BARRERAS QUE DIFICULTAN LA VIDA

BARRERAS QUE DIFICULTAN LA VIDA
Fotos : "HACIENDO CAMINO"
Para resolver los problemas es necesario reconocer los distintos obstáculos que existen en nuestra vida. Son barreras que es preciso superar para resolver los problemas y poder vivir en paz.
La barrera de la negación. Negar los problemas no permite tomar la iniciativa para cambiar. Cuando una persona admite su problema y halla el valor para querer superarlo, inicia el proceso que lo llevará a tomar nuevamente las riendas de su vida. Aceptar la realidad no significa resignarse a que las cosas sean como son. Aceptar la realidad es el primer paso para luego decidir, inteligente y objetivamente, qué conviene hacer y qué se puede cambiar.
"Aceptar la realidad es el primer paso para luego decidir, inteligente y objetivamente, qué conviene hacer..."
La barrera del temor y del enojo
. El temor ahoga a las personas. Toda solución a un problema implica cierto riesgo de fracaso. Por ello muchas personas no hacen nada frente a los problemas. Pero, no hacer nada, es más dañino que intentar algo nuevo.
Cuando lo golpeen situaciones difíciles, no niegue su sufrimiento y tampoco ignore su rabia. Enójese contra la adversidad, y su dolor y su rabia le darán fuerzas para reaccionar. No ignore ni agrande los sentimientos que se despiertan en su interior, cuente con ellos para afrontar la realidad. Muestre
y exteriorice su dolor y su enojo, pero hágalo en su justa medida.
La barrera del aislamiento. Mientras muchas personas buscan soluciones a sus problemas, otras piensan que es mejor aislarse de los demás. Este aislamiento puede nacer del orgullo, el temor o del dudar que otros sean capaces de ayudarlas. Esto es un error. Contactar a otras personas, además de abrir las puertas a la contención y al apoyo, suele dar origen a nuevas y refrescantes ideas.
La barrera del orgullo y el egoísmo
. Muchas personas viven creyendo que pueden resolver cualquier problema. Pero esto es una ilusión. Existen muchas cosas que no es posible cambiar porque no se tiene control sobre ellas. No somos Dios. Esa es la mala noticia. Pero cuando aprendemos que no somos el centro del mundo y que el dolor que nos imponemos por orgullosos no conduce a nada, entonces aprendemos a mirar hacia arriba, hacia Dios. Y la buena noticia es que Dios siempre está dispuesto a atendernos y ayudarnos. Vuelva a enfocar su perspectiva de la vida y presente a Dios los problemas que no pueda solucionar.
La barrera de no perdonar y dejar que otros nos perdonen
. No perdonar y dejar que otros nos perdonen es una actitud que perjudica la vida. El odio y el rencor envenenan el alma y paralizan la capacidad creativa para reaccionar sanamente ante los problemas. El tiempo que se invierte para buscar culpables, es el tiempo que pierde y del que no dispone para mejorar las cosas.
"El tiempo que se invierte para buscar culpables, es el tiempo que pierde y del que no dispone para mejorar las cosas."

En lo que atañe a las faltas personales, es importante aprender a decirle adiós al pasado y dejar de darse golpes en el pecho por los errores cometidos.
La barrera de limitar los pensamientos. La vida es, en gran medida, lo que hagamos de ella, y esto incluye nuestras ideas. Por ejemplo, para abrir la mente y ampliar la capacidad de pensamiento, es bueno ponerse en contacto con ese niño juguetón que está dentro nuestro, reírse de las cosas divertidas, asombrarse del esplendor de la naturaleza, dejarse impresionar por los actos bondadosos de las personas, y ser agradecidos a Dios.
Hay que aprender a aprovechar las oportunidades que la vida brinda. Hay que centrarse en descubrir las maravillosas posibilidades que se presentan con cada nuevo día
.
La barrera de la impaciencia. Ser impacientes cuando surge algún problema, suele conducir a la desesperación y a un nerviosismo exagerado. En este estado de ánimo, no se puede pensar con claridad y entonces, es habitual que se reaccione mal, con palabras y acciones equivocadas.
Es importante ser pacientes pero esto no significa perder el entusiasmo. Algo esencial, a la hora de querer cambiar las cosas, es actuar con decisión, y paciencia.
"Algo esencial, a la hora de querer cambiar las cosas, es actuar con decisión, y con paciencia."

La barrera de juzgar mal. Cuando se tiene problemas es común que las personas actúen y juzguen precipitadamente. Y esto, desde luego, suele causar más problemas. Siempre es recomendable tomarse tiempo para pensar bien lo que se va a hacer; más aún si hay que solucionar un problema. Si se juzga y actúa con rapidez seguramente se pasarán por alto soluciones alternativas que ni siquiera se permitieron madurar. Si se tienen varias opciones en mente es posible juzgar con mayor precisión la solución que el problema requiere.
La barrera de la falta de celebración. Tener que enfrentar y resolver problemas puede agotar y dejar sin mucha energía. Para contrarrestar este efecto es importante apreciarse y darse crédito cuando se logra solucionar con éxito algún problema. Esto permite animarse para afrontar otros problemas en el futuro. Hay que alimentar sentimientos de gratitud y de alegría. Reconocer y agradecer lo que se tiene. Es de necio dejar de ver, de valorar y de disfrutar lo que se tiene, para llorar y lamentar lo que no se tiene o lo que se perdió.
La barrera de pensar que Dios nos ha abandonado
. Ante las situaciones dolorosas e incomprensibles de la vida, es posible concluir que Dios nos ha abandonado o que no se preocupa por nosotros. Pero si en los momentos de dolor se deja que las emociones dominen el análisis de los problemas, seguramente se añadirá más confusión a la que ya reina en esos momentos.
Reconocer el inmenso poder restaurador de Dios abre las puertas a una nueva vida. Una nueva vida donde se cuenta con la guía de Dios con todos los recursos que brinda la fe en Jesucristo.

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