VIDA DE JUBILADOS

VIDA DE JUBILADOS
RESPUESTA A BLOGGER PERUANO EN U.S.A. CARLOS QUIROZ
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Por : Marlene Samatelo Valdivia
http://marlenesamatelo.blogspot.com/
Estimado amigo:
La historia de don Guillermo Rivero Balarezo, no es la única historia dramática; conozco muchas. Pero en este caso, hablaré solo de Rivero Balarezo.
Un vecino de don Rivero Balarezo me remitió carta y dos fotos, contándome la terrible situación en que vivía. En esa carta pidió ayuda para que se le done una silla de ruedas, pues se encontraba postrado más de un año, tras haber sufrido un derrame cerebral que lo inmovilizó totalmente. No tenía hijos, solo su anciana esposa lo cuidaba; vivían en un pequeño cuarto ubicado en el tercer piso, cedido gratuita y temporalmente por los dueños. La modesta pensión de jubilación que le pagaba la SUNAT, por más de 30 años de trabajo, no llegaba a los S/. 500.00 nuevos soles ( equivalente a USD$ 140.00 en esa fecha); con el mínimo ingreso, la esposa tenía que cubrir los gastos fijos y además: medicinas, pañales y comida especial. El seguro de salud al cual aportó 30 años como trabajador activo y otros 10 años como trabajador jubilado, no le sirvió de mucho; pues tras atender la emergencia, lo devolvieron a su casa. ¿ Cómo una anciana va a poder atender a otro anciano que se encuentra totalmente postrado, inmovilizado?
Tratándose de un integrante de nuestra asociación de jubilados y en mi condición de representante legal, viajé hasta la ciudad de Chimbote, donde residía el señor Rivero Balarezo. Así pude comprobar que las fotos aún siendo fuertes, no llegaban a reflejar todo el drama de esa pareja de ancianos. Regresé con la decisión de conseguir en donación una silla de ruedas, para que alivie en algo su sufrimiento y fue por esa razón que publiqué el caso en mi Blogger.
La buena voluntad se hizo sentir desde Japón y así pudo tener una silla de ruedas que le sirvió de mucho alivio a sus males. Desde esa fecha pasaron más de dos años y su vida se fue apagando lentamente, hasta el 23 de Marzo 2008, día en que falleció. ………… . Murió en la mayor miseria, sin haber podido gozar de una vejez digna. Como él, muchos ancianos se van muriendo, no por la ancianidad misma, sino por que sus magras pensiones, no les permite cubrir el costo de enfermedades que son superables si se contara con mayores recursos económicos.
El Estado peruano mantiene con los jubilados, una deuda interna producto de aumentos de pensiones que conforme a ley debieron darse y que en el curso de los últimos 18 años se han ido acumulando. Existe pues, una voluntad política de burlar el pago de esta deuda interna, a costa de sumergir a los jubilados en una vida de martirio que acelera y reduce su tiempo de vida. Esta decisión política se debe a que los gobiernos de turno, desde el gobierno de Alberto Fujimori hasta la actualidad, han suscrito con el Fondo Monetario Internacional – FMI, "Cartas de Entendimiento" que más bien deben llamarse "Cartas de sometimiento", donde los diferentes gobiernos se comprometen a pagar la deuda externa y a reducir o limitar el gasto presupuestal en cuanto al pago de pensiones; consecuentemente no puede haber aumentos. No interesa que la deuda interna vaya en aumento, porque están decididos a no reconocerla; para ello cuentan con todo el aparato estatal y el Poder Judicial.
Ante tantos abusos, los diferentes gremios de jubilados han venido luchando desde el gobierno de Alberto Fujimori, por el reconocimiento de sus derechos. Hay un sinnúmero de juicios aún en trámite; algunos de estos juicios ya tienen sentencias favorables y sin embargo, no les aumentan las pensiones. Tanto el gobierno de Alberto Fujimori, como el de Alejandro Toledo y del actual Alan García, han aplicado el mismo sistema: Obligar a los jubilados a litigar primero en Vía Administrativa, luego en Vía Judicial, donde los abogados del Estado tienen el mayor apoyo y la orden de hacer lo posible e imposible para prolongar hasta el extremo increíble, todos los juicios; con la complicidad de los jueces (salvo honrosas excepciones). Cuando los jubilados después de muchos años logran ganar excepcionalmente un juicio, tampoco se acepta el mandato judicial que ordena el aumento de pensiones. Siguen las triquiñuelas, no hay denuncia penal que valga y a los jubilados no les queda otro recurso que seguir luchando en vía supranacional.
Un juicio en el Perú, sobre asunto de pensiones, puede durar diez años; en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con sede en Washington, demora en promedio tres años; en la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en Costa Rica, demora otros tres años. Cuando el caso regresa al Perú, continúa otro trámite en Primera Instancia (como ejecución de sentencia) que también puede prolongarse por tres años o más. En total, los jubilados tienen que litigar en promedio durante diecinueve años. En esos interminables 19 años, los jubilados se han unido para juntar limosnas y poder solventar los gastos que significa llevar un juicio, sus hogares se han reducido a la extrema pobreza y cuando han llegado las enfermedades, muchos han dejado este mundo sin haber logrado tener una pensión digna para una vejez feliz. ¿Quiénes han ganado en los 19 años de litigios?.... los grandes estudios jurídicos que cobran millones al Estado, por defenderlo: y, definitivamente el Estado peruano, por haberse apropiado de un fondo de jubilación que pertenece a la gran masa de jubilados del Perú
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En Noviembre del año 2004 el Congreso de Toledo Manrique logró aprobar una reforma constitucional que suprimió los derechos adquiridos de los jubilados y de esa forma se desconoció el derecho a la nivelación de pensiones. Los jubilados através de sus gremios centrales presentaron acciones de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. Los fundamentos expuestos por la defensa de los jubilados fueron contundentes, pero la presión del gobierno fue mucho mayor y el Tribunal Constitucional falló a favor del gobierno. En el año 2,005 se presentó varias denuncias que ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con sede en Washington, las mismas que fueron acumuladas bajo el Expediente Nº 957-05. Sin embargo, hasta la fecha no emiten resolución y el tiempo sigue avanzando; la Comisión se reúne periódicamente para resolver los casos presentados; y, considerando el tiempo transcurrido desde el año 2005, pensamos que nuestro caso se atendería en el 129º Período de Sesiones, realizado del 5 al 7 de Setiembre 2007; pero hemos llegado al 132º Período de Sesiones, realizado del 17 al 25 de Julio 2008, sin resultado alguno. A ese paso esperaremos las sesiones del año 2,009. Suponemos que el gobierno peruano está moviendo todos sus recursos para retrazar en lo posible el informe de la CIDH, no encontramos otra explicación.
Según informe oficial publicado el 28.07.01 los jubilados del Estado sumaban una cantidad de 627,880; de los cuales el 97% tiene pensiones irrisorias. Frente a tantos abusos, pregunto: ¿ Es justo condenar a más de 600,000 jubilados a tantos sufrimientos, cuando ellos cumplieron con aportar a un fondo de jubilación durante más de 30 años, fondo que los gobiernos de turno no administraron con responsabilidad y honradez?, ¿Es justo que se obligue a los jubilados a litigar durante tantos años, cuando el Estado debió de ordenar los aumentos de pensiones, automáticamente por imperio de las leyes vigentes?.
Toda esta cadena de injusticias demuestra una verdad incuestionable: ¡!EN EL PERU NO EXISTE UN ESTADO DE DERECHO!!, las leyes solo protegen a los ricos y poderosos; los pobres que aún pertenecen a la población económicamente activa tienen que salir a exigir la defensa de sus derechos en las calles, convocando huelgas y paros, cerrando carreteras, haciendo marchas de sacrificio o huelgas de hambre……. Pero los ancianos, que no tienen posibilidad de presionar al gobierno pues ya no son una fuerza laboral activa y la propia vejez los limita o reduce físicamente…. resultan siendo los más abusados.
Ultima pregunta: ¿Sabe quienes son los jubilados que hasta la fecha gozan de pensiones niveladas y no se les ha afectado sus derechos adquiridos?.... Pues son los jubilados pertenecientes a la oficialidad de las fuerzas armadas; a quienes no se los ha tocado ni se los tocará….. la razón es evidente….. los militares en actividad detentan un poder indiscutible y desde esa posición, protegen el futuro de su vejez….. solo ellos tienen derecho a una vejez digna con calidad de vida.



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