domingo 31 de octubre de 2010
Susana Villarán, antes y después
Artículo publicado en La República, domingo 31 de octubre de 2010
Por : Martín Tanaka
Viajemos un momento al pasado. El núcleo político que creó el Partido de la Democracia Social (PDS), y que postuló a la elección presidencial de 2006 bajo la alianza Concertación Descentralista, evalúa el significado de haber obtenido el 0.62% de la votación presidencial y el 0.85% de los votos al Congreso, de no haber podido elegir ningún parlamentario y de haber perdido el registro ante el JNE.
La campaña habría demostrado que el camino de este núcleo político es diferente al de Ollanta Humala, pero también al del Partido Socialista de Javier Diez Canseco y al del MNI de Alberto Moreno; por lo tanto, habría que persistir en la creación de un partido propio, Fuerza Social. Tener inscripción propia resulta indispensable, para no ser socios menores dentro de proyectos ajenos. ¿Por qué Susana Villarán obtuvo entonces una votación tan baja? Si bien es una figura con experiencia, trayectoria y capacidad, y muy respetada en el mundo oenegístico, es muy poco conocida por la opinión pública. De otro lado, tendría en contra ser muy “miraflorina” para que el electorado medio pueda identificarse con ella.
¿Qué hacer entonces? Trabajar para conseguir la inscripción; de no conseguirse a tiempo, participar en las elecciones con alianzas amplias dentro de la izquierda (el MNI tendría una política muy abierta en ese sentido). Insistir en la promoción de Villarán como figura presidenciable para el 2011: una manera de hacerlo es presentarla como candidata a la alcaldía de Lima, que ganaría Luis Castañeda, si va a la reelección, o Lourdes Flores, si Castañeda postula a la presidencia. Obtener un 15% en esas elecciones, como Humberto Lay en 2006, sería un buen trampolín para la campaña presidencial, en la que se podría aspirar a superar la valla electoral de 5% y colocar algunos parlamentarios, para desde allí plantearse metas más ambiciosas con miras al 2016. Para esto resulta clave que Villarán sea capaz de ir más allá de un circuito de élite y clasemediero a fin de concitar apoyo en los distritos populares...
De vuelta al presente. Como puede verse, la vida te da sorpresas. Villarán ganó inesperadamente la elección, con porcentajes de votación más altos en los distritos populares; al contrario, perdió en los distritos de ingresos medios y altos. ¿Significa esto que el análisis precedente estaba equivocado? Por el contrario, me parece que demuestra lo accidental y frágil que es el apoyo obtenido. Una lección posible para la nueva alcaldesa: sigue siendo un desafío dejar de pensar Lima en términos de la suma de proyectos oenegísticos, y enraizarse en los sectores populares. Incluso invocar la figura de Alfonso Barrantes es problemático: recordemos que este no logró ser reelegido, y perdió ante Jorge del Castillo.
PS. Expreso mi solidaridad con el bloguero José Alejandro Godoy, por la injusta y abusiva sentencia que ha recibido en primera instancia por el PJ.
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