La Central Sindical AFL-CIO y Enlace, una red de sindicatos y grupos prolaborales que trabaja en México y Estados Unidos, anunciaron esta semana un acuerdo de apoyo mutuo y coordinación multinac
ional para promover la justicia social y económica.
"Esperamos poder trabajar juntos para frenar los abusos del capital global hacia los trabajadores y sus familias", declaró el presidente de la AFL-CIO, John Sweeney, al hacerse público el pacto de colaboración en Washington, D.C., aprobado a través de una resolución del consejo ejecutivo de la federación laboral.
El acuerdo sigue a otros similares convenidos previamente entre la AFL-CI
O y grupos como la Red de Organizaciones de Jornaleros (RDLON) e Interfaith Worker Justice.
Enlace está integrado por 21 organizaciones que representan a 300 mil trabajadores de bajos ingresos en ambos países, entre ellos varios locales del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), el Centro de Apoyo a la Mujer en las Maquilas de La Laguna A.C. (Torrreón), la Alianza de Trabajadores Inmigrantes Coreanos (KIWA) y el Centro de la Costura en Los Ángeles. Se espera que la unión entre esta alianza y la federación sindical más importante del país dé frutos inmediatos.
"Ahora estamos colaborando con miembros de un sindicato de la industria de la maquila cuyos trabajadores procesa
n calamar en Baja California Sur", explicó Joann Lo, Codirectora Ejecutiva de Enlace.
Las procesadoras más fuertes de calamares en el estado bajacaliforniano son tres, dos coreanas y una china. El centro de sus operaciones en el Pacífico mexicano se encuentra en el pueblo de Santa Rosalía. Se trata de una operación multinacional. Esas empresas exportan a Oriente el producto capturado en México utilizando los puertos de Los Ángeles.
Lo explicó que las condiciones laborales ahí son similares a las que existen en el sector de la costura
: la mayor parte de las obreras está conformada por mujeres y trabaja por pieza. En el caso de las trabajadoras de Santa Rosalía, les pagan tres pesos por el kilo de calamar que limpian.
"Ese sueldo es muy bajo, y sabemos lo caro que se vende el calamar en los mercados internacionales", dijo, agregando que las jornadas laborales en esa industria son de 12 horas, y que se llevan a cabo por la noche.
"Una de nuestras organizaciones miembros se encuentra en el barrio coreano de Los Ángeles y tiene relaciones bien fuertes con grupos laborales en Corea; han enviado cartas [explicando la situación de las obreras mexicanas] y están ayudando a investigar a esas compañías".
En otro frente, Enlace está involucrado en la organización de los lavacarros en todo Los Ángeles, para lo cual se ha formado un comité de organización afiliado al Sindicato de Trabajadores del Acero.
Enlace se formó a mediados de los años 90 por iniciativa de Peter Cervantes-Gauschi, que viajó por México y Estados Unidos en esos años entrevistando a organizadores laborales.
ional para promover la justicia social y económica."Esperamos poder trabajar juntos para frenar los abusos del capital global hacia los trabajadores y sus familias", declaró el presidente de la AFL-CIO, John Sweeney, al hacerse público el pacto de colaboración en Washington, D.C., aprobado a través de una resolución del consejo ejecutivo de la federación laboral.
El acuerdo sigue a otros similares convenidos previamente entre la AFL-CI
O y grupos como la Red de Organizaciones de Jornaleros (RDLON) e Interfaith Worker Justice.Enlace está integrado por 21 organizaciones que representan a 300 mil trabajadores de bajos ingresos en ambos países, entre ellos varios locales del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), el Centro de Apoyo a la Mujer en las Maquilas de La Laguna A.C. (Torrreón), la Alianza de Trabajadores Inmigrantes Coreanos (KIWA) y el Centro de la Costura en Los Ángeles. Se espera que la unión entre esta alianza y la federación sindical más importante del país dé frutos inmediatos.
"Ahora estamos colaborando con miembros de un sindicato de la industria de la maquila cuyos trabajadores procesa
n calamar en Baja California Sur", explicó Joann Lo, Codirectora Ejecutiva de Enlace.Las procesadoras más fuertes de calamares en el estado bajacaliforniano son tres, dos coreanas y una china. El centro de sus operaciones en el Pacífico mexicano se encuentra en el pueblo de Santa Rosalía. Se trata de una operación multinacional. Esas empresas exportan a Oriente el producto capturado en México utilizando los puertos de Los Ángeles.
Lo explicó que las condiciones laborales ahí son similares a las que existen en el sector de la costura
: la mayor parte de las obreras está conformada por mujeres y trabaja por pieza. En el caso de las trabajadoras de Santa Rosalía, les pagan tres pesos por el kilo de calamar que limpian."Ese sueldo es muy bajo, y sabemos lo caro que se vende el calamar en los mercados internacionales", dijo, agregando que las jornadas laborales en esa industria son de 12 horas, y que se llevan a cabo por la noche.
"Una de nuestras organizaciones miembros se encuentra en el barrio coreano de Los Ángeles y tiene relaciones bien fuertes con grupos laborales en Corea; han enviado cartas [explicando la situación de las obreras mexicanas] y están ayudando a investigar a esas compañías".
En otro frente, Enlace está involucrado en la organización de los lavacarros en todo Los Ángeles, para lo cual se ha formado un comité de organización afiliado al Sindicato de Trabajadores del Acero.
Enlace se formó a mediados de los años 90 por iniciativa de Peter Cervantes-Gauschi, que viajó por México y Estados Unidos en esos años entrevistando a organizadores laborales.
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