"Gobierno demuestra su actitud intolerante"
Cortesía : Perú 21
Los Organismos de derechos humanos criticaron duramente la decisión del Ministerio de Justicia de excluirlos del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y consideraron que se trata de una actitud de intolerancia f
rente a los sectores que se niegan a hacerle el coro al Gobierno y de una represalia por la opinión que emitió recientemente Aprodeh sobre el MRTA ante el Parlamento Europeo.
Javier Torres Seoane, Secretario Ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), tildó de absurdos los argumentos con los que el ministerio ha justificado la medida: cuidar la reserva de la información que se discute en el consejo y acabar con la situación de privilegio de los organismos separados.
Explicó que en ninguna sesión del consejo se debatió asuntos confidenciales y menos referidos a la estrategia legal del Estado para los procesos en los que fue demandado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo, dijo que participar en el referido organismo no constituye un privilegio y que, en lugar de excluir a las instituciones allí representadas, debería incluirse a aquellas que no lo están.
PERSECUCIÓN. La misma opinión fue expresada, a su turno, por Hans Landolt, director ejecutivo del Instituto de Defensa Legal (IDL), y por Miguel Huerta, presidente de la Comisión de Derechos Hum
anos (Comisedh).
Para Landolt, lo ocurrido "es una señal de que viene creciendo la intolerancia del régimen, que se expresa en la descalificación de sus críticos y en la persecución de los líderes sociales".
Huerta, por su parte, sostuvo que el Gobierno ha tomado represalias por la carta que dirigió Aprodeh al Parlamento Europeo, y lamentó que con esta actitud se haya afectado, colateralmente, la labor que cumplían en el consejo la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y el Concilio Nacional Evangélico del Perú (Conep).
No fue necesario que Huerta dijera mucho más porque, ayer, miembros de ambas instituciones expresaron sus discrepancias con esta medida.
Monseñor Luis Bambarén, obispo emérito de Chimbote, comentó que le parecía absurdo que se afirmara que los participantes en el CNDH no sabrían mantener la reserva de las informaciones. A
gregó que la Iglesia Católica hará falta en el trabajo de este organismo.
Víctor Arroyo, director ejecutivo del Conep, manifestó que era "desatinado" que se aleje del Estado a quienes tienen mayor experiencia en el camp
o de los derechos humanos. "Da la impresión de que el Gobierno está limpiando el camino para eliminar las voces discrepantes", advirtió.
NO A CAMPAÑA. Al margen del tema de su separación del consejo, ayer la CNDDHH emitió un pronunciamiento en el que rechazó la campaña de un sector del Gobierno y del Congreso (apristas y fujimoristas) contra Aprodeh, y expresó su preocupación por el hecho de que, pretextando un vínculo con el terrorismo, se descalifique opiniones críticas, manifestaciones de protesta o a activistas de DD.HH.
Cortesía : Perú 21
Los Organismos de derechos humanos criticaron duramente la decisión del Ministerio de Justicia de excluirlos del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y consideraron que se trata de una actitud de intolerancia f
rente a los sectores que se niegan a hacerle el coro al Gobierno y de una represalia por la opinión que emitió recientemente Aprodeh sobre el MRTA ante el Parlamento Europeo.Javier Torres Seoane, Secretario Ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), tildó de absurdos los argumentos con los que el ministerio ha justificado la medida: cuidar la reserva de la información que se discute en el consejo y acabar con la situación de privilegio de los organismos separados.
Explicó que en ninguna sesión del consejo se debatió asuntos confidenciales y menos referidos a la estrategia legal del Estado para los procesos en los que fue demandado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo, dijo que participar en el referido organismo no constituye un privilegio y que, en lugar de excluir a las instituciones allí representadas, debería incluirse a aquellas que no lo están.
PERSECUCIÓN. La misma opinión fue expresada, a su turno, por Hans Landolt, director ejecutivo del Instituto de Defensa Legal (IDL), y por Miguel Huerta, presidente de la Comisión de Derechos Hum
anos (Comisedh).Para Landolt, lo ocurrido "es una señal de que viene creciendo la intolerancia del régimen, que se expresa en la descalificación de sus críticos y en la persecución de los líderes sociales".
Huerta, por su parte, sostuvo que el Gobierno ha tomado represalias por la carta que dirigió Aprodeh al Parlamento Europeo, y lamentó que con esta actitud se haya afectado, colateralmente, la labor que cumplían en el consejo la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y el Concilio Nacional Evangélico del Perú (Conep).
No fue necesario que Huerta dijera mucho más porque, ayer, miembros de ambas instituciones expresaron sus discrepancias con esta medida.
Monseñor Luis Bambarén, obispo emérito de Chimbote, comentó que le parecía absurdo que se afirmara que los participantes en el CNDH no sabrían mantener la reserva de las informaciones. A
gregó que la Iglesia Católica hará falta en el trabajo de este organismo.Víctor Arroyo, director ejecutivo del Conep, manifestó que era "desatinado" que se aleje del Estado a quienes tienen mayor experiencia en el camp
o de los derechos humanos. "Da la impresión de que el Gobierno está limpiando el camino para eliminar las voces discrepantes", advirtió.NO A CAMPAÑA. Al margen del tema de su separación del consejo, ayer la CNDDHH emitió un pronunciamiento en el que rechazó la campaña de un sector del Gobierno y del Congreso (apristas y fujimoristas) contra Aprodeh, y expresó su preocupación por el hecho de que, pretextando un vínculo con el terrorismo, se descalifique opiniones críticas, manifestaciones de protesta o a activistas de DD.HH.
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