BENEDICTO XVI INSTA A LATINOS SUPERAR EL PESIMISMO

Benedicto XVI insta a superar el pesimismo
Le pide a los latinos mantener su fe, pese a problemas que sufren
El Papa Benedicto XVI pidió ayer a los hispanos que viven en Estados Unidos que “no se dejen vencer por el pesimismo” y que se mantengan firmes en su fe para superar “un mundo muchas veces marcado por divisiones y enfrentamientos”.
“La Iglesia en Estados Unidos, acogiendo en su seno a tantos de sus hijos inmigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad de la fe de los creyentes de lengua española”, dijo.
El Sumo Pontífice habló en español en una parte de su homilía durante su primera misa pública en su actual visita a Estados Unidos, celebrada en el estadio de los Nacionales, un equipo de beisbol de la capital estadounidense.
Unas 46 mil personas estuvieron presentes pero la demanda de entradas era más del doble, dijeron los organizadores.
En la parte en inglés, Benedicto XVI hizo referencia por tercer día consecutivo a los problemas de la Iglesia Católica estadounidense, que tiene unos 65 millones de miembros pero no es la mayoría en la nación.
“Ninguna palabra mía podría describir el dolor y daño infligido por esos abusos”, dijo refiriéndose a los escándalos de abuso sexual de algunos clérigos que han costado a la Iglesia unos 2,000 millones de dólares en gastos y arreglos en corte y llevado a la quiebra a seis arquidiócesis.
Benedicto XVI pidió reconciliación y ayuda para las víctimas de lo que en la víspera en una reunión con obispos había calificado como “una prof
unda vergüenza”.
Elogió a Estados Unidos como tierra de oportunidades y esperanza, pero lamentó que la promesa que representa esta nación no se haya cumplido por completo con los indios y los negros.
Pero indicó que la esperanza en el futuro era “en mucho una característica de esta sociedad”.
“Los estadounidenses siempre han sido un pueblo de esperanza”, dijo. “Vuestros antecesores vinieron a este país con la esperanza de encontrar nuevas oportunidades de libertad y oportunidad”.
“Pero esa promesa no fue experimentada por todos en esa tierra: uno piensa en las injusticias que enfrentaron los pueblos nativos y aquellos que fueron traídos por la fuerza del África como esclavos”, agregó.
Luego, el Pontífice dijo en español: “Queridos hermanos y hermanos de lengua española”, y una ovación rompió la solemnidad de la misa en el escenario deportivo.
“Deseo saludarles con las mismas palabras que Cristo resucitado dirigió a los apóstoles: paz a ustedes”.
Benedicto XVI no hizo referencia a las dificultades de los millones de inmigrantes hispanos indocumentados y la polarización política que el debate sobre su presencia ha creado en el país, pero les pidió que “no se dejen vencer por el pesimismo, la inercia o los problemas”.
“Antes bien, fieles al compromiso que adquirieron en su bautismo se profundicen cada día en el conocimiento de Cristo y admitan que vuestro corazón quiere conquistar con su amor y su perdón”, dijo.
El Papa pidió a los hispanos que sean “sembradores de la esperanza” y a “continuar contribuyendo al futuro de la Iglesia en este país y a la difusión del evangelio”.
“Todos están unidos a Cristo y entre ustedes su testimonio evangelizador será creíble y florecerá en copiosos frutos, paz y reconciliación en medio de un mundo muchas veces marcado por divisiones y enfrentamientos”, dijo.
“La Iglesia espera mucho de ustedes, no la defrauden en su donación generosa: lo que han recibido gratis, denlo gratis”, agregó.
Las palabras del Papa no han sido, sin embargo, las únicas pronunciadas en español durante la misa. La primera lectura, del Libro de los Hechos de los Apóstoles, se hizo en castellano.
Igualmente, hubo una interpretación del folklore latinoamericano y después de la comunión el tenor español Plácido Domingo cantó.
Al concluir la misa de dos horas, Benedicto bendijo a la multitud que le aclamaba.
Entre tanto, guardaespaldas de mirada hosca que resguardaban al Papa se mantenían apostados a sus flancos y despejaban el camino a su salida, mientras miles de feligreses se esforzaban por tomarle la mano o tocar su vestimenta.
Algunos legisladores que defienden el derecho al aborto estuvieron presentes en la misa, entre ellos la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el senador John Kerry, un ex candidato presidencial demócrata de 2004. Varios obispos pusieron en duda si Kerry debería comulgar, debido a su posición a favor del aborto.
Kerry, que recibió la comunión de un sacerdote alejado del estrado papal, señaló que no creía que el mensaje del Pontífice tuviese ninguna influencia en la campaña presidencial. “No tiene nada que ver con la política”, afirmó a Associated Press Television News (APTN).

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