El Gobierno debe dar transparencia a los sistemas de formación de preciosUGT defiende las cláusulas de revisión para hacer frente a la inflación, el impuesto más regresivo e injusto para los trabajadores
CortesíaUGT
El dato de la inflación de enero vuelve a demostrar la vulnerabilidad de nuestros precios y de nuestra economía a los cambios en el entorno internacional, provocada por nuestra elevada dependencia energética y un modelo productivo poco competitivo. Así la subida continuada del petróleo y los cereales, que han afectado a toda la zona euro, son algunos de los componentes que explican que nuestra inflación interanual se sitúe en el 4,3% .
UGT considera que hay que tomar soluciones a corto y largo plazo. A corto plazo, estableciendo medidas para asegurar la transparencia en la formación de precios, sobre todo, en el sector servicios y en la distribución y comercialización de los alimentos. A largo plazo, propiciando el cambio hacia un modelo productivo más fuerte y basado en actividades de alto valor añadido, como la industria. El sindicato que califica la inflación como el impuesto más regresivo e injusto para los trabajadores defiende el establecimiento de cláusulas de revisión salarial de eficacia plena en todos los convenios, para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.
El dato dado a conocer hoy por el INE, señala que el nivel general de precios en nuestro país ha aumentado en un 4,3% en enero de 2008 desde el mismo mes del año anterior. A pesar de que la variación de los precios en términos mensuales, señalan una disminución de 6 décimas respecto al mes de diciembre de 2007, el dato conocido hoy, es nuevamente negativo.
A la incidencia puntual de algunos grupos de productos de marcado componente estacional en el mes de enero (principalmente aquellos en los que los precios suelen crecer en los primeros meses del año, como la vivienda y los seguros) se une el repunte sostenido de los precios de las materias primas y de los productos energéticos a nivel internacional.
Enero vuelve a reflejar la persistencia del shock externo que venimos padeciendo desde noviembre. La subida continuada de los precios del petróleo y de los precios de los cereales continúa generando tensiones inflacionistas en nuestra economía.
Las perturbaciones externas también están afectando negativamente a las economías de los países con los que compartimos moneda: en la Zona Euro, el crecimiento de los precios en enero se estima en un 3,2% (una décima más que en diciembre). Por tanto, el hecho de que tanto en España como en la Eurozona la subida de la tasa general haya sido de 1 décima vuelve a evidenciar el impacto simétrico de los shocks (es decir, nos está afectando a todos los países con la misma intensidad). Sin embargo, continuamos manteniendo un diferencial de precios superior a un punto con respecto a la Euro Zona.
Una vez más se observa que nuestra estructura de precios es muy vulnerable a los cambios en el entorno internacional: la situación de elevada dependencia energética y un modelo productivo poco competitivo, acentúa las tensiones coyunturales de precios en nuestro país provocadas por factores externos.
Además, no hay que olvidar que la inflación sigue constituyendo un problema estructural de la economía española. Nuestro diferencial de precios con la zona euro limita nuestra competitividad y actúa en detrimento de la capacidad de compra de de los ciudadanos en nuestro país.
Es necesario insistir en que en ningún caso se trata de una inflación derivada de los costes laborales, tal como continúan argumentando instituciones como el Banco Central Europeo, desde donde se insiste en mantener la cruzada contra la mejora de los salarios de la clase trabajadora en Europa.
El actual modelo de determinación de los salarios en España, consensuado desde 2002 por las organizaciones sindicales y empresariales a través de los Acuerdos Interconfederales para la Negociación Colectiva (ANC), y renovado para 2008 el pasado diciembre, es uno de los elementos clave que permite frenar las tensiones en los precios.
La inflación es el impuesto más regresivo y más injusto para los trabajadores. Los trabajadores están padeciendo esta situación de precios, y por esta razón UGT va a seguir reivindicando incrementos salariales responsables, en el marco de lo firmado en el ANC:
En primer lugar, la situación de las empresas en nuestro país es muy saneada y por tanto existe suficiente margen para ello.
En segundo lugar, porque los salarios no son los responsables de la tensión de precios que actualmente padece nuestra economía.
UGT insiste en la inclusión de cláusulas de revisión salarial de eficacia total en los convenios, ya que solo así se garantiza que las subidas de precios no reduzcan los salarios reales de los trabajadores.
UGT pide al Gobierno que tome medidas en aquellos ámbitos en los que puede actuar. Así, a corto plazo, debe actuar supervisando el mecanismo de formación de precios, para evitar comportamientos abusivos especialmente en algunas actividades del sector servicios. Se trata de garantizar la máxima transparencia y trazabilidad de los precios. Además, en la actual situación de crecimiento sostenido de los precios de los alimentos, es necesario que preste especial atención a la evolución de los márgenes que se incorporan a los precios en la fase de distribución y comercialización.
Asimismo, UGT insiste en la responsabilidad del Gobierno en la evolución de los precios regulados por las Administraciones Públicas como es el caso del transporte público, la eléctricidad y el gas, entre otros.
Para UGT estas medidas deben formar parte a largo plazo del cambio de modelo productivo que precisa nuestro país, que pasa por modificar la pauta de crecimiento, potenciando la actividad industrial de alto valor añadido y elevando los niveles de productividad y competitividad.
España debe seguir avanzando hacia un modelo productivo más eficiente, basado en la modernización de los procesos de producción de las empresas y en la definición de un modelo energético que reduzca nuestra dependencia exterior.
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