LAS REFORMAS POLÍTICAS DE GARCÍA

EL ANÁLISIS DE INFOLATAM
Por :Fernando Tuesta Soldevilla
Las reformas políticas de García
"En países con debilidad del sistema institucional y partidario debe buscarse mejorar la representatividad, pero sin descuidar la gobernabilidad. En tal sentido la propuesta del gobierno, no es la más adecuada...
Medidas como estas deberán ser acompañadas con la eliminación del voto preferencial y ajustar las normas para la inscripción de partidos, para quienes presenten candidaturas puedan cumplir reamente con la función parlamentaria, evitando el fraccionamiento, la falta de cohesión y el transfugismo, males endémicos de la representación política peruana".
El premier Javier Velásquez Quesquén, consiguió sin problemas el voto de confianza por parte del Congreso. El discurso se movió, como era de esperarse, en los marcos del desarrollado por el presidente García el 28 de julio. Pero, más allá de los temas sociales y económicos, el gobierno, esta vez a través de su nuevo primer ministro, insistió en la propuesta, de modificar el calendario electoral de la elección parlamentaria, al que se la ha venido a llamar -con la confusión que esto crea-, la renovación parcial del parlamento. El argumento es que esta reforma deberá general mayores niveles de crédito a una institución, permanente y recurrentemente desgastada.
Lo que a estas alturas debe quedar claro es que, si el difícil camino de la reforma constitucional se supera, los parlamentarios mantendrían, con independencia de su desempeño, su período de mandato de 5 años. No es pues una revocatoria, como algunos pueden creer. Es una modificación que introduce elecciones parciales a mitad de período.
El sistema operaría de tal manera que 60 congresistas iniciarían su mandato de 5 años, en julio del 2011, conjuntamente con el mandato presidencial. Los otros 60, en enero del 2014. Para que esto suceda, sería necesario que en las próximas elecciones y por única vez, 60 congresistas tendrían un mandato de sólo 2 años y medio. ¿Quiénes serían los elegidos (perjudicados)? La mitad de los representantes de cada departamento, quedando la difícil decisión en aquellos casos de representación impar y Madre de Dios. No se sabe si esta operación compleja y costosa, es conocida por los congresistas. Pero es bueno que lo sepan, más temprano que tarde. Por lo tanto, lo que se modifica es un calendario electoral, vigente desde hace más de ocho décadas, que hace coincidir en el tiempo, elecciones presidenciales y parlamentarias.

Para cualquier modificación del calendario, es necesario conciderar las alternativas posibles. Aquellas elecciones que coinciden en el tiempo, con segunda vuelta a nivel presidencial, como ocurre en el Perú desde 1985. El resultado es una alta probabilidad de dispersión parlamentaria y un gobierno sin mayoría en el Congreso, cuando el sistema de partidos es débil. Otro es el caso, de la misma coincidencia parlamentaria, pero con un sistema de elección presidencial de mayoría relativa, como el caso peruano hasta 1985. La probabilidad de un gobierno con mayoría parlamentaria se incrementa, la gobernabilidad también y el número de partidos decrece. Finalmente, en aquellos casos que no coinciden en el tiempo elecciones presidenciales y parlamentarias, sea por que esta última elección se realiza total o parcialmente en otro momento, favorece a una mayor pluralidad. Pero también, la probable pérdida de la mayoría por parte del partido de gobierno.
Esta última es poco usual y sólo ocurre en sistemas presidencialistas. De esta manera, en América, sólo hay elecciones a mitad de período presidencial, en Estados Unidos y en Argentina. Pero, en el primer caso el mandato parlamentario es de dos años y, en el segundo, de cuatro años. No existen más países con este modelo que se pretende introducir.
En países con debilidad del sistema institucional y partidario debe buscarse mejorar la representatividad, pero sin descuidar la gobernabilidad. En tal sentido la propuesta del gobierno, no es la más adecuada. Este equilibrio se puede encontrar rebajando el período presidencial y parlamentario a 4 años, como lo han hecho varios países de la región. Asimismo, sino se desea eliminar la segunda vuelta presidencial, que en la fecha de ésta se realice la elección parlamentaria. Medidas como estas deberán ser acompañadas con la eliminación del voto preferencial y ajustar las normas para la inscripción de partidos, para quienes presenten candidaturas puedan cumplir reamente con la función parlamentaria, evitando el fraccionamiento, la falta de cohesión y el transfugismo, males endémicos de la representación política peruana.

Comentarios