.La nueva Central Sindical de las Amèricas: ¿un instrumento de renovación?






La nueva Central Sindical de las Amèricas: ¿un instrumento de renovación?
Por : ACHIM WACHENDORFER

Cortesìa : Programa Regional Sindical de la Fundaciòn Friedrich Ebert
Una organización supranacional consistente necesita como sustento organizaciones nacionales fuertes. Esto significa una pesada
hipoteca para la futura Csa, que deberá constituirse sobre un paisaje sindical muy complejo. Aunque existen importantes centrales sindicales en algunos países y regiones de América Latina, en otros el sindicalismo se encuentra muy debilitado. En consecuencia, las organizaciones más fuertes tienen que asumir la responsabilidad de dar aliento para garantizar el futuro de la nueva central regional.
Muchos ya se preguntan en qué aspectos la nueva Central se distinguirá de las experiencias anteriores. ¿Será la csa más de lo mismo? Al fin y al cabo, la nueva central se construirá esencialmente sobre las centrales afiliadas a la Orit y la Clat. ¿Reproducirá las mismas tradiciones y prácticas sindicales, las antiguas virtudes y los viejos vicios? La diferencia con las experiencias anteriores radica esencialmente en el fuerte proceso de renovación que experimenta la Orit desde hace algunos años, que seguramente impactará en la configuración de la nueva central. Pero para mantener esta dinámica renovadora, es indispensable que se consolide el eje progresista que permitió los cambios en la orit. Este eje solamente puede ser integrado por las centrales importantes de la orit, las llamadas «independientes» y, quizás, por algunas centrales de la Clat.
Para consolidar este desarrollo es también vital la permanencia de los gobiernos progresistas en el poder. El éxito y los avances sindicales en América Latina dependerán, en buena medida, de la suerte de estos gobiernos. Y esto no solo se relaciona con las políticas nacionales, sino también con las estrategias de integración regional. En ese sentido, para la nueva central regional es clave el posicionamiento de estos gobiernos en los órdenes continental y mundial. Por ese motivo, son importantes decisiones tales como el rechazo al avance del Área de Libre Comercio de las Américas (alca), las posiciones de los gobiernos progresistas contrarias a los tratados de libre comercio con EE.UU, la centralidad que ha adquirido la estrategia de integración (un reclamo histórico del movimiento sindical) y el reciente posicionamiento en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (omc) en el marco de la Ronda de Doha.
Finalmente, ¿cuáles serán las posibilidades de la futura Csa de intervenir en cada país? aunque seguramente no podrá solucionar los múltiples problemas que afectan hoy a las organizaciones sindicales nacionales, puede proyectar su influencia en la política sindical interna de cada país de diferente forma. El mismo proceso de unidad sindical regional implica un mensaje fuerte en el sentido de superar la dispersión que rige en la mayoría de los países. En ese sentido, la fundación de la nueva central brasileña, la Unión General de los Trabajadores (Ugt), realizada en julio de 2007, como resultado de la fusión de tres centrales, entre ellas una de la Clat y otra de la Orit, puede ser un buen ejemplo.
La experiencia de unidad regional también puede generar otros efectos importantes en cada país. La orit, por ejemplo, practica una política de género mucho más avanzada que la que desarrollan la mayoría de las centrales nacionales. Del mismo modo, la política de alianzas y la articulación con otros actores que realiza la Orit puede servir como referencia para los sindicatos de cada país. La forma en que la Orit organizó el proceso de discusión de la PLA podría constituir también un buen modelo. Por último, una Central Regional activa puede organizar campañas de presión para solucionar ciertos problemas sindicales: la campaña contra los contratos de protección en México o c
ontra la violación sistemática de los derechos sindicales en Colombia son buenos ejemplos.
Si se dan algunas de estas condiciones, si la nueva central sindical regional logra ubicarse como eje de la articulación entre las Coordinadoras Subregionales y las FSI y si se consigue aprovechar la favorable coyuntura política, entonces el Sindicalismo Latinoamericano incrementará su presencia y su visibilidad en el escenario internacional.

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