas las mañanas y ceñidas a las penurias, todas y cada una de las noches.
La nostalgia del ayer, las carencias del presente, los devaneos del futuro hacen, por momentos, interminables las ansias somnolientas, los momentos de razonar, abismales los objetivos de vida, que pudieran ser realizables y hechos realidad.
Por momentos, estoy cediendo a todo aquello que prometí evitar, incertidumbre, agotamientos inexplicables, desaliento galopante. Se van dando condiciones para comenzar a dudar sin razón, alentar anomias desconcertantes, reverberar diletante y vehemente, las causalidades de presumibles males y olvidos, de individuos, de colectivos, de ideas, de seres que amas y te ignoran sin sentido.
4 paredes, no es encierro, aunque comienzan a parecerse, silencios incoherentes, palabras recortadas, tramos de lenta espera, aun cuando, soy consciente, que tienen alas para recordarme, que pudieran convertirse en gárgolas siniestras, cual globales esbirros de fiebres inventadas y guerras de poder incontrolables.
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