Se descubre una sirena en una pirámide




El cuerpo de una sirena momificada ha sido encontrada en una pirámide submarina en las costas de Cuba.




En la mente de la gran mayoría de las personas, las sirenas son criaturas fantásticas de los cuentos de hadas y la mitología.
Una investigación muestra el trabajo de investigación del biólogo marino Brian McCormick, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica -NOAA-, quien investigando el cuerpo de dicha anomalía humana.



La misma sostiene que hace unos ocho millones de años, los antepasados de la raza humana habrían descendido de los árboles y habrían empezado a adentrarse en el agua para buscar comida. Las dos piernas con las que nadaban podrían haberse fusionado en una especie de cola.

En 2012, entre 1000 y 2000 metros de profundidad, un grupo de investigadores, dirigidos por los canadienses Paul Weinzweig y Pauline Zalitzki, aseguraron haber encontrado restos arqueológicos sumergidos correspondientes a una ciudad prehispánica mediante la ayuda de un sonar, en la zona del triángulo de las Bermudas y también se localizo un emplazamiento muy próximo, cerca de la Península de Guanahacabibes, en el norte de la costa Oriental de Cuba, en el área en frente de las costas de Florida.

Meses después de sus investigaciones con el sonar, enviaron una cámara robótica que les permitió captar más de cerca las presuntas construcciones humanas. Las imágenes captadas por la cámara, muestran construcciones monumentales, entre ellas cuatro pirámides, una de ellas al parecer de cristal, así como magníficas esfinges y varios monolitos grabados.

Investigadores estadounidenses, franceses y de otros países, confirmaron que la pirámide que parece ser de cristal estaba en parte enterrada bajo la arena del mar, y tenía una base de 300 metros de longitud, por 200 de altura, y la distancia desde la base hasta la punta de la pirámide es de unos 100 metros por encima del fondo del mar.

Dentro de esta pirámide se ha encontrado lo que parece ser el cuerpo momificado de una sirena. No puede tratarse de un animal dado su morfología ni ninguna práctica incisiva antigua para unir por razones místicas el cuerpo de un humano cortado por la mitad con el de un pez. Los biólogos no han encontrado puntos ni uniones semejantes, sino que la piel humana está unida a las escamas de manera continuada, sin cortes.



Esta sirena está siendo estudiada en el centro de investigaciones marinas de Cuba (CIMC). En la fotografía puede verse que ha sido momificada (se le ha añadido cabello artificial para recrear su aspecto). Hay muchos científicos que han hecho interesantes hipótesis sobre su procedencia, en el pasado evolutivo humano, como el "simio acuático", es decir un antepasado acuático en común entre los homínidos y los simios.

La teoría convencional sobre la evolución humana afirma que en algún momento en el pasado distante, los ancestros del Homo Sapiens moderno descendieron de los árboles, dejaron los bosques y se mudaron a la sabana. En este ambiente la mayoría de los cambios evolutivos que nos separan de los simios ocurrió. Pero hay una opinión minoritaria en el campo de la antropología que no está de acuerdo. Ellos dicen que en el momento en que nos mudamos a la sabana ya habíamos pasado por una gran parte de la evolución, ya que un cercano antepasado del Homo Sapiens experimentó una fase acuática.

Esto se conoce como la Teoría/Hipótesis del Simio Acuático. Según sus defensores, nuestros antepasados habrían pasado una gran cantidad de tiempo en el agua, quizás la mayor parte del día y habrían comenzado a exhibir ciertas adaptaciones evolutivas a este estilo de vida. Antes de que estos atributos pudieran desarrollarse plenamente, las circunstancias obligaron a salir a los antepasados fuera del agua y adentrarse en la sabana.


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Última edición por Richard Feynman fecha: 01-abr-2014 a las 18:46.

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