PERÚ : CAUSA JUSTA, UNA VEZ MÀS

Causa Justa. Una vez más
Por : Dr.Ronald Gamarra.
En el Congreso, todas las agrupaciones políticas parecen estar de acuerdo en el tema de la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. Salvo el fujimorismo, y por obvias razones. Tras la caída del autócrata se han presentado hasta 19 proyectos sobre la materia. De esta cifra, 7 correspondieron a PP, 3 al FIM, 2 a UN y 2 a SP-AP-UPP. Los 5 textos restantes fueron autoría de grupos más pequeños. Por lo demás, en mayo último, el PAP y UPP han presentado dos nuevos proyectos en la misma línea. La idea que subyace tras unos y otros proyectos de imprescriptibilidad es la gravedad del fenómeno de la corrupción, las consecuencias que acarrea y el interés de la ciudadanía toda en su represión.
Por cierto, existen matices entre los proyectos. Algunos apuntan a la modificación de la Constitución, otros a la reforma del Código Penal, y existen los que pretenden la variación de ambos; pueden identificarse los que asumen la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción de manera general, los que se circunscriben a los cometidos contra el patrimonio del Estado (o de organismos sostenidos por éste) y los que destacan especialmente el delito de enriquecimiento ilícito; y pueden diferenciarse aquellos que comprenden las conductas de todos los autores y los que se limitan a los hechos de responsabilidad de los altos funcionarios públicos. Las consultas que sobre uno y otro de los proyectos han sido hechas a la Oficina Nacional Anticorrupción fueron contestadas en sentido afirmativo. La ONA ha ratificado su posición en el sentido de que no debe existir barrera temporal alguna para llevar a cabo la persecución penal de los actos de corrupción.
Sin embargo, pese a más de 20 de proyectos, la pluralidad de sus gestores, la gravedad y urgencia de legislar sobre la materia -como se anota en más de uno de ellos- y la legitimidad y apoyo a la propuesta (recuérdese que en esa línea estuvo la Iniciativa Nacional Anticorrupción, y están la Defensoría, el PJ y la ONA), ni uno solo ha sido discutido en el pleno del Congreso. Es más, ninguno de ellos viene siendo objeto de debate en las comisiones de Constitución y Reglamento, y de Justicia. Y hasta donde conocemos -ojalá me equivoque-, tampoco parece existir en este momento una bancada o un congresista dispuesto a liderar la faena de poner el tema en la agenda y sacar adelante el proyecto, en cualquiera de sus versiones.
Tal vez ayude al debate congresal, la intervención del PJ: no nos olvidemos que en el mensaje del presidente del PJ con ocasión de la apertura del año judicial 2008, Francisco Távara informó que "la Sala Plena, a propuesta de esta Presidencia, ha sometido a discusión una iniciativa de ley que establezca que los delitos contra la Administración de Justicia y contra la Administración Pública tengan el carácter de imprescriptibles". Es posible que su aprobación e inmediato envío al Parlamento pueda generar el impulso que se requiere para aprobar, de una vez por todas, la necesaria imprescriptibilidad de los delitos de corrupción.
Y cómo no, ayudaría mucho que la ONA insista en el tema y haga del mismo su caballito de batalla.

LINEA DE COMUNICACIÓN -RED INTERQUORUM NACIONAL



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