ACCIÓN SINDICAL EN LA ECONOMÍA INFORMAL LATINOAMERICANA, LA DIVERSIDAD DE UN PROCESO RENOVADOR (Primera Parte)

ACCIÓN SINDICAL EN LA ECONOMÍA INFORMAL LATINOAMERICANA, LA DIVERSIDAD DE UN PROCESO RENOVADOR (Primera Parte)
Por : Marcial Guillermo Pérez Herrera
Agradecimientos
Mi más sincero agradecimiento a muchos dirigentes, dirigentes , amigos , amigas, que batallan diariamente en la economía informal, por hacer realidad los derechos , de millones de trabajadores , nutrir expectativas por un futuro mejor y construir, desde su experiencia, denuedo y entrega, las bases de un nuevo arquetipo gremial, como soporte de una gran Patria Unida Latinoamericana, donde la sociedad del trabajo, el esfuerzo, la etica y el compromiso sean los pilares fundamentales de un nuevo mundo, justo, equitativo, libre y auténticamente democrático.Mi sincero y especial homenaje a los principales artífices de este proceso de cambio , en nuestros países : Jimmy Nuñez, Patricia Buriticá, María Luisa Diaz, Nohora Tovar, Alvaro Morales, Gildardo Díaz, Virgelina Chará (Colombia), Eugenio Rodriguez, Vilma Arévalo, Luciano Barrera, Luis Alonso Rivera, Mirtha Guzmán (Honduras), Rita Alvarez, Erminio Vera, Graciela Congo (Paraguay), Julio Diaz, Carlos Salguero, Carlos Mancilla, Carlos Carballo, Walter Apen, Martín Espada, Luis Monzón, Everildo Revolorio (Guatemala), Dick Guanique, Blanca Llerena, Yolanda Wundheiler, Vicente Carías, Ali Martinez, Zulay Flores, José Chaurán, Ingrid Castellanos, Luis Ugas (Venezuela), Mariana Guambo, Maria Luisa Guambo, Edison Paredes, Guillermo Touma, Joaquin Viteri, Jaime Arciniega (Ecuador), Arsenio De La Rosa, Ramón Pérez Balbuena, Osvaldo Pérez, Eulogia Familia, María Frias, Agripina Benitez (República Dominicana), Manuel Sulca, Marina Herrera, Josefa Adrianzén, Josefa Ramirez, Luis Valer, Guillermo Onofre, Oscar Cholani, César Valencia, Sergio Lopez, Lucas Achulla, Lucio Chauca, Gloria Solórzano, Rita Maguiña, Zully Grimaldo, Marcelino Flores, Luz Maldonado, Guillermina Huamán (Perú)
1. Introducción
El fenómeno de la economía informal (EI) en el actual contexto mundial de la globalización, de las relaciones económicas internacionales y de los modelos de desarrollo nacionales, en donde el aumento de las actividades informales es parte de las carencias, inequidades y desigualdades políticas, sociales y económicas de América Latina.Se ha constatado que hay importantes diferencias entre las actividades de la economía informal en América Latina y la economía sumergida en Europa. Los déficit estructurales y la pobreza generalizada existente en la subregión son parte de una realidad cuya transformación hacia una sociedad más equilibrada y equitativa es imprescindible para poder resolver de manera integral y democrática la exclusión social, la marginalidad productiva y la desprotección social y económica en que vive la gran mayoría de la población de los países andinos. Ello implica también fortalecer la dimensión social de los procesos de integración, e insistir en la necesidad de la cláusula social para garantizar la humanización del trabajo y el respeto a los principios y derechos fundamentales de todos(as) los(as) trabajadores(as) dentro y fuera de las fronteras nacionales. Sin mecanismos de seguridad económica y social, sin garantías para el ejercicio pleno de la ciudadanía y sus derechos inherentes, y sin participación de toda la sociedad en la construcción colectiva de modelos de desarrollo más democráticos y sustentables, no será posible generar condiciones para hacer realidad el enfoque del trabajo decente, a nivel local, nacional y regional. Precisamente, el crecimiento de la EI es una incongruencia estructural del modelo económico, y contradice la visión del Estado social que emana de la Constitución, así como el principio de derecho al trabajo de la ciudadanía.El movimiento sindical internacional ha planteado en diversos documentos y planteamientos públicos en los distintos planos y foros mundiales, la necesidad de incorporar la visión de las organizaciones sindicales en los distintos espacios de toma de decisiones que son propios de la democracia y de la cultura del diálogo social. De igual manera, ha reiterado la necesidad de ampliar la participación sindical en ésos y otros nuevos espacios de consenso sociopolítico, laboral y productivo, con el fin de garantizar la preeminencia de la justicia social universal y la profundización de la democracia en la adopción, ejecución y valoración de las políticas de desarrollo. Los participantes reafirman, en cada caso, las posiciones de sus organizaciones regionales y mundiales con relación a las prácticas sobre comercio justo, equidad socio productivo y progreso económico con bienestar y protección social; es decir, con garantías y respeto a los derechos humanos y a los derechos fundamentales del trabajo. En el caso de los trabajadores de la economía informal, es evidente que la acción sindical debe promover, a través del diálogo social, políticas inclusivas de desarrollo nacional, y las transformaciones estructurales que adecuen el mercado de trabajo, el aparato productivo, la economía y el sistema social en su conjunto, para la formalización del empleo y el trabajo informal. Por otra parte, si se quiere promover el diálogo social, es imprescindible fortalecer al actor sindical; en diversos países de la subregión es cada día más patente el déficit de diálogo existente, a pesar de los esfuerzos y acciones del sindicalismo en Pro de asentar y consolidar dicha cultura. sus autodiagnósticos para orientar mejor la acción institucional y hacer los ajustes en las estructuras y estatutos que consideren esenciales para mejorar la organización sindical de la EI, así como sus iniciativas de economía social que sirvan para focalizar acciones con sectores concretos. En este sentido, las alianzas estratégicas a nivel local, sectorial y nacional tendrán mayor impacto y serán más sustentables para los beneficiarios(as). A nivel nacional es necesario mejorar encadenamientos locales, sectoriales y nacionales para brindar más oportunidades de inserción, a la población que vive de la economía informal. Ello implica alcanzar un pacto nacional de política económica que permita iniciar un proceso de transición hacia la formalización de todas las actividades que potencialmente pueden integrarse en el mercado de trabajo, de productos y de servicios; además, debería tender puentes sólidos con otros planes económicos y/o comerciales nacionales, sectoriales o institucionales para generar encadenamientos sinérgicos. La participación de los trabajadores en la construcción de estas acciones de política social, productiva y laboral es esencial. Es, justamente enfocando a la población económicamente informal, como los gobiernos ponen a prueba su capacidad y voluntad política de conciliar, en las políticas.
La realidad de la economía informal en cifras
Si bien ha caído el desempleo, al término del 2007 se estima que todavía se registran 17 millones de personas desocupadas en el área urbana de la región. Igualmente, aunque el buen desempeño del mercado laboral ha favorecido a hombres y mujeres, tanto jóvenes como adultos, subsisten importantes brechas en los principales indicadores por sexo y edad. Estas diferencias también persisten en la dimensión étnica, donde se observa que la discriminación y la falta de oportunidades de empleos de calidad afectan con mayor severidad a las mujeres indígenas y afrodescendientes.Al evaluar la calidad del empleo en los últimos años, se observa todavía un déficit de trabajo decente en la región. Una nueva medición del empleo informal, que abarca tanto empleo en el sector formal como informal sobre la base de información para cinco países en 2006, permitió determinar que el empleo informal representó el 61.5% de los ocupados urbanos y que, dentro de este grupo, uno de cada dos trabajadores está en el empleo asalariado informal. Además, en promedio, 39.2% de los ocupados urbanos de América Latina carecieron de protección en salud y/o pensiones ese año. En Ecuador, México y Perú, las mujeres presentaron mayores porcentajes de empleo informal que los hombres. Las diferencias son heterogéneas entre un país y otro.El bajo dinamismo proyectado para la economía de Estados Unidos representa un factor de riesgo para la región, que afectaría no sólo a México, Centroamérica y el Caribe por sus estrechos vínculos comerciales y las remesas de sus trabajadores migrantes, sino también a algunos países de América del Sur. Asimismo, existe incertidumbre sobre la capacidad de recuperación que tienen los países de la región frente al shock generado por las recientes turbulencias financieras que hasta ahora han afectado principalmente a Estados Unidos y Europa.Con este escenario, se proyecta una leve disminución de la tasa de desempleo en 2008, a 7.9%, estimándose que la generación de empleos debería crecer más que la oferta laboral. Persistiría la tendencia descendente de la tasa de desempleo regional que empezó en 2003, pero más pausadamente que en los últimos años. Las proyecciones para el próximo año reflejan la expectativa de una menor capacidad del mercado laboral para mantener el ritmo de crecimiento del empleo observado en 2007.La disminución de la tasa de desempleo fue generalizada. Los mayores descensos se registraron en Panamá (10.4% a 7.7%), Argentina (10.7% a 8.8%), Uruguay (11.9% a 10.0%), República Bolivariana de Venezuela (10.5% a 9.0%), Chile (8.4% a 7.1%), Colombia (13.2% a 12.0%), Jamaica (11.4% a 10.2%), Costa Rica (6.0% a 4.8%) y Honduras (5.2% a 4.1%). Reducciones menores se produjeron en Barbados (8.7% a 7.9%), Trinidad y Tobago (7.0% a 6.3%), Brasil (10.2% a 9.7%), Ecuador (10.3% a 9.8%) y Perú (8.8% a 8.7%). En México la tasa de desempleo urbano (32 ciudades) aumentó ligeramente de 4.6% a 4.9% y la nacional, de 3.6% a 3.8%.En trece países en los que se cuenta con información sobre la tasa de desempleo urbano por sexo hasta el tercer trimestre de 2007, la desocupación de las mujeres fue en promedio 1.6 veces mayor que la de los hombres, siendo la mayor brecha en Jamaica (2.2) y la menor en México y la República Bolivariana de Venezuela (1.2).Se observa que en aquellos países donde disminuyó la tasa de desempleo urbano total, fue mayor el descenso en las mujeres que entre los hombres en ocho países, mientras que fue más alta la disminución masculina en tres países. A pesar de la caída de la tasa de desempleo urbano a nivel regional que benefició tanto a los adultos como a los jóvenes, éstos continúan siendo los más afectados por el desempleo. Su tasa de desempleo es en promedio más del doble de la tasa de desempleo total (2.2 veces), aunque con diferencias entre los países, y está cerca de triplicar la tasa de desempleo de los adultos.El incremento de la demanda laboral afectó positivamente al empleo asalariado que pasó de 61.4% en 2005 a 62.2% en 2006, mientras que disminuyó ligeramente el empleo no asalariado, destacando la disminución del empleo independiente en la mayoría de los países.Persiste la tendencia del crecimiento del empleo en los servicios, donde se concentra el empleo de la región (44.1%), seguido por el comercio (25.6%). En Argentina, Panamá y Uruguay, el empleo en los servicios representa cerca de 50%. Las mujeres desarrollan actividades de servicios en mayor proporción que los hombres (56.7% y 34.8%, respectivamente); mientras que en el comercio presentan una participación similar (aproximadamente 25.0%).La composición del empleo informal difiere entre los países. Está compuesto principalmente por trabajadores independientes en Colombia (más del 54%); Panamá y Perú presentan proporciones similares de trabajadores independientes y asalariados (cerca de 45% en Panamá y 43% en Perú); mientras que en Ecuador y México, la mayoría son trabajadores asalariados (alrededor de 58% y 63%, respectivamente). La proporción de informalidad entre los asalariados (sean estos de empresas del sector formal como del sector informal) es muy alta, ya que en promedio afecta a casi la mitad de los asalariados en los países mencionados (49.2%), pero la situación por país es heterogénea. En Ecuador, más del 70% del empleo asalariado es informal; en Perú, esta cifra asciende a alrededor del 63%; en México, al 46%; en Colombia aproximadamente al 42%; y en Panamá, es menor, 27%. Estos resultados muestran que un alto porcentaje de los asalariados carece de protección social y prestaciones relacionadas con el empleo.
ENFOQUES BÁSICOS
3.1. La Concepción de OIT
Pese a que desde inicios de los años setenta se viene hablando, investigando y actuando sobre el sector informal, no es hasta el año 1993 que la OIT en su decimoquinta Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET), llega a una resolución operativa sobre las estadísticas del empleo en el sector informal (OIT, 1992 y 1993). En esta resolución se parte reafirmando que el sector informal es un sector productivo y por ende, que la unidad de referencia es el establecimiento. En concordancia con el marco del Sistema de Cuentas Nacionales de las Naciones Unidades, en su revisión No. 4 de 1993, estos establecimientos forman parte de las empresas comerciales de los hogares no constituidas en sociedad. Estas empresas se caracterizan por no constituir una unidad jurídica distinta del hogar, por dedicarse a la producción de bienes o servicios para su intercambio o venta en el mercado y por no llevar contabilidad completa, lo que impide hacer una distinción clara entre las actividades de producción de la empresa y las demás actividades de sus propietarios. Dentro de las empresas familiares comerciales se catalogan como informales aquellas creadas con el fin de generar empleo e ingreso a sus participantes en la lógica de sobrevivirEn 2002, con objeto de apuntalar la discusión sobre el trabajo decente y la economía informal durante la Conferencia Internacional del Trabajo, la OIT presentó un marco conceptual para el empleo en la economía informal, que relacionaba el concepto del empleo en el sector informal, basado en la empresa, con un concepto del empleo informal más amplio y basado en el puesto de trabajo. Como resultado de ello, podría realizarse una distinción entre el empleo en la economía informal, el empleo informal, el empleo en el sector informal y el empleo informal fuera del sector informal. El empleo total (en términos de puestos de trabajo) se desglosaba por tipo de unidad de producción (empresas del sectorFormal, empresas del sector informal, hogares) y por la situación en el empleo y la naturaleza formal o informal del empleo.encia), tener una reducida escala de producción, contar con una rudimentaria organización sin distinción clara entre el capital y el trabajo, ni entre los recursos del hogar y del establecimiento y hacer uso de empleo ocasional o relaciones de parentesco y social sin contratos. Su organización no responde deliberadamente a la evasión de impuestos, contribuciones de la seguridad social o demás legislación existente. Esto último implica que las actividades informales se diferencian de las actividades ocultas y de la llamada economía subterránea. Al excluir las empresas familiares extracomerciales, esto es, las empresas de los hogares cuyo fin es la producción de bienes y servicios para su propio consumo o acumulación, no forman parte del sector informal la producción para autoconsumo ni el servicio doméstico remunerado o no remunerado.En términos operativos, la resolución recomienda separar las empresas informales en dos. Por una parte estarán las empresas informales de los trabajadores por cuenta propia y por otra parte, las empresas de empleadores informales. Serán empresas informales de los trabajadores por cuenta propia, todas las empresas pertenecientes y administradas por ellos en forma individual o asociada. Este universo puede reducirse a las empresas no registradas según la legislación existente. Serán empresas de empleadores informales, todas aquellas pertenecientes y administradas por ellos en forma independiente u asociada, que emplean uno o varios trabajadores asalariados de manera continua hasta un máximo a definir por cada país y que no se encuentran registradas o que sus trabajadores no se encuentren registrados según la legislación existente. La resolución plantea que la informalidad de la empresa familiar comercial debe establecerse con independencia del lugar de trabajo, del grado de utilización del capital físico (y humano agregamos nosotros), de la duración de la actividad, del número de establecimientos que posea la empresa y de que la actividad se trate de una actividad u empleo principal o secundario. También establece que aunque conceptualmente no hay razón para excluir las empresas familiares comerciales no constituidas en sociedad dedicadas a la producción agrícola, por razones prácticas se recomienda concentrarse en las actividades no agrícolas. lógica de sobrevivencia sino al esfuerzo de complementar ingresos que se encuentran ya por encima de los que perciben los que tienen en el sector informal su actividad principal y permanente. Si ello es así, la prioridad política de este pequeño subgrupo quizás no justifique los requerimientos de información adicionales necesarios para su identificación.La Resolución relativa al trabajo decente y la economía informal de la CIT consideró que el término “economía informal” es preferible al de “sector informal”, ya que las actividades de los trabajadores y las empresas a los que se aplica no se pueden asociar con un único sector de la economía, pues sus actividades abarcan diversos sectores. Desde entonces, en el ámbito de la OIT, se está sistemáticamente sustituyendo el uso de “sector informal” por el de “economía informal”.Como indicaba la misma Resolución de la CIT de 2002 (Conclusiones, párrafo 3) no existe una descripción o definición precisa aceptada universalmente sobre el término “economía informal”, pero se puede decir que este hace referencia al conjunto de actividades económicas desarrolladas por los trabajadores y las unidades económicas que, tanto en la legislación como en la práctica, están insuficientemente contempladas por los sistemas formales o no lo están en absoluto. Las actividades de esas personas y empresas no están recogidas por la ley, lo que significa que se desempeñan al margen de ella; o que no están contempladas en la práctica, es decir que, si bien estas personas operan dentro del ámbito de la ley, ésta no se aplica o no se cumple; o que la propia ley no fomenta su cumplimiento por ser inadecuada, engorrosa o imponer costos excesivos.Después de la CIT de 2002, los Estadísticos del trabajo estuvieron de acuerdo en la utilidad de complementar las estadísticas sobre el empleo en el sector informal con estadísticas sobre el empleo informal. Se consideró que se necesitaban directrices estadísticas internacionales relativas a la definición de empleo informal, a cuya elaboración se procedió por la 17. ª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET) en 2003.Para las Directrices sobre una definición estadística de empleo informal establecidas por la CIET, el empleo informal incluye los siguientes tipos de empleos:trabajadores por cuenta propia dueños de sus propias empresas del sector informal; empleadores dueños de sus propias empresas del sector informal; trabajadores familiares auxiliares, independientemente de si trabajan en empresas del sector formal o informal; miembros de cooperativas de productores informales; asalariados que tienen empleos informales ya estén empleados por empresas del sector formal, por empresas del sector informal o por hogares que les emplean como trabajadores domésticos asalariados; trabajadores por cuenta propia que producen bienes exclusivamente para el propio uso final de su hogar.
3.2. La Concepción Sindical
A partir de la constituciòn de la nueva Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas CSA, considerò que el proceso de unificación sindical mundial ha puesto en juego no sólo aspectos de integración física entre las estructuras preexistentes sino también cuestiones conceptuales estratégicas. Uno de estos temas es el de la informalidad y precariedad, tanto desde el punto de vista sociopolítico, es decir, la estrategia sindical ante las políticas promocionales y regulatorias de los Estados nacionales y de la gobernanza global, como también en aspectos de organización y acción reinvindicativa en . Para la CSA, el carácter y funcionamiento de la globalización neoliberal son causas de fondo y contextuales para los actuales problemas de la existencia y el accionar sindical. Pero, al mismo tiempo, existe una variedad de factores propiamente internos que han ido en la dirección del debilitamiento, derivados de características inadecuadas de las estructuras y las prácticas existentes y de ciertos hábitos personales de los dirigentes, incluyendo malas prácticas: caciquismo y cupularización, verticalismo y autoritarismo, burocratización, ausencia de autonomía política, conflictos intersectoriales, divisionesEl neoliberalismo ha entablado una dura batalla por ganar la hegemonía ideológica y cultural en la sociedad y, por ello, sigue intentando destruir las organizaciones sindicales existentes, impedir la creación de nuevas y desprestigiar al sindicalismo como opción legitima para los/as trabajadores y la sociedad. Otro elemento a considerar es la crisis y debilitamiento de varios de los aliados políticos históricos, lo que debe motivarnos a reconstruir esas alianzas y fortalecerlas.La CSA ha reconocido que se han hecho considerables esfuerzos para incorporar a los/as trabajadores/as de la economía informal, pero ellos no han sido suficientes o no han tenido la eficacia necesaria para lograr el objetivo. Por ello, el Congreso encomendó a la CSA y a sus a liadas a que se comprometan a una profunda reestructuración y reforma del movimiento sindical.Habiendo sido las constituyentes de la nueva CSA, CLAT y ORIT, consideramos necesario presentar cuales han sido sus enfoques sobre la economía informal.
EL ENFOQUE CLAT
En la CLAT, el enfoque hacia los trabajadores de la economía informal es resultado del desarrollo del Concepto y la estrategia por un Movimiento de los Trabajadores (en adelante MT). La CLAT define al MT como un movimiento social en que se “asume a fondo la dinámica sindical ajustada a los trabajadores asalariados”, aunque trascendiéndola y englobándola hasta integrar “todas las situaciones, iniciativas organizadas y categorías de trabajadores que se presentan en la región, aun los desempleados, los más marginados y los más pobres”. Esta metodología es definida como de “transformación de la pobreza física y moral del trabajo, poniendo el acento fundamental en la persona humana del trabajador”, siguiendo las orientaciones y propuestas de la Encíclica del Trabajo Humano. El objetivo es “dar un poder de participación a las grandes masas de América Latina, para que se personalicen y protagonicen”.Complementariamente, la CLAT definió una nueva concepción de la organización, para interpretar, dar respuesta y encuadrar la nueva realidad y composición de la clase trabajadora: - a partir de su relación de dependencia en las estructuras productivas de bienes y servicios: trabajadores asalariados y autónomos; - a partir de su ubicación y situación social: jubilados y pensionados, pobladores, marginados, cooperativas y mutuales; - a partir de situaciones específicas que se producen en el interior de los diversos sectores de la clase trabajadora: mujeres, jóvenes, migrantes, discapacitados. Como forma organizativa, la CLAT propuso- en cada centro de trabajo o poblacional, una sección sindical con los organismos, mecanismos y funcionamiento, que les permita una real y verdadera democracia en la solución de los problemas en los centros de trabajo, en la ejecución de la política general del sector y de la política general de la clase trabajadora; la sección sindical debe ser parte de un sindicato; - en cada rama, un sindicato, que puede ser regional o nacional; - en cada sector, una federación profesional; es posible que teniendo en cuenta las realidades de los países, a nivel nacional deba hacerse una federación nacional por ramas y una coordinadora por sectores, aunque lo mejor es una federación por sector, con sindicatos nacionales y comités funcionales por ramas. Es en la Carta Social Latinoamericana (1992) donde se incorpora con precisión a los “trabajadores autónomos de la economía informal”, mediante un capítulo propio que promueve: - “Derecho de los trabajadores autónomos y de los que laboran en la economía informal a constituir las formas de organización, de representación, de solidaridad y de acción que convengan mejor con la defensa y promoción de sus derechos y de sus intereses.” - “Derecho a la viabilidad económica, incentivos y facilidades fiscales y crediticias del trabajo autónomo y del trabajo informal, junto con condiciones de trabajo digno, en el marco de eliminar y sustituir las formas y condiciones de trabajo precario y de baja productividad y reforzar el trabajoRealmente productivo.” - “Derecho a la protección jurídica, social, económica y de seguridad social para los trabajadores autónomos y los que laboran en la economía informal.”·
EL ENFOQUE ORIT
La CIOSL desde 1988, llega a la conclusión, que la expansión de la economía Informal en América Latina, ha sido una creciente respuesta popular espontánea a la incapacidad del Estado, para satisfacer las aspiraciones más sentidas de sus pueblos.La ORIT, a través de la Resolución 07, en el Congreso de Toronto, asume que el SIE, es una modalidad ocupacional, que responde, entre otras a causas como falta de un número de empleos, en relación de dependencia estable y remunerados de manera suficiente para absorber la oferta de mano de obra; criterios de subcontratación aplicados por las empresas formales y sobre todo en la última década el impacto de la crisis económica y de las políticas neoliberales.En forma más concreta, la ORIT considera que son actividades o trabajos informales, todos aquellos mecanismos de subsistencia o sobrevivencia a los cuales recurren las personas y por los cuales obtienen, bienes y servicios básicos. Las condiciones en las que se realizan estas actividades son caracterizadas: por la baja productividad, tecnología aplicada y reducido tamaño de la producción y ventas.El (la) trabajador(a) informal labora más horas que el formal carece de seguridad social y está en permanente inestabilidad.
ORIT considera que las actividades informales se organizan básicamente en empresas familiares, microempresa, donde se combina trabajo asalariado y no asalariado y personas que trabajan individualmente en distintos escenarios, llámese un local pequeño, su casa, puesto fijo en la calle, de manera ambulatoria, en un hogar determinado.Desde este enfoque, se excluye a quienes trabajan de manera independiente, haciendo uso de una calificación profesional y las microempresas que utilizan en pequeña escala, tecnologías avanzadas.La informalidad se presenta en lo urbano y no agropecuario, pero también en el medio rural.La problemática de la economía Informal, debe enfocarse desde el ámbito laboral y social, incorporándose en las políticas gubernamentales: normas laborales especiales o insertadas en los Códigos de Trabajo nacionales, incorporación a los sistemas de seguridad social, grupos especiales en la administración del trabajo para velar por la aplicación de la normatividad y políticas de empleo para sectores postergados.En este norte, la acción sindical, tiene como importantes medios los Convenios Internacionales de la OIT, que atañen directa o indirectamente a los(as) trabajadores(as) informales. Así tenemos, el 87 sobre Libertad Sindical, 111 sobre igualdad de oportunidades, 122 sobre política de empleo, 158 sobre protección contra el desempleo, 102 sobre seguridad social, 117 de política social, 161, con relación al servicio de salud en el trabajo, entre otros.En el Congreso de Brasilia del 2004, se lanza la Auto reforma Sindical Renovación de las estructuras y de la sindicalizaciónEn su autoevaluación, durante la ronda de consulta, el sindicalismo de CIOSL/ORIT ha encontrado un escenario predominante de no crecimiento, debilitamiento y hasta desaparición de sindicatos. En algunas organizaciones se encuentra también un cambio de composición interna de los afiliados, hacia una mayor presencia de los provenientes de la economía informal, y una menor de la economía formal. El sindicalismo parte de la premisa de que el modelo neoliberal presenta muchos elementos destructivos para su accionar, siendo entonces una “causa de fondo” del debilitamiento sindical. Pero, al mismo tiempo, reconoce una variedad de factores propiamente internos que han ido en la misma dirección y que impiden trabajar bien “puertas para adentro”, repercutiendo inevitablemente en el accionar hacia fuera.De este enfoque se desprende la necesidad de una autoreforma sindical, luego de establecer claramente cuáles de las actuales prácticas son correctas y cuáles no, convirtiéndose entonces en un refuerzo de aquellas tendencias generales externas. Se requiere un alto en el camino para redimensionar el trabajo sindical y encontrar la forma de volver a repuntar, propiciando cambios. No se pueden hacer cosas nuevas con ideas viejas. El mundo cambia y el sindicalismo debe hacerlo también.Un primer nivel de análisis, en que CIOSL/ORIT recibe opiniones de sus afiliadas y fraternales, es el de los obstáculos a la acción sindical, derivado de ciertos hábitos personales de los/as dirigentes, incluyendo malas prácticas.Ante este panorama, las organizaciones afiliadas y fraternales consideraron necesario: mayor ética, representatividad, transparencia, participación interna, solidaridad y esfuerzos de unidad. Como resultado, si el proceso avanza, se llegará a un nuevo perfil de dirigentes, y a una mayor representación, que constituyen la médula organizativa de la autoreforma sindical. Se podrá efectuar un relanzamiento sindical, sustentado en una mejor y mayor presencia hacia lo interno de la propia clase trabajadora nacional, y en una nueva capacidad de respuesta. Es necesario “revisar por dentro para actuar hacia fuera”.Con referencia a las estructuras sindicales y las acciones de sindicalización, el panorama que encuentran las organizaciones presenta elementos tanto positivos como negativos. Ente los primeros figuran: a) incorporación de nuevas estructuras; b) cobertura de nuevos colectivos laborales; c) más y mejores servicios; d) mayor uso de los medios de comunicación social; e) estrategias de “sindicalismo ciudadano”; f) avances en enfoques centrados en la edad; g)avances en la aplicación del enfoque de género. Entre los elementos negativos se destacan: a) problemas de financiamiento; b) retraso en la investigación sindical y la formación (aplicada a la negociación colectiva y a la realización de campañas de sindicalización). Se requiere entonces superar límites derivados de la normativa y de la propia práctica organizativa sindical, hasta desarrollar un verdadero nuevo impulso de sindicalización de nuevos colectivos laborales. Es necesario abrir las puertas de las estructuras sindicales a otros trabajadores/as, pero también hay que determinar claramente los criterios, para que se conjuguen los principios del sindicalismo en estas acciones. Se necesita creatividad, teniendo cuidado con lo que les ofrece el sindicalismo, para que no se pierda la identidad sindical. También hay que tener claro que para estrategias amplias de sindicalización se necesitan más recursos, por ejemplo, para la ampliación de oferta de servicios, lo que será una nueva presión sobre el presupuesto de las organizaciones.Como un aspecto instrumental importante para esta tarea, las organizaciones de CIOSL/ORIT también solicitaron que se profundice la conceptualización sindical del trabajo informal, en cuanto se requieren distinguir situaciones muy diversas, por ejemplo entre los cuenta propia y los “pobres de las calles”, y entre el trabajo dependiente en situaciones precarias (a veces disimulado como autónomo) y el verdaderamente independiente. Como parte de esta tarea, se ha recomendado discutir sobre la conveniencia de seguir utilizando la expresión trabajo informal, en comparación con otras ya practicadas por organizaciones afiliadas, como “autoempleo”, “trabajadores/as no asalariados” o “trabajadores/ as no dependientes” (de utilización por el sindicalismo de afiliadas en Perú, México y Venezuela, respectivamente).
LA DECLARACIÓN DE CÓRDOBA
Durante los días 24 al 28 de septiembre del 2007, en las ciudades Madrid y Córdoba en España, se reunieron cincuenta delegados y delegadas del sindicalismo de América Latina y España, para debatir en torno a la problemática y alternativas sindicales que plantea el trabajo autónomo y la economía informal, tras el intenso debate se llegaron a una serie de conclusiones, que han denominado la “Declaración de Córdoba”. Estas conclusiones están destinadas a construir una política sindical internacional en materia de cooperación al desarrollo en trabajo autónomo y economía informal.Los contenidos recogieron sesiones de debates internos entre los representantes sindicales de América Latina y Caribe (ALC), así como de sus propias intervenciones durante el plenario, con motivo de los intercambios realizados con sindicalistas y funcionarios gubernamentales españoles durante el EncuentroSe afirma, que en los países en desarrollo, aunque también en menor medida en los países industrializados, se observa una extendida presencia de trabajadores y trabajadoras, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, que realizan su trabajo en condiciones precarias, sin protección social y sin registro en las agencias publicas. Un término frecuentemente utilizado para sintetizar este conjunto de situaciones es el de la “informalidad”, aplicado tanto a las unidades económicas con esas características como a las personas que trabajan en esas condiciones en la economía formal. A la inversa, el concepto de trabajo decente apunta, desde hace algunos años, a expresar el objetivo de su superación. Es decir, en el conjunto de la informalidad conviven formas cualitativamente muy variadas, en función de dos rasgos principales: 1) que se desarrolle de forma autónoma o por cuenta ajena y 2) el grado de regulación (registro) y cumplimiento de las diversas obligaciones del trabajo con el Estado. A su vez, se encuentran situaciones muy diferentes en cuanto a la voluntariedad.La informalidad es resultado de diversos factores convergentes: la vigencia de estructuras productivas nacionales desequilibradas, la aplicación de políticas neoliberales o neoconservadoras que han dirigido la globalización en una vía equivocada, el desbalance entre la oferta y demanda de trabajo, que deriva en la necesidad de una autogeneración de empleo en condiciones inferiores a las necesidades básicas de la población, el abuso de las grandes empresas, incluyendo las multinacionales, en la utilización de mano de obra, buscando reducir los costos laborales, la falta de capacidad de los Estados para cumplir con sus funciones regulatorias. Otro resultado, de impacto directo en el sindicalismo, es el debilitamiento de las estructuras de representación colectiva de estos trabajadores, cuyo formato organizativo pierde su inicial vigencia.En los últimos diez años, ha crecido fuertemente la valorización por parte de los Estados de las formas de trabajo autónomo, al considerar que reflejan legitimas vías de resolución de problemas de supervivencia por parte de quienes no encuentran otro trabajo, o no desean ocupaciones asalariadas, por preferir las particulares formas que adoptan las independientes, en términos del uso del tiempo y la capacidad de autodeterminación. Como consecuencia lógica, se fomenta la incorporación de estos trabajadores al registro en las distintas áreas de la administración pública, particularmente hacienda y seguridad social. Por esta vía, tales colectivos adquieren el derecho a la protección social y a la promoción productiva desde el Estado, en paridad relativa con los trabajadores formales. Para alcanzar este plano, los Estados deberían crear canales apropiados de regularización, que respeten los niveles de ingreso de que disponen e incluso los factores culturales de los cuales parten.En cuanto al trabajo informal en la economía formal, se requiere una política de administración del trabajo y una justicia laboral activas y eficaces frente a los empleadores que abusan de la utilización de formas de precarización del trabajo, o de determinadas condiciones personales de los trabajadores (la baja o alta edad, la condición migratoria irregular, la extrema necesidad de recursos entre miembros de familias pobres) con cada vez mayor frecuencia a través de la simulación fraudulenta de trabajo independiente o disfrazadas de subcontratación. Eventualmente, pueden introducirse algunas consideraciones especiales para las micro y pequeñas empresas, en comparación con las grandes, para aplicar un criterio de progresividad en la aplicación de las normas.En este doble marco, aumentan claramente las posibilidades de que el sindicalismo recupere y acreciente su papel de representante de los trabajadores y canal de las reivindicaciones laborales, sociales y políticas del conjunto de los trabajadores, atendiendo a la diversidad de los nuevos colectivos laborales, y permitiendo superar la fragmentación. En el caso de los trabajadores autónomos, ello requiere una adecuación de las estrategias sindicales, incluyendo la reforma de los estatutos para su progresiva incorporación, así como en la acción sindical sociopolítica dirigida a que se reforme el derecho sindical vigente, reconociéndose el derecho de asociación de estos trabajadores y trabajadoras. En esa misma lógica, la metodología de actuación organizativa, debiera priorizar la construcción sindical desde el escenario local y el lugar de trabajo.La informalidad es una consecuencia de la ausencia de políticas públicas que supone, a su vez, el freno de la cohesión social tanto en el ámbito nacional como internacional, la desestructuración del movimiento sindical y causa de diversas implicaciones sociales y políticas en un plano más amplio. Por ello, merece ser objeto de la cooperación sindical al desarrollo, con eje en el fortalecimiento y participación de las organizaciones sindicales, ante los distintos niveles de gobierno y, en lo que sea necesario, ante las organizaciones de empleadores formales.
La Dimensión Organizativa de l@s Trabajador@s Informales
A más de tres décadas de iniciado el proceso, no seria pertinente reducir a l@s informales a un extracto de población autoempleada, lo que no explica en verdad, mas que el origen de este tipo de actividades. Como era presumible, estas unidades económicas inician sus funciones empresariales de manera informal, pero presentan una tendencia a dejar de serlo según se consolida la empresa. El proceso, al parecer es el siguiente: obligados a hacer empresas en condiciones de pobreza y precariedad, cuando logran reunir capital y se desarrollan, se preocupan por formalizar su actividad. Otra de sus características es el desarrollo de unidades productivas integradas en una dinámica de crisis y emergencia permanente. En muchos casos, se fracasa por restricciones de capital y tecnología, sin embargo no pierden su capacidad de imaginar y volver a iniciar, alentad@s por la esperanza de conseguir el éxito esperado. Para algunos grupos no es fácil escapar de la condición de precariedad ocupacional, es el caso de l@s jóvenes y las mujeres para quienes el desempleo de trabajos informales se asocia directamente con la falta de oportunidades en el mercado laboral. Más que empresas, desarrollan estrategias netas de supervivencia.Estas experiencias son fenómenos que eran inimaginables hace algunos años. Sin duda la construcción de empresas a partir de recursos financieros escasos requiere de mucho ingenio y de un ambiente social que responda a las expectativas del empresario. Desde la década de los 80, en América Latina han aparecido una serie de organizaciones gremiales de pequeños y micro industriales (talleristas, ambulantes, artesanos).
4. CARACTERISTICAS DE LAS ORGANIZACIONES GREMIALES DE LA ECONOMÍA INFORMAL
Las organizaciones gremiales están conformadas por productor@s de diversas ramas, agrupad@s para superar problemas comunes (financiamiento, administración, capacitación, etc.)Desarrollan una práctica gremial basada en la movilización social. Sus objetivos de acción son inmediatos, sin embargo se debilitan una vez que desaparecen las causas que amenazan su estabilidad. Se mueven en un entorno de imprecisión en relación al marco legal que regula sus actividades y en algunos casos las restringen.Conocen el margen de transgresión tolerado por las autoridades y las veces que pueden ejercer una resistencia exitosa. Sus preocupaciones prioritarias son conseguir el reconocimiento legal y resistir la represión de las autoridades.Algunas normas son cumplidas y otras son rechazadas originando protestas y en Algunos casos, evaluados previamente, se aplicar presión y movilización de la Organización gremialSi bien hay temas que podrían promover una labor mas sostenida de los gremios,pocas veces se logra el objetivo. La mayoría de iniciativas gremiales se vinculan según el área geográfica e intereses sectoriales.Dado el interés de dotar a las organizaciones sindicales de instrumentos y herramientas para apoyar a los trabajadores de la economía informal primer paso es la identificación de las necesidades formativas de estos trabajadores, y ésta no puede realizarse sin un conocimiento previo del funcionamiento del sector.Conocer la lógica de funcionamiento en la economía informal, es decir, las estrategias económicas familiares que utilizan los trabajadores para empeñar su actividad. Esto nos obliga a conocer la dinámica interna de funcionamiento de las unidades económicas informales, íntimamente ligadas al funcionamiento de las unidades domésticas y, por consiguiente también nos obliga a conocer el funcionamiento de estas últimas; la red de relaciones sociales en la que se inscriben y sus formas de organización, que supera, en todos los casos, el ámbito estrictamente familiar y que, por lo general, son distintas a las que conocemos para los trabajadores de que desempeñan sus actividades al interior de empresas grandes y medianas con una lógica de funcionamiento distinta y con un empleador claramente definido: las relaciones laborales que se establecen en el ejercicio de las actividades informales que, en su mayor parte, se dan en unidades económicas productivas de muy pequeño tamaño, incluidas las actividades realizadas por los trabajadores por cuenta propia, cuyas decisiones sobre la producción y la venta de sus bienes y servicios implican necesariamente decisiones sobre la organización familiar
Conociendo estos elementos se pueden establecer provechosas propuestas desde las organizaciones sindicales, para el apoyo a los trabajadores de economía informal.El estudio y el trabajo deben llevar a un compromiso por entender este funcionamiento, apropiarse de él e integrarlo en las organizaciones sindicales. No es posible fortalecer el sector informal, desde las organizaciones sindicales, si se utiliza una lógica distinta a la que utilizan los trabajadores del sector. Es poco probable que se puedan introducir cambios si éstos no provienen de los propios trabajadores

Comentarios