ESTRATEGIA Y TÁCTICA

Estrategia y táctica
Por :Óscar Álvarez Araya oalvarez@oscaralvarez.co.cr
Sin buena estrategia, las tácticas se ahogarán en el corto plazo
Ahora que en los Estados Unidos ha comenzado la carrera hacia la Casa Blanca, resurge en los medios de comunicación el tema de la estrategia en el ámbito de lo político.
La estrategia es un plan de largo plazo para lograr las metas, sea de una persona, una empresa, un gobierno o un partido político. La estrategia opera en el largo plazo, mientras la táctica lo hace en el corto. Sin embargo la estrategia solo puede avanzar mediante tácticas o planes de corto plazo.
Existe una relación de dependencia entre táctica y estrategia: sin buenas tácticas, la estrategia nunca logrará sus metas, y sin buena estrategia las tácticas se ahogarán en el corto plazo.
Una buena estrategia no nace fácilmente y requiere de estudios y análisis que permitan su maduración. Debe partir de un diagnóstico de la realidad en la que va a operar y tomar en cuenta los medios y recursos disponibles que serán organizados en el tiempo hasta alcanzar los objetivos.
Como escribió Karl von Clausewitz ,“Hay que elaborar la estrategia y las tácticas de acuerdo a la situación concreta. Que una estrategia haya sido exitosa en una ocasión no significa que va a ser exitosa en todas las ocasiones”.

Clásico guerrero. Así como los generales construyen una estrategia para ganar la guerra, los empresarios elaboran una estrategia para lograr las metas de su compañía y los líderes políticos construyen una para ganar las elecciones y llegar al gobierno. Por eso en las academias de negocios de hoy uno de los libros preferidos es un clásico de la estrategia militar: El arte de la guerra , del general chino Sun-Tzu, un texto en el que se enseña a vencer sin luchar. Es un libro de estrategia, pero puede servir para hacer negocios, ganar elecciones y promover la paz.
Podemos definir a la estrategia política como un plan de largo plazo para obtener, conservar o ampliar el poder del estado.
Son muy numerosos los elementos que ha de tener una buena estrategia política, como por ejemplo tener claro el objetivo y trabajar intensamente hasta alcanzarlo. Es fundamental el papel de un equipo de personas altamente calificadas, leales y honestas que buscan de manera conjunta el mismo objetivo. Tampoco se puede olvidar que la estrategia política solo se puede abrir paso por medio de tácticas políticas exitosas, que son como los pequeños planes o avances de corto plazo a través de los cuales un día se hace realidad la estrategia.
Principios y valores. Si bien en la estrategia política se busca el poder del estado, es primordial la pregunta del para qué se ha de utilizar ese poder. Y aquí es donde entra el tema de los principios y los valores: la ética. No se trata de una simple lucha por alcanzar el poder, pues este debe estar al servicio, por ejemplo, del bien común, del interés nacional o el bienestar del pueblo. Y aquí es donde la estrategia se debe encontrar con la ética, con las doctrinas políticas y los programas de gobierno.
Otro tema crucial es el de los límites éticos en el uso de las tácticas. El fin no justifica cualquier medio. Más bien debe existir una dialéctica entre fines y medios. Tanto la estrategia política como sus tácticas deben ser afines a la ética y a las doctrinas políticas que se pregonan.
Cuanto más acelerado es el cambio en el mundo globalizado, más lejos necesitamos ver. Para los asiáticos, un siglo es un instante. Pero los latinoamericanos aún tenemos que aprender a mirar y transformar el mundo con mentalidad estratégica.

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