PISANDO FUERTE No.11, "No dejes para mañana...lo que tengas que hacer hoy

PISANDO FUERTE No. 11“No dejes para mañana... lo que tengas que hacer hoy…”
Por : Marcial Guillermo Pérez Herrera
Hola amigos, amigas y también un hola, para quienes les causo antipatía…no olvidemos que todos somos seres humanos y pienso que debiéramos ir recuperando algo de nuestras buenas esencias. Como verán, el titulo de la columna, marca el ritmo, de lo que escribiré hacia delante. Viejo lema, refrán, adagio popular, pero, por lo menos para la gente de mi generación marcó oídos y mentes, en sinónimo de cumplir con lo prometido, obrar antes que negar, actuar versus paralizar, en términos de “coaching”, proactividad. Hoy me preocupa, que este paladín histórico de la ética y moral social, esté en desgracia.
Puedo parecer exagerado, en la aseveración, pero la rutina oficial, común y corriente, de todos los días, parecen afirmarlo.
Veamos, desde lo más alto, debieran ser constantes los Organismos Internacionales en evaluar el comportamiento de los Gobiernos, Líderes Políticos de las naciones, en torno a temas agudos, como son la pobreza, cuidado del medio ambiente, respeto a los derechos humanos, pero lo que vemos es una sinuosa postergación, pues, por lo que se ve, muy poco o nada, se cumple de estos objetivos, más aún, pongamos como triste muestra, la depredación inmisericorde de los bosques amazónicos, la destrucción de ríos y mares por las voracidades de los gigantes financieros, la cada vez, mayor violación de los derechos de las personas, el retorno de la práctica de liquidación física del adversario y la creciente ola de exclusiones, acompañadas de inveterada agresividad. Mayor aún, los cuadros de pobreza extrema, que cubren amplias franjas en los distintos espacios terráqueos, matando de sed, inanición y desesperanza a miles de seres humanos. La verdad, no se trata de ser, mensajero de crueldad o pesimismo, pero en nombre de no hacerlo, todo se va postergando, como en un juego, con ganadores y perdedores anticipados.
Hagamos hoy, no mañana, auténticas políticas de redistribución, equilibremos las disparidades entre ricos y pobres, aprendamos a cumplir lo que se promete, adjudiquemos presupuestos reales y contundentes a la cooperación internacional, con los países en inopia, no maquillemos donaciones ridículas, con grandes titulares de “ayuda solidaria”, cuando se acumulan fortunas impías, a costa del dolor de millones.
La permisividad, con la cual, se trata a quienes delinquen con los recursos públicos, especialmente, en países como los nuestros, los “recovecos” y salidas, que encuentran para eludir la ley, son impresionantes, tiran abajo el “hagamos hoy”, todo lo contrario, empalidecen las posibilidades del mañana...
Que mundo del futuro, podemos esperar, cuando aumenta el número de consumidores de drogas, de manera impresionante, cuando las cárceles se llenan de micro comercializadores, mientras crecen los Trust y Cartel del abastecimiento, inundando economías, fraguando estructuras sociales y políticas e incluso acomodándose a las “estadísticas” “de crecimiento del capital de inversión”. Porque no atacar hoy, las causas, antes de condenarnos a la penumbra de la degradación y el vicio generalizado. ¿Como?, insisto, atacando los orígenes, invirtiendo en políticas socioeconómicas, debidamente sustentadas y financiadas, para hacer retroceder las formas masivas de producción, ser firme y auténtico en sancionar la corrupción, de quienes ejercen la autoridad y la derivan hacia fines perversos, evitando “los espíritus de cuerpo” “mutua protección”, que son, a la postre, comportamientos que lindan con las actitudes mafiosas y siniestras. Más aún, en los centros urbanos de consumo, por lo general, concentrados en escenarios de mayor desarrollo económico, se hace poco, respecto a frenar el consumo de estupefacientes. Los barones de la Droga, ganan en imaginación y eficiencia, enviando cargamentos, que apelan a todo tipo de recursos, desde encubrimiento en inocentes juguetes para niños, pasando por cargamentos de harina de pescado e insumos minerales en polvo. En fin, parece pues, que acelerar esfuerzos para hoy, seguirá siendo una ingrata ironía.
Y que me dicen de “vamos a cambiar la educación”, “hacerla de calidad para todos sin excepción”, “mejoraremos la salud”, “acabaremos con el hambre”, “erradicaremos la informalidad”, “sancionaremos con rigor a los corruptos”, y otros cliché, que por momento de tanto escucharlos, por rostros y voces distintas, engoladas o sensibles, nos sentimos como sobrevivientes en el Planeta de los Simios. Siempre se han dicho para el momento, ¡no esperaremos ni un minuto! , con la euforia de las promesas electorales, pero con la parsimonia y cinismo, de quien aprendió a prometer para no cumplir, a medrar y lucrar a la vez, en detrimento de quienes le creyeron, a jugar “en pared” (término importado del fútbol), con las contradicciones del sistema, con las ecuaciones del buen decir, pero del nunca hacer.
No lloremos sobre leche derramada, tal vez, acordémonos de este Refrán, que preside esta escritura, y no dejemos para mañana, nuestra voluntad de decir la verdad, de no callar ante la ignominia, de juntarnos para organizarnos mejor, de superar las estupideces del pseudo liderazgo y personalismo ramplón.
Hagamos hoy, de la transparencia una norma de vida, una ruta hacia el cambio auténtico y real; no temblemos cuando ejerzamos la solidaridad, cuando denunciemos lo malo que sucede en nuestras narices, sea de quien venga, o sea de donde venga, evitemos eludir responsabilidades, pensemos dos veces antes de decirle no a una promesa, no a un niño, al joven, al ser, que nos cree; intentemos hoy, reivindicar el trabajo del ser humano, brindando posibilidades de realización y autoestima, desterremos , hasta en nuestras más relajadas palabras, las expresiones que reflejen exclusión o aislamiento entre seres humanos. Disfrutemos de lo que construimos, no blasfememos de quien no conocemos, no sepultemos la esperanza antes de haberla conocido, no perdamos el deseo de cambiar, aquello que permanece estático y paquidérmico, ante nuestros ojos. Obviemos el no puedo, por el si quiero; intentemos siempre dialogar y entendernos, a pesar de las diferencias, a veces ignotas e insalvables, hagamos paciencia antes que clemencia, sembremos salidas y viabilidad, antes que tapiados e incongruencia. Sepamos decir no sincero antes que si claudicante y anticipadamente mentiroso; en general, no evitemos el problema, lo debemos enfrentar sin miedos, demos a cada cual lo que le corresponde en justicia, según su esfuerzo y dedicación. “NO DEJEMOS PARA MAÑANA; LO QUE PODAMOS HACER HOY”… No hacerlo, podría ser demasiado tarde.
Hasta pronto carnales, parceros, causitas, chocheras, patitas, amiguitos y amiguitas

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