COMO CONTROLAR EL ENFADO

Cómo controlar el enfado
El odio o enfado es una de las perturbaciones mentales más comunes y destructivas que nos afecta casi todos los días.
Para solucionar el problema del odio, primero debemos identificarlo y reconocer que nos perjudica tanto a nosotros mismos como a los demás, y apreciar los beneficios de tener paciencia con las dificultades. Luego, debemos aplicar métodos apropiados para reducir nuestro enfado en la vida diaria y evitar que vuelva a surgir.
¿Qué es el odio? El odio es una mente perturbada que observa un objeto animado o inanimado, piensa que es desagradable, exagera sus malas cualidades y desea perjudicarlo.
Por ejemplo, cuando nos enfadamos con nuestra pareja, nos parece desagradable. Después, exageramos sus malas cualidades recordando todo lo que nos disgusta de ella y olvidando su bondad, y creamos la imagen de una persona intrínsecamente llena de faltas. Entonces, deseamos perjudicarla de algún modo, por ejemplo, criticándola o despreciándola
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Puesto que el enfado está basado en una exageración, la persona o el objeto que observa, en realidad, no existe. Además, como se expondrá más adelante, es una mente destructiva que no nos beneficia en absoluto.
Después de comprender la naturaleza del odio y las desventajas de generarlo, debemos observar nuestra mente con atención en todo momento para reconocerlo en cuanto surja.
Esta exposición sobre cómo controlar el enfado con la práctica de la paciencia está basada en la Guía de las obras del Bodhisatva, el famoso poema escrito por el gran maestro budista Shantideva.
Aunque fue escrito hace más de mil años, es una de las obras más claras que existen sobre este tema y sigue teniendo la misma vigencia que entonces.
PENSAMIENTOS DEL DALAI LAMA

"Es posible, sin embargo, desarrollar una energía igualmente poderosa pero mucho más controlada con la que manejar las vibraciones difíciles.Esta energía más controlada proviene no sólo de una actitud compasiva sino también de la razón y de la paciencia. Estos son los antídotos más poderosos contra el enfado. Por desgracia mucha gente prejuzga estas cualidades como síntomas de debilidad. Yo creo todo lo contrario: son signos auténticos de fuerza interior. La compasión es por su propia naturaleza gentil, pacífica y suave, pero también muy poderosa. Son aquellos quienes fácilmente pierden la paciencia los que son inseguros e inestables. Por todo ello, para mí, el surgimiento del enfado es un signo inequívoco de debilidad."
La Compasión y el Individuo
Llamamos compasión a la capacidad de sentirnos próximos al dolor de los demás y la voluntad de aliviar sus penas, pero a menudo somos incapaces de llevar a la práctica lo que nos proponemos, y esa hermosa palabra muere sin haber dado sus frutos.
¿Qué es la compasión? La compasión es el deseo de que los demás estén libres de sufrimiento. Gracias a ella aspiramos a alcanzar la iluminación; es ella la que nos inspira a iniciarnos en las acciones virtuosas que conducen al estado del buda, y por lo tanto debemos encaminar nuestros esfuerzos a su desarrollo
.
Si deseamos tener un corazón compasivo, el primer paso consiste en cultivar sentimientos de empatía o proximidad hacia los demás. También debemos reconocer la gravedad de su desdicha. Cuanto más cerca estamos de una persona, más insoportable nos resulta verla sufrir. Cuando hablo de cercanía no me refiero a una proximidad meramente física, ni tampoco emocional. Es un sentimiento de responsabilidad, de preocupación por esa persona. Con el fin de desarrollar esta cercanía es necesario reflexionar sobre las virtudes implícitas en la alegría por el bienestar de los otros. Debemos llegar a ver la paz mental y la felicidad interna que se deriva de ello, al mismo tiempo que reconocemos las carencias que provienen del egoísmo y observamos cómo este nos induce a actuar de un modo poco virtuoso y cómo nuestra fortuna actual se basa en la explotación de aquellos que son menos afortunados.






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