PISANDO FUERTE No.9 "El Decir y el Hacer"...¿Coherencia o Frivolidad?

PISANDO FUERTE No.9“El decir” y “El hacer”…. ¿Coherencia o Frivolidad?Por: Marcial Guillermo Pérez Herrera
Hola a todos y todas! Aquí intentando escribir unas líneas, no, por falta de ganas, sino, por la variedad de escenas sociales vividas a diario. Vemos desde políticos prometiendo cambios, que nunca se ven, salvo en los espacios mediáticos que contratan, hasta amplias y sazonadas crónicas de la delincuencia en la construcción civil, las telelloronas de talk show en desgracia y por supuesto los entuertos de todas y cada una de los dolores que tocan a la gente. Por supuesto, poco hay en el “ambiente”, de contenidos que auspicien el raciocinio colectivo, el bien común o la voluntad propositiva.
Como quiera, que con esta introducción, o mea culpa , es más que suficiente, pues los molestaré con un tema , algo común y moderadamente psicológico, la correspondencia entre el “Decir” y el “Hacer”, aplicado a la vida diaria, en especial, a la que incluye nuestras relaciones sociales y la interacción organizacional.
De hecho, nuestra salud mental, pasa por ser coherentes en el ejercicio de ambas actitudes, en la familia, la escuela o en el entorno sociocultural, dicha facultad se nutre, se ensambla y nos hace partícipes de un proceso de cohesión, que va generando ideas, altruismo, sentido ético, y, hasta sembrando las fibras de los sentimientos que nos definen como seres humanos. El psicólogo actúa, terapiza, cuando existen variables disfuncionales, producidas genéticamente o son producto de crisis externas.Siendo esta la premisa, veamos ahora, lo que sucede en nuestro acontecer rutinario, de manera somera y apretada, casi sesgada, y evaluemos si efectivamente, vamos por el camino correcto.
Escenario 1, el hogar, hijos adolescentes. El padre afirma “Hijos, mucho cuidado con estar, por allí, con los amigos, echándose unos tragos, menos aún sin el conocimiento mio”. El viernes ese mismo progenitor, llega a casa con total embriaguez, profiriendo groserías y hasta intentando la agresión, sea a la madre y esposa o a los mismos hijos. Al otro día, no pasa nada. Efectos probables, pérdida de credibilidad en la autoridad paterna, vocación de violencia, represión sentimental, angustia en la fina sensibilidad de quienes van cimentando su personalidad.
Escenario 2, la escuela, igual, alumnos entre la niñez y la adolescencia. El maestro, (por lo general. El prototipo de la admiración escolar, muchas veces la imagen sustituta del padre, algo muy común en los territorios urbanos pobres) va dando su clase y dice “Mañana, como a esta hora, deben tener lista esta tarea, pues será vital, para vuestros promedios mensuales”. Los alumnos, van a casa, en su mayoría, se esfuerzan, por cumplir y hasta agraden su descanso normal, por lograr este objetivo, total depende mi calificación, además “lo ha dicho el profesor”. Al otro día, sin mediar ningún tipo de explicación, el docente en mención, no llega, ni tampoco expresa las razones de su ausencia, posteriormente. Efectos inapelables, triunfo para los muchachos que no trabajaron, entrada silenciosa de la desidia, ingresa la incredulidad, se cae el paradigma, “el profe también es mentiroso”…
Escenario 3, el Centro de Trabajo, el día que se reciben nuevos trabajadores a la empresa. EL Gerente de personal, a los recién llegados: “Esta Institución, les da la cordial bienvenida, aquí encontrarán muchas oportunidades de realización, pero, sobre todo, una política de puertas abiertas, para que se puedan acercar, con plena confianza a darnos sus sugerencias o expresarnos sus preocupaciones…”. A los 10 días, uno de los bien intencionados empleados, se va hacia la Dirección de Personal, pues está observando, que labora más de las 8 horas establecidas, casi 12 o 13, mientras algunos otros se van, incluso antes de la hora, lo cual, no sólo le parece injusto, sino, distorsiona el proceso de producción. Casi al llegar, una mano experimentada, lo detiene, y le dice: “oye si vas a Personal, eres hombre en la calle, léase despedido”, el personaje dialogante, en mención, sorprendido, pero…”si cuando llegamos, nos dijeron que era política de puertas abiertas”…”eso le dicen a todos hermano”…total…del dicho al hecho hay mucho trecho…! acompañada esta catilinaria, de una sazonada risa…
Efectos, frustración, maltrato a la autoestima, baja en el rendimiento laboral al verse burlado por unas palabras, que no tienen el valor del compromiso, y, hasta un posible germen de conflicto.
Escenario 4, la Oficina Pública “X”, el usuario, luego de sortear inmensas colas y filas, llega a la ventanilla, el letrero dice “TODO TRÁMITE ES GRATUITO”, el susodicho, hacia sus adentros, ¡al fin se nos escucha! Entusiasmado, presenta su documentación, la cual, luego de ser una y otra vez seleccionada, minuciosamente hurgada, es devuelta con total frialdad, falta la fotocopia de XXXX….¡Oiga exclama el paciente ciudadano, pero, si eso no estaba en la tabla de requisitos…!, a lo cual el burócrata de marras, responde, ¿acaso no leyó ayer el periódico?, ¡desde ayer ese documento es imprescindible!, y donde puedo conseguirlo?, “mire que va ser difícil que regrese!!. “Fácil, vaya al primer piso y allí se lo dan, previo pago de 5 soles….” (¿Se imaginan como quedó el psiquis del usuario?) Efectos, total aversión a la supuesta palabra empeñada de la administración pública, convencimiento, que para honrado, ¡esta bueno ya!, ¡a estos se les trabajo con un poco de plata!! , la inmoralidad en la cosa pública comienza asi, a cobrar sus réditos.
Escenario 5, (tal vez, el más conocido), el Candidato a la curul, a la alcaldía o a la primera magistratura, prometiendo a sus conciudadanos, mucho, de lo cual, poco cumple, es más, hace diametralmente, todo lo contrario. Efectos, una degradación progresiva de la política, sinsabor de una democracia que es sólo eso, una palabra, más no un hecho concreto, ingobernabilidad, lo peor, pérdida de la ilusión en un futuro, al colmo de ingresar mentalmente, a la anarquía y a la vocación de caos social.
Como verán amigos, amigas, puede parecer un ejercicio imberbe, el que simple, breve y empíricamente, hemos hecho, pero si asociamos los casos, podremos comprender, que hacer de esta aparente y galopante dicotomía, un todo ensamblado, es la tarea nuestra de cada momento, de cada teatro sociocultural, en el cual nos toque actuar. A veces nos encandilamos con la retórica, los grandes discursos o la teoría extrema, pero olvidamos, que la historia se dice y se hace, con los compromisos, la palabra empeñada, la transparencia y real integración entre lo correcto y verdadero.Bueno, por ahora es todo y ya nos estaremos encontrando nuevamente, con nuevas y espero, provechosas pisadas.

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