Sindicalismo y Economía Informal : El Futuro Nos Compromete










Sindicalismo y Economia Informal : El Futuro nos Compromete
Por : Guillermo Pérez Herrera
Para : Boletín Electrónico Internacional “Buen Día PROSIE



Estamos recorriendo el 2007, muy promisorio para economías emergentes, según los intelectuales liberales ; pleno de expectativas y virajes a la izquierda tal cual lo expresan pensadores orgánicos progresistas; inicio, tal cual lo expresa la Cumbre de Brasilia 2006, de los 10 años donde el trabajo decente, habrá impuesto condiciones en medio de contradictorias políticas gubernamentales y enjundiosas movidas empresariales; más aún, cambios en las estructuras familiares de la mano con las transformaciones, son el grueso de la Agenda social CEPAL , amen, a venerables autocríticas del Banco Mundial, asumiendo, que en todos los proyectos de infraestructuras que financie en el futuro, se deberán respetar plenamente las normas fundamentales del trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)).
Esta es el formato global institucional. Pero ¿ y el sindicalismo....¡¡¡allá vamos!!!. Ya se constituyó la CSI, dos grandes vertientes del sindicalismo, nucleados en CIOSL y CMT, junto a muchos sindicatos independientes se han unido de forma y fondo, de hecho y de derecho, para afrontar los grandes retos del mundo laboral moderno, global, cambiante, tecnológico, pero, a la vez, plagado de inhumanidades, desapegos e injusticias.
Siguiendo en esta línea, este año 2007, ORIT y CLAT y gremios independientes de América Latina y el Caribe, constituirán la CSI de las Américas, en medio de históricas coincidencias, esfuerzos comunes y también, naturales diferencias, que esperamos con absoluta convicción sean superadas. A todo ello, agreguemos una nueva versión y visión de los Sindicatos Globales, la conformación exitosa de Coordinadoras Sindicales Subregionales, siendo la más reciente, la flamante Coordinadora Sindical Andina.
En muchos de nuestros países, bajo la fresca influencia de la Plataforma Laboral de las Américas, promovida activa y unitariamente por ORIT, las necesidades del presente, los retos del tiempo que se viene, y, los grandes golpes recibidos, incluyendo valiosas vidas de sindicalistas, muertos en la batalla, se vienen activando movimientos de unidad, aun cuando no profundamente discutidos y analizados, pero, voluntad existe y eso alienta y desbroza el camino de dificultades.
La sociedad, como ente mayor de incidencia política y económica, también se está moviendo, con estructuras, plataformas de amplia convocatoria, programas de largo alcance y una singular capacidad de organización y vocación de lucha. Lo último, dado en Bolivia, fue la Cumbre Social de los Pueblos, gran esfuerzo, donde ORIT, al igual que en la Alianza Social Continental es una incansable y tenaz constructora.
En medio de todo ello, las cifras retumban, cual gigantes pututos y zampoñas incaicas, 26 millones de desempleados y 103 millones de trabajadores en la informalidad. Semejante fenómeno, del cual los trabajadores no somos culpables, más si, la desproporcionada voracidad del capital trasnacional, las incapacidades y corrupciones gubernamentales, los fallidos programas económicos probetas y las debilidades, de quienes representando al pueblo, no han podido unir fuerzas para enfrentar a la trasnochada oleada Neoliberal.
Nos espera pues, mucho trabajo, sin descanso, ni fatiga. Las estructuras sindicales deben seguir renovándose, cambiando su lógica, transformando la realidad a partir de una lectura correcta de los hechos que nos llegan y circundan. Desde el apartamento global, sindical y social, existen, grandes oportunidades, por ende, debemos seguir interactuando, desde lo local a lo global y viceversa, con creatividad, tesón, desprendimiento y una profunda conciencia plural y democrática. Hacer lo contrario, es quedarnos en el estacionamiento de un fantasmal tren histórico.
Consideramos, que la tibia posición de gobernantes, unos por desconocimiento, otros, por calculado interés, de considerar que la Informalidad se libra, con facilitar la legalidad, simplificar trámites, es totalmente alejada del problema central, que implica atacar las causas e implicar, en beneficio de esta masa trabajadora, los alcances de los "crecimientos económicos" y las redistribuciones. Obviamente, "el chorreo" no es una solución, menos el asistencialismo barato de coyuntura electoral. Debemos alentar desde los Sindicatos, soluciones integrales, que impliquen reconocimiento pleno de derechos, participación en los escenarios de formación de capacidades, en igualdad de condiciones, acceso a las políticas de infraestructura social y económica, pasando por invertir más , pagar menos deuda externa; usando la equidad y la justa aplicación de la tributación, esto es, menos exoneración a quienes desde la extracción minera, petrolera, agroindustrial o desde los paraísos arancelarios, sólo recogen utilidades, pero no inciden en lo absoluto en el bienestar de las naciones y sus poblaciones.
Se trata de apropiarnos del sentido de la autorreforma sindical, dicha a gritos, en nuestro Congreso ORIT, de Brasilia, que seguramente nutrirá la Nueva Central de las América, esto es, organizar a los no organizados, acompañar militantemente a quienes no tienen ningún tipo de protección o teniéndola, son vulnerados. Convencernos, que los jóvenes, la nueva dimensión de la mujer trabajadora, libra sus más duros combates, por la sobrevivencia y la dignidad, en la Economía Informal. Capaces de tener la lucidez, la movilidad y el talento, que nos hará más fuertes, cualidades forjadas, en el fragor de conseguir el pan nuestro de cada día, pero, en medio de singular humanidad, solidaridad y práctica emprendedora.
No podemos esperar que los trabajadores informales, vengan a nosotros, debemos ir a ellos, nutrirlos de la experiencia sindical, de los sabores y alcances de la libertad sindical, del derecho a organizarse, del singular arte de la negociación, combinada con la movilización efectiva y programática, esto es, darles lo que sabemos hacer mejor, y recibir sus lecciones de resistencia al abandono y la ilegalidad, en la cual, siempre el Sistema los quiere incluir, como una forma cómoda y cómplice, que atenúe su incapacidad, cuando no, su egoísta y selectivo vaivén.
En lo táctico y estratégico institucional, deberemos afinar la transversalidad de actividades y programas, ampliar nuestra información estadístico sindical, mapear las coyunturas de cada país, haciendo de la información y comunicación permanentes , los vectores de avance, visibilidad y constante evaluación; coincidir con las Organizaciones Internacionales, en cuanto al tema se refiere, aprovechando sus reconocidas capacidades y soportes técnico financieros; potenciar las experiencias y avances de nuestras afiliadas, incluyendo procesos de unidad subregional; procurar vertebrar adecuadamente los proyectos, alimentando y expandiendo lo que ASEI viene haciendo, junto a las Centrales Sindicales, y, sincerar políticas de solidaridad y cooperación sindical , que influyan decisivamente en la integración de estos contingentes laborales, a nuevas y mejores formas de vida, representación y actuación organizativa.
En este escenario, no olvidemos la importancia de darle mayor relevancia a la acción del Comité de Coordinación Internacional, en la Economía Informal, donde junto a Street Net, SEWA, Home Net , CROC y otras organizaciones de África y Asia, ORIT, es integrante activa y promotora, asimismo, a realizar todos los esfuerzos necesarios, para que en el trascendente hito de la unidad ORIT-CLAT-Independientes, el ámbito de las Coordinadoras Subregionales y Consejo Laboral Andino, se incluya como prioridad estratégica la consecución de los derechos e identidad reivindicativo orgánica de los trabajadores y trabajadoras de la economía informal.

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