PISANDO FUERTE No. 22 : ROBERTO , HOY ES TU CUMPLEAÑOS, NO ESTAS...PERO, NOS TENDRÁS A TU LADO

PISANDO FUERTE No.22
ROBERTO, HOY ES TU CUMPLEAÑOS, NO ESTAS…PERO , NOS TENDRÁS A TU LADO
El otro día te escribía por esta vía, recordaba nuestras cuitas, hechos de vida, recuerdos, cual temblorosa evocación, los momentos previos a tu desaparición, lo que pasamos y seguimos pasando. Hoy es tu cumpleaños, un hito, que suele ser imborrable, en cada etapa de nuestra existencia, pues marca, 365 días diversos, donde los minutos y segundos implican haber dejado parte de nuestras energías, vitalidades, superando todo tipo de obstáculos, practicando múltiples vivencias, sentimientos uno y mil, trastocándose, haciéndose flexibles en cada actuación, contacto o palabra mostrada.
Quiero hoy día, como comprenderás, expresarte el testimonio de mi cariño y amor fraternal, decirte, porque no lo puedo ocultar, que te extraño, que no me puedo escapar de remembranzas del ayer, de las infancias y juventudes vividas, de gestos que jamás se pueden descargar del consciente que nos acompaña en cada trecho que recorremos, en cada vigilia latente y galopante.
En este 15 de Julio, tu llegada a este mundo, la recepción de dos corazones enamorados, de Guillermo y Herminia, nuestros padres, que te siguen acompañando, el, desde las estrellas que nos alumbran, ella, desde aquel remanso de cariño, que es y será siempre nuestra casa, el hogar del cual siempre disfrutamos, te quiero escribir una breves líneas, de lo que siempre has sido, para nosotros, un regalo de humanidad.
Sabes, de pequeño, fuiste muy saludable, de casi nada te enfermabas, lo cual hacía descansar un poco a mamá, luego, de que conmigo, pasara todos los sustos posibles, pues, vaya que me tocaron las 7 plagas, tal vez, porque exageré , a esa tierna edad, los mimos y caricias filiales, dado a las dos operaciones quirúrgicas, que debí soportar. Te recuerdo, con tus pantalones cortos, tu carácter, tu personalidad infantil, extraordinariamente madura, sosegada, pero, a la vez, sembrada de imaginaciones lúdicas, de interpretaciones casi teatrales, tanto es así, que no había personaje de las historietas de ese entonces, que no interpretaras, para nosotros. Solías salir poco a la vida de calle, preferías el quieto lar hogareño, los juguetes, los libretos interminables de historias mágicas, escuchar la voz de mamá, acompañarla, como la acompañaste, hasta aquel 28 de marzo, que la sinrazón, te arrancó de su lado.
La escuela te gustaba muchísimo, gozabas con ella, era tu escenario natural de confluencia con otros seres, aunque no jugabas mucho, compartías risas, alegrías con la ternura e inocencia de esos años, ya adolescente, en la secundaria, eras disciplinado, responsable, pero como era tu característica, desde aquel tiempo, eras amigo de tus amigos y muy rígido cuando se trataba de alejarte del desencanto, que te producía una mala pasada, que aunque desenfadada y juvenilmente irresponsable, para ti era definitiva. Y es que la lealtad, fue siempre un valor de ida y vuelta para ti, jamás odiaste, tal vez si reprochaste, pero preferías retraerte de aquello que te pudiera hacer daño. Claro está y no es alabanza interesada, durante los 11 años de colegio primario y secundario, fuiste el primer alumno, calificativos cuantitativos y cualitativos, descollantes, que tantas veces hicieron emocionar a papá y mamá, que con sus mejores galas asistían a las Clausuras del año escolar, a verte recibir todos y cada uno de tus diplomas y lauros, amen de los buenos comentarios sobre tu calidad humana por parte de profesores y el mismísimo Director del Colegio Nacional Hipólito Unanue, donde llegaste a ser Brigadier General , algo así como el Líder de todo el Centro Educativo. Estas ultimas galas, te permitieron recibir una invitación, de la Escuela de Oficiales del Ejército, para que entraras a sus filas, sin examen, pero, tu destino estaba signado, serías Médico, y así fue, ingresaste a San Marcos, la histórica y vívida facultad de Medicina de San Fernando, cuna de Únanue, Bernales, Pesce y otros adalides , de esta vocación científica, al servicio de las mayorías. Estudiabas al calor, o, al frio, no se como definirlo, de una Reforma Estatutaria, impulsada por los Militares de Velasco, tensa, beligerante, pues tenía seguidores y detractores, ideólogos y pragmáticos, pero, en esas aguas navegaste, dedicado, perseverante, llena de anécdotas, como aquella, que asustó a nuestro padre, al encontrar, tus aparejos de anatomía humana, finamente envueltos en papeles de despacho, como reíamos después, pasado el sobresalto.
Me acuerdo, que por la rigurosidad de los estudios, pues tenias la condición de becario (San Marcos, aun siendo Universidad Nacional, siempre requirió de pagos en la Facultad de Medicina por parte de los alumnos) y siempre debías estar en el tercio superior de calificaciones, enfermaste, y seriamente, en verdad, pero los cuidados de Mamá, al detalle, con minuciosidad y una entrega increíble, junto a un vigilante y activo papá, te permitieron superar este difícil trance. Vinieron, los largos años que dedicaste ,a esta, tu vocación universitaria, las prácticas en Hospitales, Dos de Mayo, Loayza y allí, junto al pueblo, a los necesitados, al dolor de todos los días, aprendiste a valorar más, el camino que habías escogido, y, te forjaste en esa noble misión de servir a los demás de todo corazón, con afabilidad, desprendimiento y pasión social.
Luego el SECIGRA, un programa de Servicio a la Comunidad, previo, a optar el Título, que lo obtuviste con brillantez, allí quedaron las diáfanas fotografias, junto a nuestros padres, orgullosos, dilectos y emocionados. Yo no pude disfrutar de ese instante, pues me encontraba, muy lejos, en Ayacucho, caminando el Perú de las profundidades y desigualdades, conociendo del campesino y sus ansias de cambio, de hombres y mujeres que clamaban justicia, en esa perspectiva, nos hemos parecido mucho, sin embargo tu misión siempre fue más allá de lo posible, multiplicando fuerzas a través de cada una de tus fibras vitales.
No has sido nunca requerido para ayudar y ayudarnos, tu lo hacías de iniciativa propia,, sin esperar recibir palabra, allí están, tantas personas de nuestro entorno familiar, amical e incluso anónimo, que lo pueden certificar. Fuiste cómplice de muchas cosas que hice, me levantaste cuando quedé desempleado, hiciste obra de bien, en el Colegio del Distrito del Agustino, donde alguna vez me tocó estar y gozaste con las sonrisas de niñas, niños, y profesores cuando te agenciaste para conseguir medicinas para el Botiquín de ese populoso distrito. Todo lo hiciste por los demás, por tu prójimo, sin valoraciones, ni exclusiones absurdas, Roberto, sin menoscabar tus energías, dándolo todo con generosidad y empatía. Gran parte de ese elan vital, de tu riqueza emcional, la volcaste en el Hospital María Auxiliadora, del cual fuiste uno de los principales pioneros; en los Consultorios enraizados en las zonas pobres de Lima; en la Casa del Trabajador Informal de la Plaza Unión en Lima, sueño preciado, en el cual aportaste con tu talento y fina sensibilidad, hasta el día de tu impune secuestro (sabes, de esto último, pocos se acuerdan y hasta hay, quienes prefieren esconder lo que hiciste, como si lo trascendente fuera temporal, cuando se inserta definitivamente, en el devenir del tiempo y en la memoria colectiva)
Hoy es tu cumpleaños, estaremos juntos a mamá, tu hijito besará tu frente, en la foto tuya, que conserva con fruición, habrá una comunión espiritual de fe, esperanza y amor por ti, hoy nuestras manos se juntarán en un rezo y nuestra voz se hará animo físico y espiritual, hoy, por unos momentos interminables, esbozaremos una exclamación de sentimiento tierno y sonrisa fresca, para que nutran este día que trae al presente tu figura amada, tu cariño interminable y tu entrañable presencia. Estás con nosotros, te seguiremos esperando, luchando día a día, agotando todas nuestras fuerzas, tocando todas las puertas posibles, recorriendo todos los caminos que sean necesarios y dotándonos de las fortalezas que nuestras almas y cuerpos necesitan. Un abrazo sin término y un beso sin medida para ti, Hermano, amigo, compañero y pasajero del bien. TE QUIERE, MEMO






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