INFORME CEPAL SOBRE ECONOMIA Perú 2007
Con una expansión de 8,2%, la economía de Perú exhibió, por cuarto año consecutivo, tasas de crecimiento económico superiores al 5%. El dinamismo de la demanda interna se elevó más del 10%, mientras que una nueva mejoría de los términos del intercambio contribuyó al logro de un superávit fiscal de 2%. Por otra parte, en el segundo semestre, la inflación tuvo un leve repunte, atribuible a la incidencia de factores de oferta, que la situó por encima del techo de la banda de la meta de inflación fijada por el Banco Central de Reserva del Perú.
Para 2008 se prevé que la disminución del ritmo de la economía mundial podría conllevar una caída de los términos del intercambio, pero que la demanda interna se mantendrá vigorosa, con lo cual el crecimiento económico sufriría una moderada retracción, ubicándose en las proximidades de un 6,5%.
A comienzos del año se aprobó un acuerdo de carácter precautorio de derecho de giro con el Fondo Monetario Internacional. Para facilitar un aumento significativo de la inversión pública se excluyeron las inversiones y transferencias del tope de crecimiento real de 3% por año establecido por la ley de responsabilidad y transparencia fiscal. Se tomaron asimismo medidas administrativas para agilizar la ejecución de obras. Además, a causa del terremoto que en agosto afectó, sobre todo, al departamento de Ica, es necesario emprender tareas de reconstrucción. De esta manera, si bien persisten limitaciones en cuanto al uso eficiente de los fondos disponibles, se estima que la formación bruta de capital del gobierno general puede haber aumentado levemente en términos del PIB. Debido a que el gasto no financiero corriente del gobierno general cayó en términos del PIB, el gasto total del gobierno general habría descendido de 18,1% a 17,7% del PIB.
Los ingresos se expandieron marcadamente a raíz del dinámico crecimiento económico y de los altos precios de los recursos naturales, que incidieron en la recaudación del impuesto a la renta. Para el año en su conjunto se estima que los ingresos corrientes del gobierno general pasarán de un 19,7% a un 20,5% del PIB. En consecuencia, el resultado global del SPNF, que según las previsiones terminaría en un déficit de 0,8%, registraría un superávit mayor que el año anterior. Para 2008, las autoridades enfrentan el reto de mejorar la inclusión de crecientes sectores de la población en la dinámica del crecimiento económico y social. Se prevé una disminución del superávit primario y un leve déficit global del SPNF, como consecuencia de la expansión del gasto (sobre todo de capital), y un estancamiento (en términos del PIB) de los ingresos.
En el favorable contexto de 2007, el gobierno persistió en su estrategia de reducir la vulnerabilidad asociada a la deuda pública. En febrero sustituyó y recompró bonos Brady y Bonos Global 2012 con nuevos bonos cuyos vencimientos se cumplieran en los años 2016, 2033 y 2037. En octubre prepagó aproximadamente 1.794 millones de dólares a países miembros del Club de París, financiando gran parte de ese monto con la emisión de bonos denominados en moneda nacional. Se estima que la deuda pública tendrá un descenso de 32,7% a 28,4% del PIB.
Las autoridades mantuvieron el esquema de metas de inflación, en un rango cuyo valor central bajó de 2,5% a 2%, con un margen de un punto porcentual en ambas direcciones.
En el transcurso del año, las tasas de aumento interanual del IPC se incrementaron gradualmente y, a partir de octubre, superaron el techo de fluctuación de la meta inflacionaria. Si bien tal aumento se debió más a factores de oferta (combustibles, alimentos) que a presiones de la demanda, las autoridades elevaron de manera precautoria la tasa de interés de referencia en los meses de julio y septiembre (25 puntos base en ambas ocasiones), después de mantenerla estable en 4,5% por 13 meses.
Las tasas de interés activas en moneda nacional (estructura fija) continuaron declinando gradualmente, de un 17,1% en promedio en 2006 a 16,4% (enero-octubre de 2007), si bien las a corto plazo subieron a partir del tercer trimestre, en línea con la política monetaria. El crédito al sector privado continuó siendo un motor del crecimiento económico, con tasas de crecimiento de dos dígitos a lo largo del año (18,5% interanual en octubre). Por otra parte, la evolución global del precio del dólar y la fuerza del sector externo peruano contribuyeron a determinar una gradual apreciación nominal del nuevo sol con respecto al dólar a lo largo del año, proceso que se aceleró a partir de septiembre. En octubre, la apreciación bilateral real registró un tasa interanual de 6,4%. Sin embargo, como resultado de la apreciación de otras monedas, el tipo de cambio real efectivo bajó solo un 0,7%. Las autoridades enfrentan el reto de asegurar el cumplimiento de la meta de inflación sin acicatear una mayor apreciación real de la moneda nacional.
El banco central intervino para frenar la apreciación bilateral real del nuevo sol con compras que, hasta octubre, llegaban casi a 9.000 millones de dólares, intervención que se tradujo en un incremento de sus reservas internacionales netas a 24.900 millones. Para evitar un efecto inflacionario significativo, el saldo de los certificados de depósito se aumentó de alrededor de 8.000 millones de nuevos soles a fines de 2006 a casi 20.000 millones en octubre.
En materia de política comercial, la parte medular fueron los esfuerzos por asegurar la aprobación del tratado de libre comercio por parte del Congreso de los Estados Unidos, lo que finalmente ocurrió a fines del año.
El notable crecimiento económico a una tasa de 8,2% se basó en una dinámica demanda interna, dentro de la cual cabe resaltar la inversión privada, que se expandió aproximadamente un 25%, con especial fuerza en la minería y también en actividades orientadas al mercado interno, como la construcción. El marcado aumento del consumo de los hogares por encima de un 7% se sustentó principalmente en una vigorosa generación de empleo y una considerable ampliación del crédito. La inversión pública se aceleró a lo largo del año hasta superar el 10%, mientras que el consumo público creció un 3%. Las exportaciones nuevamente se expandieron a una tasa moderada (5%), en tanto que las importaciones repuntaron en respuesta a una pujante demanda. Entre las ramas de actividad interesa destacar la construcción y la manufactura no primaria que crecieron a un ritmo de dos dígitos.
La acelerada expansión económica estimuló la generación de empleo formal (8,2% durante los primeros ocho meses). También aumentó el empleo agregado, pero debido a un considerable incremento de la oferta laboral, la tasa de desempleo mostró poca variación. Por otra parte, como resultado de los todavía altos niveles de desempleo y subempleo, los ingresos de los trabajadores se mantuvieron estancados. Para reforzar los ingresos bajos, en octubre de 2007 y enero de 2008 se decretaron aumentos del salario mínimo que totalizaron un 10%.
Las exportaciones tradicionales fueron afectadas por una caída de la producción aurífera, que resultó compensada con creces por la favorable evolución de los precios. Durante los primeros tres trimestres, estas exportaciones crecieron un 17% y las no tradicionales, un 20%. Para el año en su conjunto se estima que las ventas externas tendrán una expansión del 17%, mientras que las importaciones se habrían incrementado un 33%, con un destacado desempeño de las compras de bienes de capital (cercano a un 50%), estimuladas por reducciones arancelarias. En consecuencia, disminuyeron los superávit en la balanza comercial y la cuenta corriente, está última de 2,8% a cerca de 1,6% del PIB. Por otra parte, hubo cuantiosos flujos financieros, sobre todo bajo la forma de inversión extranjera directa, los que fueron parcialmente contrarrestados por la reducción de la deuda externa del sector público. Se estima que el superávit en la cuenta financiera será de alrededor de 8.000 millones de dólares.

Comentarios