SINDICALISMO INTERNACIONAL EN DEBATE: LA FSM TERCIA CON FUERZA

FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL (FSM) - REGIÓN AMÉRICA
Un trascendente encuentro sindical
Por Ramón Cardona, Secretario de la FSM. Región América
Cortesía : Agencia Rebanadas de Realidad
Informaciones de la FSM editadas en Rebanadas:
Información relacionada:
Carta de Quito: Unir a la clase trabajadora de América y elevar su protagonismo
Trascendente, efectivamente, ha sido el Encuentro Sindical de "Nuestra América" celebrado en Quito, Ecuador, del 5 al 7 de Mayo. Tal calificativo lo merece no solo por su origen, sino por los estimulantes resultados que alcanzó.
Al valorar la situación sindical en nuestra region, un grupo de organizaciones sindicales participantes en el Congreso Fundacional de la Central de Trabajadoras y Trabajadores de Brasil (CTB), reunidos en Belo Horizonte, decidieron convocar este evento en Quito con el auspicio de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE).
Decenas de organizaciones se sumaron de manera entusiasta a la Convocatoria. Una de sus características originales fue, pues, su impulso desde las bases.
El llamado al evento estaba desprovisto de intenciones discriminatorias ofreciendo la oportunidad de debatir, proponer, acordar y actuar sin estar condicionados por otros intereses que no fuesen los de los trabajadores, desempleados, excluidos y explotados de nuestra región sin sujeciones a relaciones jerárquicas, sin pretensiones individuales de manipulación o de liderazgo y, por tanto, en condiciones de verdadera igualdad. Eran estas otras de sus características que concitaron el sostén de decenas de organizaciones sindicales.
La Federación Sindical Mundial en las América apoyó inmediatamente la iniciativa consciente de que los participantes serían protagonistas de un acontecimiento excepcional que permitiría diseñar y actuar en aras de organizar y fortalecer el poder de los trabajadores y de sus sindicatos
.
¿Qué sucedió en Quito?

Las expectativas fueron superadas por la realidad.
Pese a la diversidad de afiliaciones, y con respeto a todas ellas, primó la conciencia de la urgencia de la UNIDAD. En un clima de ejemplar democracia no se acordó nada que no contase con el consenso absoluto. Ninguna opinión dejó de ser no solo escuchada sino valorada ofreciendo ello una extraordinaria fuerza a los acuerdos adoptados.
Dando inicio a los debates, lúcidas exposiciones de reconocidos investigadores, asesores, periodistas, dirigentes sindicales o luchadores sociales fueron expuestos al comenzar las sesiones de trabajo presididas por prestigiosos dirigentes sindicales en la region.
Las transformaciones que hoy caracterizan a la Zona, impusieron su impronta derivándose de los debates la necesidad de que el movimiento sindical, históricamente a la vanguardia de los procesos de cambio, no podía estar hoy a la zaga de ellos.
Se adoptó el compromiso no solo de apoyar sino de acompañar a los gobiernos que en mayor o menor grado defienden los verdaderos intereses de los trabajadores y de los pueblos.
Tampoco fue remiso el evento, de manera unánime, a identificarse con "un futuro soberano y socialista". Se expresaba así - expresamente definido - el compromiso con un nuevo mundo mejor al que aspiran miles de millones de seres humanos en nuestro planeta.
Se evidenciaba, también de manera diáfana, la voluntad de defender la soberanía y la independencia de nuestros países y de actuar contra la explotación de las trasnacionales.
Un énfasis esencial fue dedicado a los esfuerzos de integración de nuestros pueblos con igualdad, identidad y solidaridad conscientes de que o nos unimos o perecemos. Se reconocía en el Encuentro la relevancia del ALBA y del TCP, expresiones de relaciones basadas en la solidaridad, la cooperación y la complementariedad.
El antiimperialismo identificó las intervenciones de la mayoría de los participantes significándose por muchos de ellos el hecho de que el gobierno de los Estados Unidos está buscando un pretexto en América para iniciar la guerra y borrar los progresos logrados.
Como manifestó la FSM en las América al apoyar la convocatoria al evento, "....Vivimos en un mundo en el que los "pocos ricos" desprecian, discriminan, y esclavizan a los "muchos pobres", y esto es posible por la alianza en la que se funda su unidad como clase social defendiendo así su sistema cuya fuerza utilizan para enfrentar, atacar, manipular, dividir, desviar y debilitar a los trabajadores y a su organización colectiva: Los sindicatos.
Desconocer ese antagonismo, pretender ignorar el egoísmo que ha engendrado el sistema con su exaltación al individualismo, al mercado libre, a la competencia despiadada y encauzar la acción sindical por el sendero del diálogo pasivo con los adversarios de los trabajadores, manifestando complacencia por declaraciones de buena voluntad y reconocerlas como triunfo de la lucha sindical, nos distrae de lo que debe ser nuestra misión en cada una de nuestras sociedades: la transformación social con predominio de la propiedad común y el desarrollo de una economía solidaria.
No debe ser permitido que el sindicalismo se integre a la estructura política de la globalización capitalista y que le sirva de soporte para su supervivencia, encausando la acción sindical por caminos aparentemente ingenuos y tolerantes, conveniente para los poderosos, que ahogan las verdaderas manifestaciones de lucha colectiva que históricamente han protagonizado los trabajadores.
Esta situación, para América Latina y el Caribe, redobla sus consecuencias si tenemos en consideración que las riquezas naturales que aún guardan nuestras tierras, excitan la voracidad imperialista ante el inminente agotamiento de las reservas de las que hoy son dueños o explotan libremente. ....".
El evento de Quito cumplió cabalmente con las pretensiones anunciadas en su Convocatoria al abordar los problemas que afectan a los trabajadores en nuestra región con una visión orientada a concebir un plan de acción eficaz, con propósitos concretos y acciones a las que todos pueden contribuir para que conduzcan a la recuperación de la capacidad de lucha de los trabajadores y del dinamismo y representatividad en la actuación sindical a todas los niveles defendiendo la independencia de clase y la autonomía sindical.
Así fue acordada una Plataforma para la Unidad de Acción en:
Defensa de los derechos laborales y sociales; por pleno empleo, reducción de la jornada de trabajo sin reducción de salario.
Contra la precarización del trabajo, la discriminación en el trabajo por motivos de género, etnia, religión y orientación sexual; contra la privatización y a favor de que el Estado asuma su papel de inductor del desarrollo económico y social y se universalicen las políticas públicas: educación, salud, previdencia social y transporte.
Pro de la integración solidaria y soberana entre los pueblos y el apoyo a los cambios políticos y sociales.
Favor de la unidad contra la ofensiva militar del imperialismo y la de sus fuerzas aliadas conservadoras y corruptas en la región.
Fortalecimiento de la lucha en defensa de la soberanía alimentaria, sobre los recursos energéticos, hídricos, la biodiversidad y la sustentabilidad ambiental.
La Federación Sindical Mundial en las América reconoce el significativo aporte que los participantes en este encuentro sindical en Quito han proporcionado al fortalecimiento de las luchas sindicales en nuestra region al trazar, en su Declaración, una clara panorámica de nuestra situación y proponer una muy precisa Plataforma para la Unidad de Acción que debiera alentar a la participación de todos conscientes de que solo unidos seremos fuertes para oponernos a los que nos oprimen y pretenden cercenar nuestros avances y justas aspiraciones.
Declaramos nuestro firme compromiso a contribuir a la labor del Grupo de Trabajo creado para implementar los acuerdos adoptados y preparar la realización de nuestro segundo encuentro en Brasil.
¡Unamos a la clase trabajadora de América y elevemos su protagonismo!

Comentarios