Bolivia aprueba Constitución impulsada por Evo Morales
Nueva Carta Magna daría al Estado control total sobre la economía
Según primeros datos, entre un 60 y un 61% de sufragios decidieron ‘sí’
Cortesía : reuters-afp
Los bolivianos habrían aprobado ayer en referendo una nueva Constitución Política impulsada por el presidente Evo Morales, que abre las puertas del poder a la mayoría indígena y da al Estado el control total sobre la economía, según proyecciones no oficiales.
Dos sondeos a boca de urna de canales de televisión privados dieron al “sí” a la nueva Carta Magna entre un 60% y un 61% de los sufragios, aunque un conteo rápido preliminar de otra cadena mostraba a las 8 p. m. una elección bastante reñida.
Esta es la segunda reforma constitucional de corte socialista en ver la luz en América Latina en los últimos cuatro meses, luego de la nueva Carta Magna en Ecuador, profundizando el giro de la región hacia la izquierda.
Indígenas con peso. Analistas esperaban la victoria de Morales debido a su popularidad entre los aborígenes de las tierras altas del occidente, que aunque representan dos tercios de la población boliviana de 10 millones de habitantes, han sido relegados durante décadas de la vida política.
“Ahora se refunda Bolivia (...), aquí terminó el Estado colonial, se acabó el colonialismo interno y externo. Gracias a la conciencia del pueblo boliviano, se acabó el latifundismo y los terratenientes”, afirmó anoche Morales desde los balcones del palacio presidencial, en la plaza de Armas de La Paz.
Él votó temprano en la villa 14 de Septiembre, en la región central del Chapare, donde comenzó su carrera sindical como líder cocalero.
La nueva Carta Magna boliviana es fuertemente resistida por los departamentos de la llanura oriental del país, dominados por descendientes de europeos y desde donde la oposición derechista intentó evitar, el año pasado, la convocatoria al referendo con una ola de protestas que dejaron varios muertos.
Esta nueva Constitución permite a Morales presentarse por única vez a su reelección en unos comicios adelantados que podrían ser convocados en diciembre, y establece que las 36 etnias indígenas que conforman Bolivia deben estar representadas en los poderes Legislativo y Judicial.
Además, profundiza una reforma agraria al prohibir los latifundios y establece que el Estado ejercerá la planificación de la economía y la administración de los recursos naturales y podrá intervenir en toda la cadena productiva.
Resistencia opositora. La oposición, dispersa entre partidos de centro y centroderecha, asegura que la nueva Constitución crearía un Estado totalitario y ahuyentaría inversiones que necesita el país más pobre de Suramérica.
También acusa a Morales, un indígena aymara de 49 años, de querer instaurar un régimen centralista animado por su mayor aliado, el venezolano Hugo Chávez.
“Sé que hay cosas buenas en la nueva Constitución. Pero, yo voto ‘no’ para no darle un poder ilimitado a la que dice ser la mayoría”, dijo Gigi Pinar, un ama de casa.
Aunque dirigentes opositores sugirieron que podría haber fraude, observadores extranjeros, especialmente los de la Organización de Estados Americanos, afirmaron en la mañana que no habían encontrado irregularidades en el proceso electoral.
Los bolivianos también decidieron en el referendo limitar en 5.000-10.000 hectáreas la superficie máxima de las propiedades.
“Esa (la nueva Constitución) es la única forma de que cambie nuestro país, empezando porque se respete a la mayoría, y así tendremos más justicia”, afirmó Pánfilo Choque, un artesano de 37 anos, en un colegio en uno de los barrios de clase baja en La Paz.
Nueva Carta Magna daría al Estado control total sobre la economía
Según primeros datos, entre un 60 y un 61% de sufragios decidieron ‘sí’
Cortesía : reuters-afp
Los bolivianos habrían aprobado ayer en referendo una nueva Constitución Política impulsada por el presidente Evo Morales, que abre las puertas del poder a la mayoría indígena y da al Estado el control total sobre la economía, según proyecciones no oficiales.Dos sondeos a boca de urna de canales de televisión privados dieron al “sí” a la nueva Carta Magna entre un 60% y un 61% de los sufragios, aunque un conteo rápido preliminar de otra cadena mostraba a las 8 p. m. una elección bastante reñida.
Esta es la segunda reforma constitucional de corte socialista en ver la luz en América Latina en los últimos cuatro meses, luego de la nueva Carta Magna en Ecuador, profundizando el giro de la región hacia la izquierda.
Indígenas con peso. Analistas esperaban la victoria de Morales debido a su popularidad entre los aborígenes de las tierras altas del occidente, que aunque representan dos tercios de la población boliviana de 10 millones de habitantes, han sido relegados durante décadas de la vida política.
“Ahora se refunda Bolivia (...), aquí terminó el Estado colonial, se acabó el colonialismo interno y externo. Gracias a la conciencia del pueblo boliviano, se acabó el latifundismo y los terratenientes”, afirmó anoche Morales desde los balcones del palacio presidencial, en la plaza de Armas de La Paz.
Él votó temprano en la villa 14 de Septiembre, en la región central del Chapare, donde comenzó su carrera sindical como líder cocalero.
La nueva Carta Magna boliviana es fuertemente resistida por los departamentos de la llanura oriental del país, dominados por descendientes de europeos y desde donde la oposición derechista intentó evitar, el año pasado, la convocatoria al referendo con una ola de protestas que dejaron varios muertos.
Esta nueva Constitución permite a Morales presentarse por única vez a su reelección en unos comicios adelantados que podrían ser convocados en diciembre, y establece que las 36 etnias indígenas que conforman Bolivia deben estar representadas en los poderes Legislativo y Judicial.
Además, profundiza una reforma agraria al prohibir los latifundios y establece que el Estado ejercerá la planificación de la economía y la administración de los recursos naturales y podrá intervenir en toda la cadena productiva.
Resistencia opositora. La oposición, dispersa entre partidos de centro y centroderecha, asegura que la nueva Constitución crearía un Estado totalitario y ahuyentaría inversiones que necesita el país más pobre de Suramérica.
También acusa a Morales, un indígena aymara de 49 años, de querer instaurar un régimen centralista animado por su mayor aliado, el venezolano Hugo Chávez.
“Sé que hay cosas buenas en la nueva Constitución. Pero, yo voto ‘no’ para no darle un poder ilimitado a la que dice ser la mayoría”, dijo Gigi Pinar, un ama de casa.
Aunque dirigentes opositores sugirieron que podría haber fraude, observadores extranjeros, especialmente los de la Organización de Estados Americanos, afirmaron en la mañana que no habían encontrado irregularidades en el proceso electoral.
Los bolivianos también decidieron en el referendo limitar en 5.000-10.000 hectáreas la superficie máxima de las propiedades.
“Esa (la nueva Constitución) es la única forma de que cambie nuestro país, empezando porque se respete a la mayoría, y así tendremos más justicia”, afirmó Pánfilo Choque, un artesano de 37 anos, en un colegio en uno de los barrios de clase baja en La Paz.
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